miércoles, enero 28, 2015

GRECIA Y RUSIA ¿ANEXION (ANSCHLUSS) A LA VISTA?

La vivienda en París de Jean Marie Le Pen –que sufrió heridas leves en el rostro, al decir de los medios- fue destruida por completo hace dos días, en medio de la tensión creciente por cuenta de sus desacuerdos cada vez más frecuentes los últimos tiempos –un día sí y otra no casi al ritmo que van las cosas- con su propia hija Marine Le Pen en temas de rabiosa actualidad, como los atentados islamistas en Francia o las elecciones en Grecia. Ocurre ello además en el marco de la polarización creciente al interior del Frente Nacional entre dos corrientes cada vez más opuestas y enfrentadas entre sí (así a primera vista), aparentemente lideradas por la presidenta del partido y su número dos de un lado, y del otro, la nieta del fundador, Marion Maréchal-Le Pen, en quien el fundador parece –también así a primera vista- tener puestas todas sus esperanzas (y complacencias) ¿Qué les tiene reservado el futuro inmediato, a ellos y a los franceses, y a modo de rebote también a nosotros los españoles?
A vueltas con Grecia. Jean Marie Le Pen que acaba de escapar –con heridas leves en el rostro- al incendio de la mansión que le servía de residencia principal – a él y a su segunda mujer- en las afueras de París, se habrá distanciado con sus declaraciones mas recientes de su hija Marine Le Pen en temas sensibles de actualidad. Así, en relación con las declaraciones del (ex) encargado de relaciones internacionales del Frente Nacional desautorizado por la presidenta, que veía en los musulmanes de Francia una quinta columna (sic), Jean Marie le Pen replica –como concediendo el fondo de verdad de esas declaraciones polémicas- que toda comunidad (sic) que vive en su seno la emergencia una componte terrorista se ve fatalmente obligada a acabar obedeciéndola.

Fue el caso de la ETA –por momentos- en el país vasco, y fue también –sin duda el ejemplo que el político francés tenía en mente- el de los musulmanes de Argelia en relación con el FLN. Añadía además al respecto –haciéndose eco de la teoría de la gran sustitución (o suplantación)- que en numerosas localidades francesas los musulmanes son mayoritarios en lo sucesivo, y citaba los ejemplos (en extremo emblemáticos) de Tarascón (en Provenza) y de Roubaix, junto a Lille, en la frontera franco-belga.

Pero lo que suena más disonante sin duda dentro y fuera del FN –en relación, con recientes declaraciones de Marine Le Pen, de las palabras del fundador lo es su comentario a cuenta del desenlace de las elecciones griegas. “Hubiera preferido que fueran otros” Sin palabras. El partido socio de la izquierda radical griega en el nuevo gobierno se merece sin duda aquí también unos comentarios. Los Griegos Independientes son una escisión de Nueva Democracia que se caracteriza por su oposición a las políticas de austeridad y por los lazos estrechos que propician con la iglesia ortodoxa griega como aquí ya lo habré hecho constar, y también –me entero ahora- por una germanofobia acentuada que se diría que tenga su contrapartida obligada en su ruso filia, notoria y consabida por lo que se ve –que a fe mía que también desconocía, y de lo que me llega información por vía amiga-, que es algo así como un huerto sellado (“hortus conclussus”) de orientales y bizantinos, para occidentales me refiero, y en concreto para nosotros españoles.
Joannis Rallis, jefe del gobierno griego durante la ocupación alemana. Era hijo de un antiguo primer ministro y había ocupado cargos ministeriales desde de las filas monárquicas antes de la guerra. Condenado a cadena perpetua, murió en prisión en 1946. El nacionalsocialismo alemán admiraba y rendía culto a la Grecia antigua en la que veía la cuna de la civilización europea y veía al mismo tiempo en el estado griego moderno –o esa es la imagen que arrastra al menos la historiografía y la memoria colectiva- un producto degenerado, habiendo pasado a través de los siglos por los alambiques y serpentinas de innombrables bastardías (en particular turco/otomanas) Esa admiración (sin límites) por la Grecia antigua la comparten no obstante los de Amanecer Dorado, y fue sin duda el dominador común en muchos griegos que de una manera u otra se adhirieron al Nuevo Orden y cuya memoria parece hoy asumir ese partido nacionalista
En geopolítica europea los griegos por propia definición se diría, ya sean los Griegos Independientes, Amanecer Dorado o la izquierda radical de Syriza son rusófilos -de Nueva Democracia no me consta, aunque si me consta en cambio que observadores griegos (en la órbita de la clase dirigente de entonces) en las guerras de los Balcanes “torcían” invariablemente en favor por los serbios (al contrario que los españoles, salvo el que esto escribe, y otros cuantos)-, y en consecuencia, fueron pro serbios en aquellas guerras y no hay razón ninguna para que no sean pro rusos en el conflicto en llamas en el este de Ucrania (en fase de recrudecimiento las horas que corren) Decía…o se le hace decir post mortem a Joseph de Maistre amigo del Zar Alejandro I –que le dio acogida y refugio durante la dominación napoleónica- que “a nada de rascarles, detrás del Ruso aparece el Tártaro (que llevan dentro)"

Y ese es el clisé o estereotipo que lleva anclada la mentalidad occidental y franjas considerables de nuestra memoria colectiva. Es así, no tiene vuelta de hoja (a primera vista) Y la cita que precede es botón de muestra inmejorable de ese imponderable, de esa fractura histórica milenaria, y es en la medida que el autor (reaccionarlo y monárquico) francés habrá pasado a la historia como uno de los referentes principales del entendimiento entre occidentales y greco/orientales eslavos y eslavófilos en los tiempos modernos.

Un clisé –dicho sea de paso y en descargo de mis buenos amigos rusos- que traduce mucho desconocimiento mutuo, como el que nos representaba (y sigue haciéndolo) a los españoles –moneda corriente aun en Bélgica por ejemplo- como un pueblo de sangre mora, léase moros que se desconocen a sí mismos, y como tal menos auténticos que los moros de verdad. Así es -que me conozco un poco el percal- la imagen subliminal que arrastramos aún entre algunos belgas.

Me he estado leyendo, releyendo que me diga en una de los obras principales, de Pio Moa sobre la guerra civil sus reflexiones pertinentes y certeras en extremo sobre De Maistre y cabe concluir que la lógica de las ideas y de la doctrina maistrianas –de exaltación de la autoridad y de d desconfianza en el individualismo liberal e incluso en la noción de libertad cristiana- le llevaba faltamente a volver la mirada del lado de la gran autocracia eslava de su época, que iba a dar muestras de un protagonismo europeo de primerísimo orden en el congreso de Viena del que el zar Aleando I fue el principal mentor y artífice.

Y viene a cuento todo lo que precede de la sombra de la tercera Roma –a saber (mutatis mutandis) la Rusia actual- que no deja de gravitar sobre los destinos y la actualidad (candente) de la que fue el núcleo territorial primigenio (en suelo europeo) de la Segunda Roma, a saber Bizancio y su imperio que se extendía a caballo entre Europa y Asia, de ambos lados del Bósforo. Y me estoy refiriendo por cierto a la actual Grecia. Y es lo que vienen a recordarnos si necesidad hubiera los últimos acontecimientos más recientes tras las elecciones griega, y en particular la coalición de gobierno.

En claro y en crudo: ¿riesgos (serios) de anexión -de anschluss como el de Austria a manos del III Reich- en el caso de una agravación de la crisis griega? Doctores tiene la madre iglesia y la geopolítica sus expertos y especialistas, y más si cabe en sus capítulos o (grandes) apartados dedicados al mundo greco/ortodoxo y al mundo eslavo. Nuestra (humilde) apuesta no obstante es que Grecia venga a cumplir su papel histórico de puente o de enlace –como lo cumplió mutatis mutandis Bizancio- entre el Oriente y el Occidente, léase entre el Occidente europeo y el mundo de la Ortodoxia.

Y es la vocación que les está sin duda reservada a grupos y movimientos como Amanecer Dorado que dan muestras fehacientes de un culto fundamental a la memoria occidental del Occidente arcaico, del de la Antigüedad Clásica, muy anterior a la gran fractura entre latinos y ortodoxos. Y eso –lo confieso sin ambages (que se piense de mi lo que se quiera)- es sin duda lo que más me fascina de ese movimiento griego en fase ascendiente las horas que corren pese a todas las persecuciones y vientos contrarios –para comenzar en los medios griegos y en la prensa global- que viene arrostrando, desde su fulgurante irrupción en la política griega hace unos tres años apenas.

El comunismo es el pasado que ya pasó de la Rusia actual (al contrario de lo que ocurre entre españoles con la guerra civil española, o sin ir más lejos también en Grecia) Pese a lo que quieran dar a entender los aprendices de brujo o ciertas voces agoreras. Esa es mi convicción (adamantina) y también mi envite y mi apuesta. Son bizantinos, los griegos, y como tales hay que saber recoger el guante del desafío (cultural) que nos plantean a occidentales, intentando descifrar sus bizantinismos.

Por ejemplo el que el nuevo gobierno y su titular pese a sus lazos más que evidentes con la Casa Blanca y la administración Obama preconicen una política pro rusa en Crimea (y sin duda también en el Este de Ucrania) El precio sin duda del peaje que les permite apoyar la política exterior de los Estados Unidos y de Israel (y en menor medida de la UE) en los conflictos del Oriente Próximo, en particular en la guerra civil siria. Y a buen entendedor pocas palabras bastan

3 comentarios:

Rodericus dijo...

Si fracasa el Gobierno de Syriza, el descontento lo podría capitalizar con mucha facilidad Amanecer Dorado.

¿Seguro que De Maistre era eslavófilo? Me suena haber leído en alguna obra suya unas violentas diatribas contra los "focianos".

Juan Fernandez Krohn dijo...

A cien por cien no sabría asegurártelo. Los indicios desde luego apuntan todos en esa dirección. Cmo su obra más divulgada, por ejemplo, “Las veladas de San Petersburgo” escrita el tiempo que estuvo allí exiliado, en la que alguno de los contertulios era ruso a todas luces.

Hay que tener en cuenta que entonces la nobleza rusa por lo general era francófona. “Cuando se habla en francés Europa entera escucha y comprende”, escribió de Maistre pensando en los rusos sin duda alguna.

Es cierto que en su tratado del Papa (Du Pape) arremete contra los griegos, a los que acusa de pecado de orgullo y les hace responsables del cisma, pero eso no debe hacerse necesariamente extensivo a los rusos, ni al Imperio de los zares que se consideraba la Tercer Roma (después de ella, no habrá ya ninguna otra, rezan sus profecías)

Es cierto también que su interés por los rusos y el mundo eslavo no estaba exento de un espíritu de proselitismo en la medida que consta que trató de convertir al catolicismo al mismo zar Alejandro I.

Pero el suyo era un celo sincero a mil años luz del proselitismo oportunista e irresponsable movido por intereses puramente políticos –nacionalistas polacos- del que dieron muestras el Vaticano y el papa Wojtyla tras la caída del Muro y en particular durante las guerras de los Balcanes. Saludos

Juan Fernandez Krohn dijo...

ADDENDA ¿Lapsus freudiano, el mío? El titulo completo de la obra de Maistre que te cito al final de mi mensaje es el de “Carta a un gentilhombre ruso sobre la Inquisición española” Y me pregunto si no se tratara más bien de una omisión (¿ex professo?) de la edición de esa obra, muy antigua, en francés, que me leí en el seminario de Ecône. No sabría decirlo. Saludos