domingo, enero 05, 2014
¡Atlántida de los Nuestros! (poesía en domingo)
Es verdad, nunca odié en el fondo,
nunca supe que era eso,
me esforzé en odiar, eso, sí,
y en "matar" (o eso dijeron)
perfecta...teológicamente
("odio perfecto oderunt illos")
pero nunca lo conseguí del todo,
lo mío era otra cosa es cierto
que aún le falta el nombre,
que es algo que se lleva dentro
Lo mío era otra cosa, era yo,
ni peor ni mejor, distinto sólo,
¿No la oyes, no? ¡Despierta!
Así se deja oír siempre
en lo más hondo del hoyo
de cansancio y de desaliento
y de negra melancolia
de tardes muertas de domingo
(tedio del día/del/señor)
que nos ponen de los nervios.
Y de estruendo y de desorden
(¡dios que meriendas de negros!)
¿El pasado que no pasa
o el futuro que no avisa
hasta el último momento
(siempre fue asi, siempre fui así)?
¡Voz de la sangre, de los muertos!
que duermen su sueño de siglos
de un ojo sólo, medio despiertos,
que nos oyen (nos espían)
nos arrullan, nos empujan
por entre tinieblas espesas
cruzando el Río del Tiempo
¡La salvacion de la Historia
hoy (y mañana igual que ayer)
por la fuerza de la gracia
(en los cuerpos y en las almas)
por la sangre, por los muertos !
¡Heroismo, impulso, esperanza!
¡Poder de una idea fija
la unica que se realiza!
¡El Gran Sueño de una Vida
el de la Victoria en común
de un Ideal de belleza
de formas e ideas ("fascistas")!
Pero la sangre no es el crimen,
no tiene nada que ver con eso,
por eso cuando nos llama
siempre nos llegan sus ecos
de mundos desaparecidos,
de unos muertos en legión
impávidos siempre en suspenso
(cual Piramides de Egipto)
en medio del gran vacío,
en el Arcano sin fondo
de la Noche de los Tiempos
Que así es como me siento
mirando a la inmensa bóveda
de la biblioteca (¡de pronto!)
en la gran sala en penumbra
solo -¡solos!- en medio del ruedo
entre sombras y fantasmas
Viejo fantasma del Vértigo
viejo/amigo, conocido
de aquellos años del Pánico
que vinieron a amainar,
y aprendimos a amaestrar.
Como si los llevaras dentro
Como una llamada ancestral
¡Atlantida de los Nuestros!
Vacas risueñas en rubio/azul
volando en torno a mí
y entre todas, una, Tú,
distante como una reina,
en tu lindo canesú
Sueño de una noche de invierno
de mi amor por tí ¡Mi Amour Fou!
Te creí para siempre ida
perdida en tus cosas (¡otro amor!)
en tu circunstancia (tan "otra")
en tu mundo (¡años luz entre tú y yo!)
tú del Norte, yo del Sur
barrera alzada entre los dos
Mi natura, mi ventura,
Flandes en sombra y sol,
tras años de desventura,
de autoexilio ¡Ay dolor!
Estrella de la mañana
Faro y Arca de salvacion
Lo que para mí fuiste (y eres)
¡Mamá bruja (y santa)! ¡Dios!
Una Atlantida resucitada
(¡que en el mundo fueron legión!)
Lo que para mí hoy eres tú
Atlántida en blanco (y tul)
de un Norte que nos despreció
Linda como una muñeca
Húmeda y a la vez reseca
del fuego de la pasión
Y porque sé que te gusta
te llamaré Atlántida (¡solo yo!)
¡Qué locura dirán algunos
¡Y qué, Atlántida, mi amor!
nunca supe que era eso,
me esforzé en odiar, eso, sí,
y en "matar" (o eso dijeron)
perfecta...teológicamente
("odio perfecto oderunt illos")
pero nunca lo conseguí del todo,
lo mío era otra cosa es cierto
que aún le falta el nombre,
que es algo que se lleva dentro
Lo mío era otra cosa, era yo,
ni peor ni mejor, distinto sólo,
¿No la oyes, no? ¡Despierta!
Así se deja oír siempre
en lo más hondo del hoyo
de cansancio y de desaliento
y de negra melancolia
de tardes muertas de domingo
(tedio del día/del/señor)
que nos ponen de los nervios.
Y de estruendo y de desorden
(¡dios que meriendas de negros!)
¿El pasado que no pasa
o el futuro que no avisa
hasta el último momento
(siempre fue asi, siempre fui así)?
¡Voz de la sangre, de los muertos!
que duermen su sueño de siglos
de un ojo sólo, medio despiertos,
que nos oyen (nos espían)
nos arrullan, nos empujan
por entre tinieblas espesas
cruzando el Río del Tiempo
¡La salvacion de la Historia
hoy (y mañana igual que ayer)
por la fuerza de la gracia
(en los cuerpos y en las almas)
por la sangre, por los muertos !
¡Heroismo, impulso, esperanza!
¡Poder de una idea fija
la unica que se realiza!
¡El Gran Sueño de una Vida
el de la Victoria en común
de un Ideal de belleza
de formas e ideas ("fascistas")!
Pero la sangre no es el crimen,
no tiene nada que ver con eso,
por eso cuando nos llama
siempre nos llegan sus ecos
de mundos desaparecidos,
de unos muertos en legión
impávidos siempre en suspenso
(cual Piramides de Egipto)
en medio del gran vacío,
en el Arcano sin fondo
de la Noche de los Tiempos
Que así es como me siento
mirando a la inmensa bóveda
de la biblioteca (¡de pronto!)
en la gran sala en penumbra
solo -¡solos!- en medio del ruedo
entre sombras y fantasmas
Viejo fantasma del Vértigo
viejo/amigo, conocido
de aquellos años del Pánico
que vinieron a amainar,
y aprendimos a amaestrar.
Como si los llevaras dentro
Como una llamada ancestral
¡Atlantida de los Nuestros!
Vacas risueñas en rubio/azul
volando en torno a mí
y entre todas, una, Tú,
distante como una reina,
en tu lindo canesú
Sueño de una noche de invierno
de mi amor por tí ¡Mi Amour Fou!
Te creí para siempre ida
perdida en tus cosas (¡otro amor!)
en tu circunstancia (tan "otra")
en tu mundo (¡años luz entre tú y yo!)
tú del Norte, yo del Sur
barrera alzada entre los dos
Mi natura, mi ventura,
Flandes en sombra y sol,
tras años de desventura,
de autoexilio ¡Ay dolor!
Estrella de la mañana
Faro y Arca de salvacion
Lo que para mí fuiste (y eres)
¡Mamá bruja (y santa)! ¡Dios!
Una Atlantida resucitada
(¡que en el mundo fueron legión!)
Lo que para mí hoy eres tú
Atlántida en blanco (y tul)
de un Norte que nos despreció
Linda como una muñeca
Húmeda y a la vez reseca
del fuego de la pasión
Y porque sé que te gusta
te llamaré Atlántida (¡solo yo!)
¡Qué locura dirán algunos
¡Y qué, Atlántida, mi amor!
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