martes, diciembre 16, 2014

TERESA RODRÍGUEZ EURODIPUTADA DE PODEMOS ¿CONVERSA DEL ISLAM?

¿Germanos o bereberes? La cuestión que taladra a algunos españoles -¿muchos, pocos?-  desde que la formuló abiertamente José Antonio Primo de Rivera poco antes de su muerte –que a mí la verdad que no me quita mucho el sueño- irrumpe irresistible ante fotos como esta de la eurodiputada gaditana de Podemos, a la vista de su atavío y de los colegas o correligionarios –gaditanos sin duda también- que la acompañan. Y habida cuenta también de su curriculum de profesora (universitaria) de filología árabe y de activista radical anti-sistema. En la Plaza Tahrir del Cairo o en la de Yamaa el Fna de Marrakech, o en Sanaa en el Yemen, no hubiera desentonado mucho durante las primaveras árabes, si hubiera salido indemne e ilesa eso ya a fe mía que no lo sabría decir (…)
Eurodiputados de Podemos, aparte de mi ese cáliz. Porque no veo a fe mía como podría escaquearme o zafarme de hincarles el diente, a sus perfiles o biografías me refiero. A ellas sobre todo las más emblemática si se exceptúa el mesías.

Lola Sánchez –una de ellas- es camarera y además autónoma, un milagro no me digan. Yo llevo treinta años propia o figuradamente a la intemperie en Bélgica y una cosa así que tanto soñé me pareció y me sigue pareciendo una bicoca, trabajar en un empleo fijo (cualquiera) sin responsabilidades (mayores) y además de eso ganarse la vida de autónomo, de verdad que no sé cómo se come, ni como ella lo consigue.

Por eso sin duda que tantos se hagan tantas preguntas con sus declaraciones (fiscales) de ingresos la suya y las de sus pares. Habrá que suponer que es un genio de la política y además, del arte de la sobrevivencia. O que despide -a tenor de las imágenes que de ella circulan-, un carisma innegable del que sabe servirse para sus propios fines, lo que no tenemos o no sabemos hacer otros, lo confieso. Se parece físicamente –y que no me lo tome a mal por aquello de las comparaciones odiosas- a una de mis cantantes españolas jóvenes favoritas, de su generación (más o menos) Y no sé si sea (un poco) por eso, pero me voy a centrar aquí en su otra colega eurodiputada de Podemos, sin duda con tanto carisma (y encanto) como su colega pero que me toca un tema más sensible y es por razón de su formación y de su back ground profesional –de profesora (universitaria) de filología árabe (lagarto, lagarto!)- el de lo árabe, léase el problema (candente) de la emigración musulmana en España y en Europa.
Dominique Venner justo antes de su suicidio heroico dejó escrito que la dignidad de la mujer era uno de los signos mayores de contradicción entre nuestra civilización y el mundo islámico, como dos planetas distintos (sic) escribió él. Y una de las grandes contradicciones del movimiento feminista es el silencio confuso y vergonzante que guardan habitualmente en relación con la situación y el estatus de la mujer en los países musulmanes. Y sería interesante e ilustrativo en extremo conocer la opinión de una figura tan emblemática como la eurodiputada arabista (y arabizante) de Podemos al respecto. Porque se me antoja que nos llevaríamos sorpresas (…)
Aquí ya dejé sentado no sé cuántas veces la innegable impronta arabizante –e islamizante- del movimiento de los indignados (15-M) de la que ella como todos sus compañeros de partido procede o en el que gravitaron más o menos de cerca sin duda alguna. Teresa Rodríguez es andaluza de Cádiz, donde nació (o resurgió) el movimiento andalucista en la transición, y puerta de entrada además principalísima de la emigración del otro lado del Estrecho, a la que la Junta (socialista) de Andalucía tiene abiertos los brazos, y todas las puertas y caminos y canales desde hace décadas con la consecuencias fácilmente previsibles de la aparición de guetos musulmanes en España y en Andalucía –y sé de lo que hablo-, fuentes potenciales de problemas y sin duda factores de perturbación innegable hoy por hoy por más que un tabú espeso les rodee (y les proteja)

¿Simple coincidencia o detalle trivial su condición de profesora de filología árabe, por su condición andaluza, y de mujer además? Voy a contar aquí una anécdota más elocuente y reveladora sin duda en el tema que aquí abordo ahora que todos los discursos y razonamientos y fue un encuentro (fugaz) que tuve en una época de mi vida en la que yo (también) –confiteor, mea culpa mea culpa mea máxima culpa- alimentaba si no esperanzas sí una visión optimista de la resurgencia islámica (o islamista) que conocemos –en propia carne- los países occidentales desde hace décadas, y fue –hace ya veinte años y más- en Paris en las inmediaciones de la gran mezquita (Grand Mosquée) cercana a la estación Austerlitz a la que por razones que ya olvidé tenía que dirigiré o de la que venia justo de salir tal vez, y donde entablé conversación con un joven musulmán –sin duda emigrante magrebí, argelino o marroquí- quien tras un breve intercambio de palabras y de hablarle ingenuamente de mi de mi ascendencia andaluza –por la vía paterna (de Jaén) sobre todo pero también por la vía materna (sevillana) me espetó bruscamente, “cuando me has dicho que tu madre era andaluza mi corazón se ha estremecido” (sic), y no sabía si echarme a reír o imprecarle o darme la media vuelta ante una salida así –que fue lo que hice-, tanto más provocadora y desconcertante y desazonaste cuanto que procedía de una convicción sincera tal vez no digo que no, pero susceptible sin duda alguna de ser llevada hasta el fanatismo, porque para aquel musulmán francófono estaba claro que andaluz no podía significar mas que musulmán o amigo (en potencia) de los musulmanes.

¿Está segura Teresa Rodríguez –qué nombre tan umbraliano- eurodiputada de Podemos que sus amistades y contactos con el mundo árabe –y musulmán- que los debe tener por fuerza mayor en razón de su formación y de sus actividades docentes no la ven de la misma forma –como un botín en potencia para dejarnos de eufemismo, sexual o de proselitismo religioso o todo junto a la vez- a como aquel magrebí con el que yo hablé veía a todas luces a las mujeres andaluzas, que ellos sin duda en su mente –y en su idioma- confunden andaluz con andalusí sin la menor diferencia de matiz entre un término y otro?

En más claro y crudo aún ¿Tenemos que creernos a pie juntillas que la propulsión tan estelar (y espectacular) de esa eurodiputada de Podemos a la palestra de la política española –en el ámbito además de la UE- no tiene nada que ver con esa conexión árabe (o islámica) que exhibe a a la vista de todos.

Aquí ya hable tal vez de algo que salta a la vista, y que ven (una forma de hablar) hasta los niño y es la conexión (norte) americana del movimiento de los indignados –como en las primaveras árabes por lo general-, o en otros términos, del padrinazgo que ejercieron y sin duda sigue ejerciendo sobre unos y otros la administración (demócrata) bajo la presidencia Obama siempre en curso.

¿Tenemos que creernos pie juntillas que la condición de andaluza de la eurodiputada de Podemos no influye para nada en su ascensión fulgurante, en la órbita más o menos alejada de una presidencia USA como la actual, y de su mandatario supremo en funciones que dejó claro en el comienzo de su primer mandato en un discurso célebre –y de enorme repercusión a no dudar en todo el mundo árabe e islámico- en la Universidad (islámica) el Azhar del Cairo, que para él España y el Andalus islámico eran grossso una misma cosa, como un sola esencia -andalusí- sin duda para dos denominaciones diversas?

El que esto escribe desde luego no se lo cree en modo alguno. Un signo de los tiempos como sea –aun macados por la presidencia USA en fase de declive (y toco madera)- la ascensión de esta profesora de filología árabe, indignada, y que propugna –a hurtadillas, o bajo capa o bajo manto, conforme a la táctica de su partido y del mesías que leo dirige- una vía de ruptura para la sociedad española y su ordenamiento institucional como la que impusieron las primaveras árabes en sus países respectivos con los resultados –y el balance (catastrófico)- a la vista de todos.

Dios los cria y ellos se junta, reza el refrán, y la eurodiputada gaditana de Podemos salió en imágenes de prensa el pasado mes de junio dirigiéndose por altavoz a un grupo de manifestantes con banderas tricolor republicanas tras la abdicación del rey Juan Carlos delante de las escalinatas de la Bolsa en el centro de Bruselas, lugar proverbial de reunión y punto de paso obligado de todo tipo de movimientos de protesta y manifestaciones de signo islámico en Bélgica de lo que puedo dar fe de todos los años que llevo ya aquí residiendo.

La eurodiputada de Podemos iba ataviada de un pañuelo palestino al cuello lo que no dice nada y dice mucho a la vez, y es de esa conexión árabe que caracteriza a los indignados. La santa/alianza que trabaron en las primaveras árabes los grupos radicales anti-sistemas con islamistas –de todas las tendencias- fue desde luego uno de los signos mayores de los acontecimientos aquellos que habrán sacudido en profundidad el Magreb y el Oriente Próximo –y a modo de coletazos también otros países del este lado del Mediterráneo como España y Grecia- en los últimos cuatro años. Por eso me siento en el derecho de preguntarme –en voz alta, en público- si el pro arabismo tan señalado de la diputada de Podemos no esconde una conversión al Islam mas o menos guardada en secreto como ocurrió a todas luces con Blas Infante el denominado padre de la patria andaluza.

Que en tratándose de la mujer y el Islam todas las suposiciones se admiten, porque como dejó sentado Dominique Venner–la dignidad de la mujer- es uno de los signos mayores (de contradicción) que nos separa unos de otros -musulmanes y europeos (y occidentales)- como si fuéramos dos planetas diferentes (sic) que dejó escrito también el auto/inmolado escritor francés a modo de testamento justo antes de su muerte

2 comentarios:

Unknown dijo...

De donde sacáis las informaciones??? En serio... No he podido ni terminar de leer todo el artículo.
Lo primero Teresa Rodríguez es profesora de secundaria de lengua y literatura, es cierto que hizo la carrera de filología árabe, pero nos os podríais haber documentado mejor de por que estudio esa carrera? Yo sin ser periodista me he documentado y lo sé.
Cómo os podéis inventar todas esas películas???? Que tiene que ver que una persona no entienda lo que se está haciendo con el pueblo de Palestina para que por eso se esté convirtiendo al islam?? Y si así fuese, quién eres tú para juzgar la religión de las personas??
Madre mia! Hasta donde vais a llegar?

Juan Fernandez Krohn dijo...

Me he estado releyendo el artículo en atención a tí, ver si no me había pasado siete pueblos (como decís en España ahora) en algunos de los puntos que abordo y creo que puedo reiterarme sin problemas mayores en lo escrito. Lo dije y lo mantengo ¿dónde han denunciado los grupos feministas –tan próximos de Podemos- al islamismo radical y a su concepción aberrante de la dignidad de la mujer en las antípodas e la concepción occidental, como lo denunció Dominique Venner justo antes de su muerte?

Los acaban justificando al contrario, por cuenta de ese odio visceral e irreconciliable en contra de la civilización europea que anima a unos y otros, a feministas e islamistas y también (salvo prueba de lo contrario) a los de Podemos. Dicho eso, el que una persona profese la religión que se le antoje en el foro interno es algo que le compete. Cuando la creencia empieza a interferir en la res pública y en la esfera de la política en cambio es cuando empiezan a surgir los problemas, que es lo que ocurre con el islamismo. Saludos