Criatura política de Aznar o no, me niego a condenar a Jaime Mora, el joven militante de las Nuevas Generaciones del PP que acaba de ser expulsado del partido (o eso anuncian) por sus amenazas a Alberto Garzón en la Red. ¡Basta de actitudes traidoras e hipócritas!
Alberto Garzón diputado de Izquierda Unida no es un diputado cualquiera ni siquiera un diputado de Izquierda Unida cualquiera, sino una de las figuras emblemáticas del 15-M que tras la indefinición o inhibición de la que dio muestras ese colectivo en en el plano electoral los meses que siguieron a su fundación acabó presentándose candidato por las listas de Izquierda Unida en Málaga en las elecciones de octubre de aquel año y tras verse elegido se convertiría en el portavoz natural y oficioso a la vez del 15-M en el Parlamento con lo que las aguas volvían a su cauce como quien dice o cada mochuelo a su olivo como dicen en Andalaucía (y como debe saberlo bien el interesado)
Aunque en parte sólo, porque la capacidad de distorsión y de tergiversación y manipulación de ese movimiento de jóvenes manipulados -igual o más que lo fueron sus antepasados ideológicos de mayo del 68 con los que se identificaron claramente en la fase de incubación del movimiento los meses que precedieron a su lanzamiento (en mayo del 2011)- siguió haciendo estragos hasta hoy mismo -aunque en ritmo e intensidad decreciente- entre amplios sectores de población, jóvenes pos-graduados y universitarios sobre todo, en la medida que sus campañas de agitación conseguían borrar no poco cualquier huella o rastro de identificación y de definición y deslinde ideológicos entre los unos y los otros (léase entre izquierdas y derechas)
Como un renacer -en versión actualizada- del mito de la (gran) Noche de la Revolución (le Grand Soir) que puso de moda el mayo francés y que tuvo cumplida aplicación el Barrio Latino -en el centro de la capital francesa- a cargo de insurrectos de fuera del estamento estudiantil muchos de ellos -como el grupo de los Katangueños, dueños y señores de de la Sorbona ocupada, y del teatro del Odeón- que protagonizarían en los pocos días que duró la intentona un espectáculo de anarquía y de desmanes increíble en un decorado de mugre y falta de higiene personal que los indignados de la Puerta del Sol, más de cuarenta años después, supieron a fe mía emular los días que duró su acampada.
De noche todos los gatos son pardos, o grises como dicen los franceses, y esa atmósfera de confusión ideológica -y pari passu de mugre espiritual y física generalizada- fue lo que más me marcó -por la vía por supuesto del rechazo- del mayo del sesenta y ocho en su versión española y más me aisló y más contribuyo sin duda al enroque psicológico (e ideológico) que fue el mío a partir de entonces- como lo tengo aquí y en otros sitios ya no sé cuantas veces contados, -en mi libro editado en francés "Le fou de Dieu" entre otros- y como lo ilustra la imagen en el recuerdo de testigos presenciales recogida en testimonios recientes en la red, en una visión divergente por completo de la mía por supuesto.
Recital de Raimon en Económicas (y Políticas) de la Complutense en mayo del 68 al que asistí y del que me salí furioso y frustrado -ante la incomprensión que me mostraron los que me acompañaban, y por la politización y la radicalización ideológica que se produjo allí dentro- antes de que terminase. Mayo del 68 en versión española hipotecó pesadamente nuestro futuro (hasta hoy) Mucho más de lo que una inmensa mayoría se imagina. Sin él, otra transición hubiera sido posibleAlgo que alcanzó niveles de paroxismo en el recital del cantante valenciano (y catalanista) Raimon en la antigua facultad de Políticas y Económicas de la Complutense en la tarde de sábado (como si sucedió ayer) del 18 de mayo del sesenta y ocho cuando se dio un fenómeno -así lo vi yo- que tanto hipotecaría el futuro inmediato de los españoles (hasta hoy) de cristalización ideológica (a la izquierda extrema) de la masa de universitarios asistentes al acto ( unos seis mil) (...), apolíticos o de orientación opuesta incluso hasta hacía poco muchos de ellos -e hijos o nietos de los vencedores de la guerra civil también no pocos de ellos por descontado- emulando todos al final puño en alto al autor del recital (¡menudo agitador!) del que en el plano artístico se volvería a oír poco (entre paréntesis)
Como hipnotizados por la imagen innegablemente ideológica y catalanista y guerra civilista -en catalán (o valenciano), casi todo (o todo) lo que cantó- que se desprendía del personaje. Allí precisamente -lo tengo ya no sé cuantas veces declarado - me curé para siempre de las veleidades contestatarias que había compartido hasta entonces contagiado como tantos y tantos de mis compañeros universitarios.
Por lo que los que aquí me leen vendrán sin duda a comprender en parte un poco la visión espectral como un aparición de pesadilla -tan traumática o traumatizante- que fue para mí la eclosión del movimiento indignado en mayo del 2011 como no dejé de dar constancia puntual de ello en una serie interminable de entradas que dediqué al tema en mi blog de Periodista Digital (hasta que me vi dado de baja) y como no habré dejado de darlo a traslucir sin duda entre líneas de mis artículos y entradas en la Red desde hace dos años y medio, para mis lectores más sagaces por lo menos.
29 de mayo del 68. En lo más álgido de la crisis del mayo francés, De Gaulle se entrevista de incógnito en Baden-Baden con el general Massu, comandante en jefe de las tropas francesas de ocupación en Alemania justo antes de su vuelta a París para retomar el control de la situación. Pocos días después saldrían de la carcel indultados los altos mandos de la OAS. De Gaulle sacrificó la Argelia francesa a su política exterior (anti-Alianza Atlántica) pero sirvió innegablemente de dique en el 68 contra el caos (la "chienlit" como él decia) y la amenaza soviética. Mutatis mutandis, el rey Juan Carlos sin duda a su pesar sirvió de barrera frente a "la spanish revolution" de los perroflautas e indignados del 15-M, patrocinada y teledirigida por el mesías negro Obama (y su lacayo español José Luis Zapatero)Aunque también comprendo que los que no tuvieron aquella vivencia por pertenecer a una generación más joven que la mía (aunque solo fuera un poco) y haber llegado tarde (por lo pelos aunque fuera) a ese momento cronológico tan crucial y decisivo de nuestra historia contemporánea no estuviesen y siguen sin estar en medida de calibrar del todo el desafío aquél idéologico tan terrible, de vuelta cuarenta años después, en mayo del 2011. Se deja engañar sólo el que quiere, reza también el refrán no obstante, y para algunos esa excusa de la edad no cuenta, en modo alguno. Y se puede decir que acabaron abrazando el 15-M y su ideal subversivo e insidioso de cochambre física y espiritual, y disgregador y en el fondo islamizante y anti-español, porque era eso lo que les pedía el cuerpo y lo que en el fondo iban buscando
Y por eso ahora ante el mensaje doble o triplemente insidioso -contra el "odio" que destila según él la legislacion anti-terrorista en vigor- que el joven diputado indignado (de IU) acaba de colgar en la red por cuenta del fallo de tribunal europeo de los derechos del hombre sobre la doctrina Parrot, me siento en la imposibilidad moral de condenar el mensaje (de amenaza) que le habrá dedicado un joven militante de las Nuevas Generaciones (del PP) que se habrá visto (faltaría más) descalificado por su partido de inmediato. Lo que le habrá abierto tal vez los ojos, libre de ataduras. "Eran mucho peores -reza el texto bíblico- de lo que imaginarte podías" Lo dicho, donde las dan las toman.
Doctrina Parrot. ¡Aparte de mí ese cáliz! Y me refiero a le pereza invencible casi que me acomete poniéndome a disertar o a dar mi opinión por breve y somera que sea sobre ese tema. Por arduo y extenso sin duda el trabajo de clarificación que exige. Como lo exige a su vez la temática de las víctimas -el distinguir entre unas víctimas y las otras- o esa otra aún mas candente y urgente de la legitimación de la violencia dela que me ocupé en una entrada recientemente en el marco de la polémica, que habrá estallado -sobre esos dos temas- al interior de la plataforma España en Marcha los últimos días (¡y en buena hora_)
Porque me parece no menos urgente el distinguir entre estrategia del combate anti-terrorista -"in casu" de la lucha anti-ETA- y la temática de la política penitenciaria, que tiene con aquella una relacion secundaria y encierto modo indirecta. ¿Pena de muerte contra terrorista y violadores de derecho común (todos juntos bien revueltos) o prision de por vida (o penas incomprensibles como le dicen los belgas)? Por mí que no falte...A condición que toda esa oferta al mejor postor -los franceses le dicen "surenchère"- en materia de rigor penal y penitenciario no acabe volviendose hipócritamente contra los verdaderos anti-terroristas como me cupo experimentarlo (¡ay dolor!) en propia carne en mis años de estancia en bélgica. Y quien pueda entender que entienda.
En claro y en crudo para los de difíciles entendederas: ningun miembro de la ETA de los muchos que econtraron refugio de incógnito o a las claras por estas tierras belgas durante décadas tuvo que sufrir ni de lejos (ni de broma) las penalidades penitenciarias -y las miserias judiciales- que se me impusieron a mí en mis anos de residencia (veintisiete ya) en Bélgica
2 comentarios:
Bueno, si hubiera pena de muerte para los terroristas tu ya estarias criando malvas hace tiempo
No sé de qué me hablas. Se mete tu ídolo en camisas de once varas y luego se extraña encontrarse con la horma de su zapato. Donde las dan las toman, amigo (por llamarte de alguna forma)
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