POR LA CARIDAD ENTRÓ LA PESTE. EPIDEMIA DE ÉBOLA
La compasión (cristiana) es contagiosa. Esta frase de las más emblemáticas –y transgresoras- del Anti-Cristo de Nietzsche, el titulo (tardío) ms irreverente y subversivo del filósofo germano parece escrita en los astros –y en letras luminosas- las horas que corren, en el marco de la alarma social sin precedentes que habrá creado en la sociedad española el anuncio del primer caso de contagio del virus Ébola, en España y en Europa. Aquí ya expuse mi postura clara y sin tapujos cuando se anunció la repatriación del primero de los dos misioneros contagiados y posteriormente fallecidos, Miguel Pajares, hombre de peso en la iglesia española, de antiguo, como lo muestra retrospectivamente una fotografía que no dejaron de mostrar (ufanos) sus familiares a la prensa española con motivo de su repatriación (ya enfermo) en la que el misionero fallecido aparecía –en una atmósfera de estrecha y cordial confraternización- al lado de Escrivá de Balaguer y de Juan Pablo II con motivo de una de las (muchas) visitas a España del papa polaco. A muchos les sorprendió desde luego la medida tan tajante –y tan discutible- del gobierno español y de su titular que no se dignaron en explicar ni poco ni mucho a la opinión pública, como si se tratase de un diktat que les hubiera sido impuesto desde fuera. ¿Desde el Vaticano, desde la Casa Blanca? ¿Y qué sabemos nosotros de los designios de los que nos gobiernan? El mal no obstante esta ya hecho con el anuncio del primer caso de Ébola en España. Y me refiero a la alarma social rayana en el pánico -a tenor de la cobertura del tema en los medios-, y a las posibilidades reales de contagio y propagación de la epidemia en la península - sin duda mucho menos serias y graves de lo que se viene vertiendo y glosando en los medios-, y tal vez más que nada a la buena imagen de España y de los españoles –llámesele marca España o como se quiera- y también por qué negarlo la humillación pública inflige a todos los españoles sean o no votantes del partido en el gobierno, la llamada al orden de las instancias rectoras dela UE que acaban de convocar una reunión extraordinaria para mañana en Bruselas sobre el tema tras pedir explicaciones (urgentes) al gobierno español sobre lo ocurrido (…) “Por la caridad entró la peste” El adagio que aquí menciono –acabado de leer en una discusión sobre el asunto en ascuas en la red- no sé a fe mía si tiene credenciales reconocida en el acervo de dichos y refranes de la lengua castellana ni sé nada tampoco de su grado de enraizamiento en la memoria colectiva, no es óbice que sus cotas de antigüedad se me antojan alto, y los datos y elementos de orden histórico que la refrendan están al alcance de cualquiera.
La Peste Negra, de la Baja Edad Media, fue en su origen, es cierto –ya lo evoqué aquí no hace mucho- una operación de guerra bacteriológica de los tártaros de Crimea –la llamada Horda de Oro- contra factorías venecianas asentadas por aquellas costas, pero no hay duda que la rápida propagación de la epidemia por todo el continente europeo puso a prueba la escala de valores en las que se asentaba,como sus más sólidos cimientos, la sociedad medieval, en todo lo referente a la caridad y a la compasión (misericordiosa) (…) Como parece suceder ahora mutatis mutandis con la epidemia de Ébola. La Orden de San Juan de Dios –orden caritativa y limosnera por excelencia, una de las que más ardorosamente abrazó, nota bene, las reformas del concilio- corre el riesgo las horas que corren de pasar a la historia como agente introductor mayor de ese virus maligno y contagioso en el continente europeo. ¿Valió a pena, toda un vida de renuncia a tantas cosas –entre ellas a una sexualidad normal (entre paréntesis)- para acabar reconociéndose tan débiles y humanos y mortales como lo demás, pidiendo a gritos que los sacasen de allí como fueran, aunque se hundiera el mundo, con las consecuencias que estamos viendo y viviendo ahora? (…) Mi respuesta ya la saben a aquí algunos pero dejo no obstante la pregunta en el aire, para todo el que quiera reflexionar por cuenta de ella y de los huesos duros de roer que no dejará de servirles a alguno en bandeja. Sin acrimonia. Y dedicado –el corazón en la mano- a mis próximos y amigos (judeo) cristianos, ya sean de la variante católico /romana, o greco (o ruso) ortodoxa
ÚLTIMO SONDEO DE EL PAÍS ¿ESPAÑA COMO GRECIA?
El último sondeo de Metroscopia publicado en el País anuncia el derrumbe del electorado del PP hsta la mitad de los niveles que llegó a alcanzar tras su llegada al gobierno, que le colocan por detrás del PSOE, el tercero en liza (Podemos) pisándoles muy de cerca los talones. No me creo los sondeos como si fueran palabra de evangelio, ni yo ni muchos españoles y mucho menos los de algunas firmas encuestadoras, no es óbice que parece que asistimos a un punto crítico en la evolución del panorama político y del espectro de formaciones y partidos políticos en España, que acusa un progresivo deterioro del bipartidismo que habrá reinado en la política española durante décadas. ¿Podemos, el nuevo Syriza de la política española? Menos lobo, de momento habría que esperar realmente a saber no quienes son –que eso sí que lo sabemos (quienes son ellos, y también los suyos, me refiero)- sino lo que quieren, porque no está claro ni mucho menos, ni en política interior ni en política extranjera. Pedro Jota Ramírez, uno de los mentores y padrinos principales –sino el mayor- del 15-M y de los indignados a los que -a la cabeza del diario El Mundo- diotodo el fuelle que pudo (y más), acaba de declarar que Podemos es una criatura de Rajoy y de Rubalcaba en unas declaraciones televisivas de lo más criptica y ambiguas, y en las que como el chiste del gallego no se sabe si baja o si sube, si está a favor o en contra del nuevo partido estrella emergente en la política española. ¿Camino de una situación (política) a la griega entre españoles? Todo es posible pero si el Syriza español asomó ya el plumero, el equivalente de Amanecer Dorado todavía no, y no es por falta de aspirantes. (…) Y el tirón electoral me temo que no se lo darán a estos últimos las fotos que se hagan –por profusas que sean- con los líderes y principales figuras del mencionado partido nacionalista griego. Nos salvaremos nosotros mismos, sin ayuda exterior. En eso sí le doy la razón a uno de los principales émulos españoles de Amanecer Dorado, que así se expresó en un encuentro que tuvimos en Madrid al principio del verano. Cuando llegue la hora de la criba, de la verdad, sí. De decidir y de dirimir, como los franceses dicen, quiénes son los griegos, y quiénes los catalanes (…)
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