¿CULPABLE FRANCO EN EL TEMA CATALUÑA?

En busca del Santo Graal. Acogida cordial a Himmler por los monjes de Montserrat durante su visita -triunfal- a España (junio del 39), recibido en olor de multitudes (desbordantes) por la Diagonal, en Barcelona. El pasado semi/enterrado de Cataluña y de los catalanes

Ángel Alcázar de Velasco, en unas declaraciones que hizo en su dia al que fue corrresponsal de Pyresa en Londres, Antonio Parra Galindo, que recogí en una de mis últimas entradas, denunciaba claramente y sin tapujos que Franco "no había resuelto el problema catalán (ni el vasco tampoco)" Lo que es rigurosamente cierto. ¿Se puede acusar por ende al jefe de estado anterior de responsable ultimo de lo que esta sucediendo ahora, de la situacion que se esta viviendo -y agravando por momentos según nos cuentan- en Cataluña?

Me negué resueltamente de antiguo a aceptarlo hasta hoy, pero el aserto claro y sin tapujos y sin distingos del célebre y díscolo falangista, confieso que me pone ahora un poco en el disparadero. La "fronda" crece y crece -¿para qué meter la cabeza debajo la ala o mirar para otro lado?- contra el monarca y la institución que representa por culpa del problema catalán amenazado de gangrena mucho me temo- y el referente que le condena sin apelación en algunos de los que más estan pujando las horas que corren al alza en la apuesta republicana no lo es la República Social de Saló que salvedad hecha de algunos idealistas (sinceros) dice poco a una mayoría de españoles por no decir nada, sino el ejemplo y la política con relación a Cataluña del anterior jefe del estado.

Por no hablar horresco referens de la segunda republica que sirve ahora también de gran coartada patriotica a algunos, a los que motivos o pruritos o un simple sentido del deber en materia de memoria histórica dicen poco por no decir nada, en relacion con la guerra civil y no digamos con la segunda guerra mundial en el 45.

Caso Galinsonga. Por donde vendría el escándalo en el tema catalán y por donde nos acometen las dudas a algunos ahora, y tras ellas nos invaden las nuevas certitudes. Conocí de pura casualidad a un descendiente suyo -que llevaba ese apellido (un tanto ruidoso) además- hace ya casi quince años en Bruselas y fue lo que me hizo prestar un poco la atencion a aquel escándalo olvidado (esencialmente en materia lingustica) de tantos años atrás que fue la madre de todos los desastres y calamidades que se seguirían en ese terreno a partir de entonces en Cataluña.

Maximiano García Venero que firmaba significativamente sus articulos en la prensa de Barcelona de la inmediata posguerra bajo el seudónimo de "Tresgallo de Sousa" como queriendo así conjurar el nacionalismo catalán en nombre de la unidad medieval de "la España (peninsular) de los cinco reynos" fue prototipo de autor falangista que declaró (solemnemente) enterrado el nacionalismo separatista, reduciéndolo a pura historia. Los años de posguerra que se siguieron (tras el 45) además de marginarle a él y a tantos otros, se encargarían (sobradamente) de desmentirle

Galinsoga era un franquista ferviente, era también un monárquico no menos fervoroso y un declarado anti-falangista y como tal serviría de prenda (una más) y de garantia del régimen de Franco hacia el nuevo orden mundial surgido del desenlace de la II Guerra Mundial en el 45, en un tema tan melindroso y de potencialidades futuras tan explosivas -que se acabarian haciéndose realidad- como lo era o lo seguia siendo "mutatis mutandis" el problema de Cataluña.

Me he leído no hace mucho los detalles y pormenores del famoso escándalo en el que se vio envuelto el entonces director de la Vanguardia (española) que le acabaria costando el puesto y pondría fin a su trayectoria publica, y cabe decir que el cuestionado político y periodista pecó de torpeza y sobre todo de debilidad y flaqueza en sus postura tal y como lo demostró en la argumentación que esgrimió entonces contra sus detractores -mayormente detractoras, aquellas viejas beatas catalanas (y catalanistas) temibles (e invencibles) en materia de intrigas de sacristia- que fue lo que acabó decidiendo de su cese y sellando su fracaso.

Galinsoga era un hombre simbolo, de una manera u otra encarnaba ya la componenda en el plano linguistico, la alternativa (de compromiso) al lema aquél que trajo la Victoria del 39, -y arrumbado en el trasto de los cuartos viejos tras el final de la segunda guerra mundial- de "Español habla la lengua del Imperio", la mano tendida al catalán que acabaría dando paso al regimen de normalización lingüistica totalitaria que todos los españoles de Cataluña castellano/parlantes o sin serlo llevan ya cuarenta años sufriendo en aquella región española.

La lengua y la religion, los dos pilares del compromiso histórico -otro más- que el regimen anterior y el entonces jefe de estado a la cabeza, acabarían aceptando por imposición de los aliados tras la derrota de la Alemania nazi y de los fascismos en el 45. Tales aguas tales lodos.

El personaje de Doña Urraca -de "Pulgarcito"- apareció significativamente por primera vez en 1948 (...) Su perfil de espantajo público (ver foto) acabó viéndose dulcificado un poco pero nunca perdió esa imagen repulsiva y repelente del todo, como lo puede certificar el autor de este blog, nacido en 1949, al que el célebre personaje onmipresente en sus lecturas infantiles vio crecer como quien dice. Doña Urraca, aqui todos ya lo saben, era un trasunto (denigrante y escarnizante) de María Rosa Urraca Pastor (¡la pobre!), barcelonesa de adopción y figura emblemática del bando de los ganadores de la guerra civil que acabaron perdiendo tras la segunda guerra mundial (en el 45) Y los redactores del semanario -de la editoria Bruguera (de Barcelona)- eran rojos represaliados que acabarían ganando (en cierta manera) tras el 45 ¿Cómo, si no, hubieran podido permitirse tamaño ultraje (y afrenta), durante décadas?

El problema mayormente no lo serian después los catalanismos resucitados sino unos obispos oficialmente franquistas nombrados conforme al Concordato que acabaria imponiendose, o los que -en otros términos- la iglesia del posconcilio acabó haciendo tragar a Franco después de haber ido pacientemente preparando -y minando (eclesiásticamente como hormiga, como termitas que me diga)- el terreno desde muchos antes.

Y el problema lo seria también una casta intelectual y dirigente de la posguerra inmediata en Cataluña que encarnó el gurpo Destino en Barcelona -Ridruejo a la cabeza-, que acabaria arriando banderas y enarbolando de una manera u otra las del enemigo. En Roca, el abogado de la infanta en el caso Nóos ven algunos un nuevo Cambó, leasé el demonio reencarnado. Es darle mucha importancia al personaje a mi juicio.

Mas importancia e influencia en España e incluso en la Cataluña de hoy- parece tenerla el sindicato Manos Limpias. ¿Quiénes son, de dónde vinieron? La pregunta del millón, porque en el tema de la monarquia en el que nos jugamos el destino y el futuro comun, la limpieza no basta. Precisa también de transparencia aboluta.

Que sepamos quien es quien, y qué hicieron los suyos -si se me apura- durante la guerra civil española, dentro o fuera de Cataluña