MI ALMA APESADUMBRADA (MATANZA ISLAMISTA EN PARÍS)

Carme(n) Chacón, ministro de defensa de Zapatero, explicando a la prensa detalles de la intervención española –bajo su mando- en el marco de la intervención de la OTAN en 2011 contra el régimen del coronel Gadafi en Libia, en la que tuvieron de compañeros de viaje y aliados preciosísimos a los islamistas más radicales y sanguinarios. La Chacón fue una de las hadas madrinas del 15-M. ¿Qué piensa ella del atentado terrorista de Paris (en el fondo) ? No creo que lo diga para no comprometer a los de Podemos, en los que sin duda ella como otros, tiene puestas todas sus complacencias (más o menos secretamente, por supuesto)

Iba yo hoy por la calle el alma apesadumbrada como todo quisque me figuro por las noticias del atentado terrorista –de factura a todas luces islamista- contra la redacción en París del semanario francés “Charlie Hebdo”, y si ya me faltaba un poco el aire me lo vino a bombear (como aquí dicen) un poco más todavía el cruzarme con una familia española –hermano y hermana a todas luces- vecinos de mi barrio aquí en Bruselas y de los que puedo decir que el reconocimiento recíproco de nuestra común identidad se erigió fatalmente en barrera infranqueable entre ellos y yo, al contrario de lo que es la regla entre otros grupos de la emigración de ascendencia europea y de características similares a los del colectivo emigrante (hispano/oriundo) que nos ocupa, ya sean italianos, portugueses, griegos que se ayudan todos entre ellos.

¿Problema personal mío? Así me lo echaron en cara de antiguo algunos belgas en los numerosos puntos de paso por los que se vio obligada a discurrir mi vida aquí, en los largos años que aquí llevo residiendo, siempre con la inconfortable sensación de ser yo el que se encontraba de “este lado” –el del peligro- de la barrera. Nunca me convencieron y hoy aun menos a medida que me voy adentrando en los hondos misterios de lo que ya aquí llamé la Guerra de los Ochenta Años (o en otros términos la guerra civil española que todavía dura)

Yolanda Morín (en la foto) publica hoy un valiente artículo en Minuto Digital a cuyo consejo de redacción pertenece sobre la matanza de Charlie–Hebdo en Paris, bajo el título “La yihad en el corazón de Europa” con el que me solidarizo por entero. Y nuestra solidaridad va también al pueblo francés y a su pasado más o menos reciente, en particular al episodio tan trágico del mismo que representó la guerra de Argelia (1954-1962) y su funesto desenlace. Tales aguas, tales lodos. El problema irresoluble en apariencia que plantea hoy la corriente (imparable) de inmigración musulmana en Francia y la grave amenaza que hace pesar sobre su destino y el del conjunto de Occidente vienen de allí y de entonces, precisamente

Hay que rendirse a la evidencia. Los emigrantes españoles en Bélgica y sus descendientes (no hablo de los euro funcionarios que es un grupo social de muy diferentes características) son beligerantes como tales –salvo prueba de lo contrario a título individual, caso por caso- en ese conflicto interminable de la guerrra del 36 (o de los Ochenta Años), como lo son -" a priori" igualmente- los afiliados a los sindicatos españoles mayoritarios (y democráticos), como lo son en principio los representantes de los partidos de izquierdas que votaron en el Congreso la Ley de la Memoria Histórica.

Y lo son –a los emigrantes me refiero- de padres a hijos como lo confirma su cambio de actitud, de puesta en guardia, de echar el freno de inmediato –en cuanto que les hice saber mi ascendencia española- de la pareja de hermanos a la que aludo, que lo son a todas luces. Otra especialidad –con tufo a endogamia (cultural) entre paréntesis- típica emigrante/española aquí en Bruselas: la de un hermano y hermana jovenes uno y otros viviendo juntos los dos solos, cosa que no se ve normalmente entre belgas (de cuna (…) Me bombearon un poco más el aire, ya digo, al pasar, tras lo ocurrido en París, que es, como lo reconocen personalidades musulmanas fuera de toda sospecha, "toda una declaración de guerra"

Nicolás Sarkozy tras condenar firmemente (sic) el atentado, la matanza que me diga, hace un llamamiento a no caer en la tentación de la amalgama (sic), como un curarse en salud de inmediato que le pudieran echar a él en cara quienes son o quienes en un pasado reciente eran sus amigos o los amigos de sus amigos, durante la guerra en Libia por ejemplo, que -entre paréntesis- continua lanzando llamas y causando estragos, más devorante que nunca. Lo que le impide el llamar las cosas por su nombre, léase islamistas –lo que a todas luces son- a los causantes de la matanza, algo que sí hace en cambio Marine Le Pen sin duda porque no arrastra un pasado personal y a abrumadoramente intransferible como el que sigue –y persigue- a solo y a sombra al antiguo presidente (francés) “de la Republique”

Escenas como las que se habrán vivido ahora en Paris hace unas horas no se veían en suelo europeo desde los tiempos –años setenta- del terrorista venezolano Carlos (Iván Illich) y de la Banda Baader. Sí cuentan en cambio con un precedente relativamente reciente en el atentado salvaje – del que fue víctima el cineasta Van Gogh hace unos quince años –degollado a cuchillo en plena vía publica en Ámsterdam a manos de un joven fanático musulmán de origen magrebí, acusado de blasfemia (contra la religión musulmana) ¿Libertad de expresión valor republicano? Cuadratura del círculo. Históricamente es algo que se discute desde luego en la medida que la Ilustración pre-revolucionaria -y monárquica- conoció en toda Europa mucho mayor libertad en ese terreno que en Francia bajo el Terror que es cuando llegó a su máximo apogeo el ideal republicano durante la Revolución Francesa. Tal y como lo ilustran casos celebres de escritores –como Rivarol, Andrea Chénier- ejecutados durante la Revolución por sus ideas.

Y como lo ilustra el propio caso del marqués de Sade que fue perseguido sucesivamente durante el Terror y en el largo periodo napoleónico, al que no llegó a sobrevivir por poco, falleciendo poco antes de la caída de Napoleón en el asilo psiquiátrico en el que se haya internado por delito de mal pensancia, léase por sus escritos considerados inmorales, transgresores y licenciosos y contrarios a la moral republicana (y revolucionaria) Choque de culturas y civilizaciones a un nivel planetario y no otra cosa, a lo que asistimos, y del que la matanza de hoy habrá sido el último –y no el menos sangriento- hasta la fecha. Y por eso las dudas o los términos medios estén de más y lo único de recibo lo sea una condena sin paliativos de la barbarie homicida –en nombre de la guerra/santa (islámica)

Los de Podemos –lo sé al instante mientras escribo estas línea- habrán condenado el acto (sic) de fanatismo. Los islamistas más fanáticos y radicales fueron no obstante compañeros de viaje de lo del 15-M, un fenómeno que no se explica sin el contexto de primavera árabe en el que surgiría (como flor/espontánea) ¿Quién podría negar la evidencia? ¿Podrán –los de Podemos- mantenerse por mucho tiempo en la cuerda floja ente la amenaza islamista radical y la amenaza del mismo signo que se esconde agazapada en la invasión silenciosa, léase el aflujo de inmigración musulmana en suelo europeo (que no cesa) lo mismo que entre la defensa de la autoridad del estado y el pretendido derecho a la autodeterminación catalanista? No lo creo