domingo, octubre 06, 2013

CARITA DE ANGEL (poesía en domingo)

¡Cielos rojizos de Madrid
de mi alma noble y rojiza
de mi buen/color (¡el mejor!)
que ellos reflejaban en mí!
De un frescor y lozanía
que tanto me hicieron sufrir
Años cincuenta y sesenta,
los de mi barrio de Argüelles
-ayer, hoy y siempre para mí-
que creció después de la guerra
lindando a la Casa de Campo
y a la sierra madrileña
y a un mismo horizonte perdido
-¡lejanías de mi horizonte
de mi universo de niño!-
y a los mismo vientos (norte)
que soplan sobre mi Madrid
("los madriles de derechas")

¡Oh cielos de mi tierna infancia
y mi adolescencia (¡tan lindas!)
sumidos en el hondo olvido
y recobrados de pronto
en una rojez de atardecer
cuando mi vida se alumbra!
(¡Qué símbolo de una vida entera!)

¡Bruselas ciudad oscura
tan próxima y tan extranjera!

Pasar al ataque
en tu alma (y en tu mente)
de puertas afuera también
en tu entorno y en tu vida,
la voz de mando, la consigna
que me pongo a oír por doquier
-toda una vida a la defensiva-
viendo el mundo cambiar ¡Oh sorpresa!
¡Ea, ea, ya pasó, ánimo, Juan,
que la hora se avecina!
De ganar (de una vez), de triunfar,
y de olvidarnos de perder
y de sufrir y tragar saliva
y alimentarnos por junto
de sueños (¡dios!) y de quimeras
¡Qué historia de contrariedades,
de calamidades, de fracasos,
el lado "oscuro" de un "curriculum",
cual contrapunto nostálgico
que me acompañó siempre fiel
del concierto de mi vida
arropando mi existencia
de belleza y de armonía!

¿Se puede nacer de nuevo,
vivir lo que no vivimos
u olvidar lo que se fue
aún lo que más nos marcó,
leer, ver en ciertos rostros,
en ciertas miradas, semblantes
lo que queremos ver y leer
como en viejos palimpsestos,
no en los otros sino en eso
que ellos reflejan en mí?
Sí, por qué no, la fe todo puede
que mueve y desplaza montañas
y simas y fosas marinas
y yo me pongo a leer ahora
y a ver y a creer y a escrutar
en el fondo de tus ojos
extrañamente blandos,
lo que en ellos quiero leer
¿Por qué? No lo sé, porque sí,
por sentir que te lo mereces,
porque siento que me merezco
que me mires así tú a mí
¡Mírame y olvídate a ti
que yo me olvidaré de mí!

¿Tú la más bella? Sí,
para invitarte (aller danser)
para acompañarte (si quieres)
marcando el paso tras de ti,
que te sientas contenta
de esa necesidad que sientes
que todo gire en torno a ti,
el mundo y los que te rozan
como tontas marionetas
o comparsas (¡sólo por ti!)
Siempre entre hombres
como si te dieran miedo
y sólo lo venzas así,
como si despachándoles
hicieras que vuelvan a ti.
Como la cantante rubia
de nuestra adolescencia (infeliz)
que nos era inaccesible
como ella así lo pudo sentir
de éste, de aquél (¿o de mí?)
¿Simple bluf Silvia Vartan,
Diosa/fetiche de mi generación?
(¡Recital del Olympia en París!)
¡Era tan bella, era tan rubia!
¡Con aquella carita de ángel
que me hace pensar en ti!

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