lunes, enero 26, 2015

EXTREMA DERECHA, DE ÁRBITROS EN GRECIA

La verdadera sorpresa de las elecciones griegas no lo habrá sido el triunfo –ya cantado en la prensa global desde hacía un buen rato- del ahijado griego de Barak Obama, que no habrá sido (contra los que nos habrán vendido los medios las ultimas horas) por mayoría absoluta, sino los resultados de Amanecer Dorado con su líder Michaloliakos (en la foto) y toda la cúpula dirigente en prisión y sin posibilidad de hacer campaña abierta. Amanecer Dorado les sirve ahora de coartada a algunos en España para poder celebrar (alborozados) la victoria de la extrema izquierda radical de Syriza sin que se les vea demasiado el plumero (léase sus trasbordos ideológicos) Elogian mucho (de boquilla) a Amanecer Dorado, pero más quisieran ellos para sí el culto de la Memoria que profesan en ese partido griego: del pasado griego más remoto hasta sus capítulos más recientes aún en ascuas, como el régimen de los coroneles, la guerra civil del 46 al 49 o el régimen del 4 de agosto (del 39) del General Metaxas, y memoria también la suya de los orígenes mismos de la civilización europea. ¿Qué hicieron o qué hacen sus aduladores españoles por el contrario contra la ley de la memoria histórica? (...)
Se cumplió mi pronóstico, gané mi apuesta. Syriza no alcanzo la mayoría absoluta. Y algunos tal vez aquí se preguntaran que qué importancia tiene eso si los medios lo habrán cubierto de un tupido velo, en la nube de ditirambos e himnos y canticos de victoria a la gloria de la izquierda radical griega. La tiene y mucha. Como lo ilustra el que esa circunstancia –nada anecdótica, de faltarles al final dos escaños- haya obligado al líder de la formación ganadora a concluir de prisa y corriendo una coalición de gobierno con un partido, el de los Nuevos Griegos Independientes que –por su origen- no se pueden definir precisamente de centro-derecha, por más que los medios den ahora de ellos una imagen de ese tenor ocultando pudorosamente lo que en realidad son, rivales directos de Amanecer Dorado en la caza de votos a la derecha de la derecha (en la extrema derecha para entendernos)

Me acaba de enseñar un amigo italiano un refrán –en su lengua- que viene perfectamente al caso. “El diablo no prepara los cubiertos, sólo las cacerolas” (“il diavolo fa le pentole ma non i coperchi”) Y la cacerolas de Syriza eran (y son) ruidosas por demás, por más que sus turiferarios fingieran y finjan no tenerlas en cuenta. Y como cabía de esperar les habrán pasado factura a la hora del recuento (…)

Un partido heredero de la vieja casta política –de izquierdas que vino gobernando o cortando a su manera el bacalao (en la oposición) tras la caída del régimen de los coroneles (en el 74) hace cuarenta años- y dirigido por un político joven que por las trazas y por su curriculum –de apparatchik desde los inicios de su carrera política- no lo fue nunca, un auténtico joven me refiero, sino uno de esos jóvenes/viejos que fabrican los partidos y ciertos movimientos –los de matriz eclesiástica por ejemplo- a la cabeza de sus “juventudes” o de sus secciones juveniles.
Ni de izquierdas ni de derechas. Este eslogan cargado de historia se vería sinuosamente y capciosamente desvirtuado en los años sesenta en la resaca de mayo del 68 y (justo antes) del concilio vaticano segundo. Eduardo Frei había sido falangista (chileno) en su juventud, y ese eslogan tan inconfundible le serviría para justificar la política de la democracia cristiana (que llego a presidir) tras su acceso a la presidencia, que le haría claramente la cama –como lo denunciaba el libro de la TFP (en la foto)- a Salvador Allende y a su experiencia (radical) marxista. Y ese mismo eslogan -que acabaron recuperando los de Podemos- sirve hoy de coartada preciosa a algunos para celebrar la victoria de la izquierda radical anti-sistema en Grecia –frente a la derecha conservadora-, sin que se les pueda acusar de estar traicionando a sus orígenes (y a su memoria)
Un poco indecente incluso impúdico, no me digan, el presentar de hombre de futuro –como habrán hecho casi unánimemente los medios-, a alguien tan marcado por su pasado y por el pasado colectivo de los griegos, como lo ilustra el que se haya sentido en la necesidad en figurar durante la campaña en cualquier instantánea, a cualquier hora de día o de la noche, en los carteles de propaganda o en lo alto de las tribunas, saludando en permanencia puño en alto, el saludo con el que nota bene se maldecía a los dioses en la Grecia antigua (…)

Algunos en España en las antípodas (en teoría al menos) de lo que la izquierda radical griega representa o significa, habrán cantado victoria (o casi) –como Marine Le Pen (aunque lo niegue)- con la victoria de Syriza, en la que ven a todas luces una ruptura con el régimen allí en vigor desde hace cuarenta años. España no es Grecia, nos repiten como curándose en salud en esos medios, pero razonan y se expresan a cada paso como si así fuese.

Régimen griego surgido de la caída del régimen de los coroneles, igual al régimen (español) del 78 (sic), una formula marca “Podemos” que algunos no utilizan explícitamente por pudor, pero con la que se manejan a toda luces mentalmente en sus análisis, a saber, la victoria de Syriza viene poner un punto final al régimen griego y pre anuncia “pari passu” el el triunfo de Podemos en España que vendrá a poner igualmente un punto final al régimen aborrecido del 78. Al que aborrecen –renegando o lo parece de sus propio orígenes- por el trauma de derrota y de fracaso que arrastran de la transición (al pan pan, y al vino vino)-, sin aparentar darse cuenta, que si para ellos esa fórmula traduce un fenómeno original (o primordial en sentido filosófico) para sus acuñadores en cambio no viene a designar mas que a los herederos del régimen por antonomasia, a saber, el régimen de Franco.

En el análisis al que aquí en concreto aludo se afirma que fueron lo gobiernos conservadores los que iniciaron el falseamiento de datos de la economía griega a la UE, lo que es echarles (todas) la culpa de la crisis, y lo que es ignorar olímpicamente el estado de gangrena del sector publico griego, y la existencia de una economía semi subterránea y subsidiada –controlada o gestionada por la variante sindical o laboral griega (poderosa y omnipresente) de la “casta” tan aborrecida- con parangón ninguno en ningún país de Europa- y que fueron incubándose hasta acabar adquiriendo trazos y perfiles propiamente monstruosos a lo largo de cuarenta años.

Amanecer Dorado que arrastra un electorado (estable en lo sucesivo) engrosado sustancialmente de militares, policías, autónomos y comerciantes, no tiene nada que ver con eso, y desde ese punto de vista su postura es lógica y coherente, de negarse a una coalición cualquiera fieles a la postura llamémosle ancestral de ni con los unos ni con los otros (léase ni de izquierdas ni de derechas) En las posiciones de algunos no obstante esas vieja fórmula (tan cargada de historia, se me reconocerá) se ve (descaradamente) escorada a la izquierda, como sucedía en ciertos fenómenos ideológicos que tuvieron en el concilio vaticano segundo y en el mayo francés del 68 un contexto ambiental y cronológico indispensable, y pienso en particular en ceritos partidos y movimientos del otro lado del Atlántico como la Democracia Cristiana chilena de los tiempos de Eduardo Frei (un antiguo falangista) o en el peronismo sin ir más lejos, en sus múltiples tendencias o corrientes (irreconciliables unas con otras)

La realidad es que a algunos se les derrite ahora la boca con el triunfo de la izquierda radical griega –por no decir, como decíamos en lenguaje infantil hace mil años, que el trasero se les hace whisky- como no deja de poner de manifiesto la presentación tan triunfalista que le vienen reservando las últimas horas algunos medios en sus antípodas ideológicas, en termia al menos ya digo. La gran noticia (para ellos) es la victoria de la izquierda (radical), y el ascenso de Amanecer Dorado en cambio, la cortada apenas que les permite celebrar aquella sin que se les vea demasiado el plumero (…)

No importa, así, las cosas estarán más claras -para algunos por lo menos- a partir de ahora. Marine Le Pen hizo votos por el triunfo de Syriza y la coalición de gobierno en trance de gestarse las horas que corren parece corroborar sus intenciones y sus deseos. Los Griegos Independientes son una escisión de la Nueva Democracia –una especie de Vox en versión griega- estrechamente ligados –un dato nota ben cuidosamente silenciado en los medios- al aparato oficial de la iglesia ortodoxa griega, que a todas luces les debe juzgar mucho más frecuentables que los paganos o paganizantes de Amanecer Dorado -entre los que a creer a los medios circulan ciertas corriente internas que se definen explícitamente anti-cristianas)

El único punto en común según nos vienen explicando los noticiarios las últimas horas seria su oposición al rescate bancario de Grecia, en lo demás discrepan radicalmente (nos dicen,) y se callan algo que salta a la vista de algunos entre los que me encuentro, que esas discrepancias esconden otra convergencia práctica, táctica y estratégica, de una importancia y trascendencia absolutas en la situación griega actual, y es en lo referente a como neutralizar o poner fuera de juego –durablemente- a Amanecer Dorado.

Y ese va a ser uno de los test primeros y principales del nuevo gobierno, o digamos la asignatura pendiente, de cómo abordar el problema político e imagen que plantea hacia dentro como de puertas afuera de Grecia el seguir manteniendo a toda la cúpula de Amanecer Dorado en prisión, por cuenta de un proceso penal –por lo criminal- que prácticamente no ha comenzado a sustanciarse todavía ni llegara a serlo nunca a creer a sus partidarios.

¿Qué le parece a Marine Le Pen esa situación, ella que habrá sorprendido a propios y extraños haciendo votos por el triunfo (en Grecia) de la extrema izquierda?

2 comentarios:

Rodericus dijo...

A Amanecer Dorado no le han ofrecido nada. El pacto con los Griegos Independientes (fervientes rusófilos) ya estaba apalabrado de antes.

Uno de los parlamentarios de Griegos Independientes es el presidente de la Alianza Greco-Rusa:
http://greekrussian1.blogspot.com.es/

Es significativo que el recién nombrado Ministro de Defensa pertenezca también a esta agrupación.

Nikos Kotzias, recién nombrado Ministro de Exteriores, en una reunión con Dugin en 2013:
http://www.4pt.su/nl/node/791

Tsipras visitó Moscú en mayo de 2014 y dio apoyo a la toma de Crimea:
http://www.enetenglish.gr/?i=news.en.article&id=1913

Dugin ya hablaba hace tiempo de Syriza como grandes aliados de Rusia:
http://www.counter-currents.com/2013/06/alexander-dugin-on-white-nationalism/

CAMBIO DE TERCIO. Así titula la prensa oficial rusa:

La república de Donetsk planea invitar a los vascos a una cumbre de Estados no reconocidos:
http://mundo.sputniknews.com/mundo/20150127/1033713995.html

Juan Fernandez Krohn dijo...

En relación con Amanecer Dorado me refería a declaraciones terminantes de sus dirigentes de antes de las elecciones de que no irían a pactar ni con os unos ni con los otros. Tú por el contrario pareces sugerir que todo tiene un precio en esta vida. No digo que no, quiero decir que no sabría poner la mano en el fuego por cuenta de realidades que por razón de fuerza mayor nos escapan a los españoles (por tratarse de otro país aunque solo sea) Hasta prueba de lo contrario no obstante, yo prefiero apostar por ellos, que han sabido encender una llama de esperanza entre muchos griegos como no lo conseguimos (hasta ahora) en España los españoles. Me refiero a las esperanzas “nuestras”, las que nos hacen soñar, no las esperanzas ajenas (e inhóspitas y extrañas) que amenazan fatalmente nuestros sueños propios e intransferibles, como ocurriría con un triunfo de Podemos. Lo demás que cuentas –de vascos y pro rusos separatistas- prefiero dejarlo por cuenta de la Real Politiek, hasta prueba de lo contrario. Saludos