jueves, diciembre 04, 2014

¿TERESA ROMERO MINISTRA DE SANIDAD EN PUERTAS?

Aymeric Chauprade, eurodiputado, jefe de grupo del Frente Nacional francés en el Parlamento Europeo. Discípulo de Dominique Venner -y colaborador habitual en su revista "La Nouvelle Revue d'Histoire"- al que honró en un vibrante homenaje en la red, en el momento de la muerte de aquél el año pasado. Representa una tendencia geopolítica en el seno del Frente nacional que propicia una política de alianza y de acercamiento con Rusia. Los medios franceses le atribuyen contactos importantes en Moscú. Y se le habá reprochado por otra corriente interna del Frente Nacional el propiciar una alianza objetiva con el estado de Israel frente a la amenaza de la inmigración musulmana y de lo que Dominique Venner llamó la Gran Suplantación (le Grand Remplacement”) Una figura ascendente en la política francesa como quiera que sea
El presidente de la comunidad de Madrid, Ignacio González, ha acabado destituyendo a Javier Rodríguez, consejero de sanidad madrileño puesto en la picota de los medios por las acusaciones en contra suya de la enfermera curada del Ébola y de su marido. Le destituye llenándole de flores al mismo tiempo, que fue un consejero extraordinario (sic), como su gestión etcétera, etcétera (…) Quien te entienda que te compre. ¿Cuantos meses aun para que acaben nombrado de ministro de Sanidad –en un hipotético gobierno de Podemos- a Teresa Romero y de asesor ministerial (convenientemente retribuido conforme a sus baremos) a su señor de marido?

Las declaraciones del consejero -a las últimas suyas me refiero- fueron sin duda poco políticas léase políticamente incorrectas y políticamente explicables a la vez por una hudia hacia adelante –explicable también- ante la presión que venía soportando el ahora cesado en los medios en la opinión pública –y sin duda también al interior de su partido-, de resultas sobre todo de las recientes intervenciones televisivas de Teresa Romero y su marido. ¿Gobierno de los jueces, o gobierno de la prensa global? Esa es la disyuntiva en la que se diría que de debate la política española los tiempos que corren.
Hosni Mubarak, antiguo Raïs, sucesor de Anuar el Sadat y de Nasser, en el país de la Pirámides, en su primera comparecencia ante los jueces tras su caída a raíz de las primaveras árabes –febrero del 2011- cuando la Casa Blanca de la que era fiel aliado en esa región del planeta le dejó caer estrepitosamente (y vergonzosamente), provocando incluso su caída con la ayuda de la prensa global simple marioneta del gobierno mundial y de una Pax Americana en vías de resquebrajamiento y de ocaso irreversible las horas que corren. El que ríe el ultimo ríe dos veces, y Hosni Mubarak acaba de ser absuelto de cargos de corrupción y de responsabilidad en la represión de la revueltas que provocaron su caída. Signo de los tiempos, la vuelta a la escena internacional de un Egipto mucho más independiente que antes y libre de la lacra de los Hermanos Musulmanes. Que nadie se llame a engaño no obstante. Podemos –por mucho que aparente moverse en la cuerda floja en política extranjera- es la baza Obama para desestabilizar España, tras el fracaso (estrepitoso) del 15-M. Con ayuda de los mismos medios que están jaleando y encumbrando ahora a la nueva pasionaria –o la nueva pilar/manjón- de la sanidad pública, Teresa Romero
Pero ni en el testamento de Adán ni en los astros ni en ningún sitio está escrito que los medios de la prensa global tengan la última palabra. Derribaron a Hosni Mubarak va hacer casi cuatro años, es cierto –porque fueron ellos más que nadie-, jaleando sin parar durante semanas a los amotinados de la plaza Tahrir entre flujos y reflujos y vuelta y dale hasta que se salieron con la suya, y casi cuatro años después el antiguo Raïs, sucesor de Anuar el Sadat y de Nasser, acaba saliéndose él con la suya, absuelto de cargos y libre (o a punto de serlo) –el que ríe el ultimo ríe dos veces, se habrá dicho el interesado- por más que los perro flautas ms rabiosos se tirasen de nuevo a la calle a manifestarse en la plaza mítica y a incendiarlo y apedrearlo todo (al final, entre los vivos y los muertos, cuatro gatos)

Una persona amiga me comunicó durante mi penúltima visita a Madrid –el pasado mes de junio- su convicción adamantina (hasta el punto que me pareció que lo daba por hecho tanto parecía no darle mayor importancia al asunto) que ciertos escenarios estaban ya previstos o programados a ciertas alturas y niveles, en España y fuera de ella y que no le extrañaría que de un día para otro Madrid y España entera se levantasen con una tercera república. Como entonces. Lo que sería -glosé yo (fúnebre) para mi adentros- no una nueva ni siquiera una tercera sino una segunda/bis, repetición o continuación de la segunda –como lo proclaman abiertamente y sin complejos sus principales propagandistas y corifeos- haciendo así un simple interregno de (casi) ochenta años de nuestra historia, o en otros términos borrando de un plumazo todo este largo capítulo de nuestra historia contemporánea (groso modo como hizo la ley de la memoria histórica)

La transición fue sin duda nefasta en muchos aspectos pero la ruptura que vienen a preconizar algunos desengañados de aquella se anuncia (mucho) más funesta y calamitosa todavía. Una carrera contra reloj la que se anuncia sin duda en la política española. Si el orden institucional actual por muy deteriorado que se ve aguanta la embestida de los cantos de sirena que anuncian y preconizan el caos y el salto en el vacío, el tiempo que aún le queda a la presidencia Obama que habrá apostado fuerte –y sin duda lo sigue haciendo- por la desestabilización del ordenamiento institucional de España actualmente vigente, estamos salvados.

Si no, España y los españoles no encontraríamos de nuevo (desgraciadamente) en la encrucijada de todas las amenazas y peligros. Mariano Rajoy se habrá mostrado hasta ahora un político que sabe esperar, y que sabe campear los temporales al mismo tiempo, así habrá sabido (un poco) hacer en Cataluña –y en otros casos de la actualidad más candente en los últimos tiempos-, hay que reconocérselo. ¿Sabrá aguantar aun el tiempo que le queda de legislatura? Porque lo que está claro es que no tendrá siempre fusibles al alcance como ahora, o digamos que si aún le quedan se deben contar con los dedos de la mano. Decía un escritor francés reaccionario y e inconformista al mismo tiempo –a caballo entre el siglo pasado y el anterior- Leon Bloy que él estaba “a la espera de los Cosacos o del Santo Espíritu”, con lo que venía a reflejar la psicosis colectiva anti-rusa que persiguió a los franceses durante todo un siglo desde el final de las guerras napoleónicas cuando los cosacos efectivamente entraron en Paris y en otras ciudades francesas.

Una mezcla de temor y de esperanza mesiánica –la que se respiraba en esa frase-, que la salvación podría venir del otro lado del continente europeo. ¿La Historia se repite? Algunos se habrán extrañado de la postura resueltamente pro rusa en el plano internacional que vengo proclamando y manteniendo desde hace un rato, exactamente (puestos a pensar desde el estallido de las primaveras árabes, en diciembre del 2003 cuando se vio clara que la presidencia Obama por las razones que fuera apostaba por el caos y la inestabilidad a escala del planeta. Lo contrario es lo que lo viene postulando el presidente ruso Putin desde su vuelta a la presidencia. Gato escaldado del agua fría huye, reza el refrán castellano.

Y a todas luces, Vladimir Putin le vio las orejas al lobo de la amenaza de la democracia imperial (léase imperialista) –marca USA- que representaba la administración demócrata a escala del planeta, grosso modo como la que representó la presidencia Wilson al final de la Primera guerra Mundial, el presidente que acabó en un manicomio, artífice principal del Tratado de Versalles, que quería llevar la democracia (USA) hasta los confines del planeta. La Rusia de Putin apuesta hoy claramente por la estabilidad en el continente europeo, y viene así a desmentir la imagen (amenazante) caricaturesca e injusta que arrastraría la Rusia de los Zares en el resto de Europa durante todo el siglo antepasado. Tales aguas y tales lodos, y ya se vio lo que aquella imagen colectiva tan injusta nos acarrearía.

¿La Rusia actual, baluarte de defensa de la civilización y del Occidente léase de la civilización europea, garante y salvaguarda además de la suerte de todo un continente amenazado por el espectro de la gran suplantación (racial y cultural) –en francés “Grand Remplacement”- que trae en germen la invasión silenciosa? Si se confirma vendría a ser –parafraseando a Nietzsche- "la noticia más terrible y más extraordinaria de nuestra época” Podemos dio todas los muestras hasta ahora de querer bailar en la cuerda floja en política exterior (y europea) Pero a algunos no nos engañan: su apuesta es americana, y los hilos que les mueven entre bastidores llevan (todos) hasta la Casa Blanca. Aviso a los navegantes pues y también voz de alarma en dirección de la Zarzuela. ¿Sabrán captarla al vuelo antes de que sea demasiado tarde? Porque como digo el tiempo apremia y aprieta.

ADDENDA Terminaba ya estas líneas cuando cae ante mi vista navegando en la red un bello texto –en una traducción española más bella incluso aun (mis respetos)- de Dominique Venner, en plena sintonía (de arriba abajo) con los temores y esperanzas que traslucen en esta entrada escrita bajo el peso –y la pesadumbre- de una mala noticia, léase de una destitución injusta (ni siquiera propiamente política) bajo la presión de la Prensa Global y de los medios españoles a su servicio. Dominique Venner lleva toda la razón en este breve y bello texto con sabor a testamento –y vibrante de fe y de esperanza en el futuro- que sin duda quiso rubricar con su muerte como otros textos suyos. El futuro pertenece a la memoria, a la más larga y más antigua. Y no pienso pecar de vanidad o de inmodestia si digo que me sentí muy solo desde que me erigí –como otros sin duda- en campeón de una memoria amenazada entre españoles. Y fue ese horizonte de futuro que la memoria persona e intransferible –que no deja de ser a la vez familiar y colectiva- me legó sin duda alguna el que me habrá acompañando de antiguo de mucho antes de dar comienzo a mis blog y a mi tarea (diaria) de escritura en la red, como mi más fiel compañera, y que me dio fuerza a aguantar y hasta ahora y a no sucumbir al desaliento en la tormenta y en las horas de negra incertidumbre. “Dijo Paul Valéry que la luz es oscura y el viejo Mar de Homero es fosco en la Iliada”, escribió en un bello poema de amor y de guerra, Lorenç Villalonga en los comienzos de nuestra guerra civil, un poeta y escritor mallorquín y falangista. Y sin duda por esa gracia de civilización a la que alude en éste como en otros de sus escritos el escritor francés fallecido el pasado año ante el altar mayor de la catedral de Notre Dame –“despertar” lo llama él, “un despertar civilizacional”- alcancé siempre a avistar la luz al fondo de la tiniebla y el puerto en la mar revuelta y borrascosa, y el amanecer en lo más hondo del arcano de la Memoria (procelosa)

3 comentarios:

Rodericus dijo...

A Podemos no lo encumbra EE.UU., ya que, en otras cosas, Pablo Iglesias es partidario de salir de la OTAN. A Podemos lo encumbra Irán (en cuya TV estatal Pablo Iglesias tiene un programa) y Rusia (cuya agencia RT está haciendo una cobertura excepcionalmente favorable a Podemos). Las cosas como son y no como querríamos que fuesen.

Juan Fernandez Krohn dijo...

Errare humanum est, y la geopolítica, ciencia empírica se presta a ello sin duda mucho mejor que otras disciplinas. No me apeo del burro no obstante. La guerra civil española que aún dura, amigo y camarada: esa es la clave primera de explicación y desciframiento de los enfoques españoles y de españoles en un sinfín de temas de naturaleza política...y geoestratégica. Eso que me dices del Irán es a coger con pizas en la medida que el Irán mantiene buenas relaciones con la administración Obama, que hizo del acercamiento con la republica islámica uno de los ejes principales de su política extranjera. Y lo de la OTAN incluso también, en la medida que el cripto musulmán Obama nos ve más bien –en su mente y en su memoria- incluidos en el bloque de naciones árabes, y que una España fuera de la OTAN (en la que nos metió la administración USA republicana, bajo Ronald Reagan) les traería menos problemas a la hora de tener que abordar una situación de tensión en el estrecho por culpa de Ceuta y Melilla, con nuestro (conflictivo) vecino y fiel aliado suyo de reino de Marruecos (con el que Obama se entiende mucho mejor que con nosotros) Lo queráis o no tú y otros especialistas en esos temas -que por lo que se ve lo eres o lo pareces- no podéis negar que el 15-M fue la niña de los ojos de Obama en su política española, y Podemos no es más que la continuación de aquello. Y quien dice Obama dice la CIA, tentacular y omnipresente, como el Santo Espíritu: en el Caribe a finales de la década de los cincuenta y principios de los novena derribando sin contemplaciones aquellos regímenes que le ponían ojos tiernos al régimen de Franco, ya fuera el de Pérez Jiménez en Venezuela o el de Trujillo en Santo Domingo -como lo explica bien James Ellroy en sus novelas negras-, ya fuera en Portugal el 25 de abril del 74 en la revolución de los claveles que fue obra suya, y que según el brasileño Plinio Correa de Oliveira no fue más que un tiro de elevación contra España y su régimen de entonces. Pero se les j…el invento porque llegaron tarde y Franco murió antes y con las botas puestas. Podrás estar de acuerdo o no con mi visión de las cosas pero no me podrás negar el derecho a poder pensar por libre en materia de geo estrategia sin sentirme obligado a supeditarme en mis ideas y en mi manera de pensar en la materia a laboratorios o a servicios los que sean y de la naturaleza que sean, y no te lo tomes a mal que no va por tí sino por todos aquellos que llevan grosso modo treinta años cerrándome sistemáticamente puertas y riéndose de mi (o de mis cosas) Podemos es la continuación de la guerra civil española (de los ochenta años) por otros medios, y para la Administración Obama eso basta y sobra. Un saludo, camarada

Juan Fernandez Krohn dijo...

Fé de erratas. "Principio de los sesenta" (y no de los noventa)