martes, noviembre 25, 2014

"YES, WE CAN" OBAMA Y SU AHIJADO IGLESIAS

Reunión en la Casa Blanca de Obama y su mujer y Zapatero y familia, su mujer y sus dos hijas, de las que una de ellas, la mayor, tomó parte activa en la acampada de los indignados de la Puerta del Sol, al principio por lo menos. No creo en las meigas pero hay las. Podemos –en inglés “we can”, del lema presidencial del actual presidente USA- viene de allí. ¿Fracasó la spanish revolution? A la segunda pasada (se dicen) irá la vencida. En más suave y no menos insidiosa que la primera (…)
¿Lo de Podemos es serio (un decir) o es simplemente un montaje de los medios? Cabe preguntárselo a tenor de recientes escándalos que han salpicado algunos de sus miembros y a su líder –por culpa de su compañera- y de las graves divergencias como grietas sin fondo que están apareciendo entre ellos en tema nada triviales. “Mirad bien esta cifra” exclamó en la Cámara de los pares de la Restauración borbónica (en Francia) el primer ministro (de su majestad), el “ultra” Villèle, “porque no la veréis más”, mientras hacía aprobar por sus pares lo que se dio en llamar el “milliard” (mil millones) de los emigrados (monárquicos, “émigrés”) de vuelta a su tierras tras la revolución francesa. Lo mismo podrían, podríamos decir algunos de la cifra por la que ahora se ve la novia –o compañera de Pablo Iglesias en la picota- de ciento treinta mil euros.

Ciento treinta mil euros para gente normal de la calle –no hablo de perro flautas- es mucho dinero, en España como en Bélgica. En términos fácilmente accesibles al vulgo, algo así como un horizonte de futuro despejado sin la menor nubecilla durante años (unos diez por lo menos) Si hablamos de lo que pueda suponer para la casta, ese ya es otro tema, pero por definición Pablo Iglesias y los suyos son la anti-casta. Algunos los vemos no obstante como formando fatalmente parte de ella, y estas noticias no hacen más que reforzarnos en nuestras convicciones al respecto y de paso el reavivarnos ciertos fantasmas.
En este clásico de historia de civilizaciones, se vería plasmado el concepto de civilización católico-mediterránea léase el Mediterráneo en la época de Felipe II parafraseando el título de la obra. El Mediterráneo huele a muerto hace siglos y para darse cuenta solo hay que ponerse a mirar un rato hacia el lado “de enfrente” a lo lejos en cualquier playa del Sur de España (vertiente mediterránea) Pero no por culpa de la emigración (musulmana) –como sostiene ahora el papa argentino- sino por el choque de civilizaciones que tuvieron de teatro sus aguas y sus costas durante siglos y por el cerrojazo que le impusieron los ingleses convirtiéndolo en un mar interior desde la batalla de Trafalgar que sellaría el declive de la potencia naval francesa y de la española. Como lo denunció el escritor fascista francés Drieu la Rochelle en su Diario, poco antes de abrir la espita del gas, en el 44, lo que acentúa el valor profético de su diagnóstico
A mí que conste que en principio no me causa escándalo, ni siquiera me hubiera llamado la atención si no fuera por el estruendo mediático, ocurre no obstante que Pablo Iglesias (y los suyos) son partidarios declarados de la opción preferencial de los pobres, como lo es el papa Francisco, lo que explica que el líder de Podemos haya escuchado a aquel con contento (y fruición) en su discurso en el parlamento eurpeo y lo que deja en suspenso en cambio que algunos de sus colegas y compañeros de partido hayan mostrado su desaprobación abandonado el hemiciclo.

El papa de los pobres ha centrado su discurso en el hemiciclo del euro parlamento en la inmigración, que es un drama y una tragedia si se quiere pero no más para ellos que para nosotros. Y además de eso es una amenaza –a nuestra integridad- lo que el papa de los pobres heredero del concilio no podría nombrar sin negarse a sí mismo y a la institución (“aggiornada”) que representa. “No se puede permitir que el Mediterráneo siga siendo un cementerio”, esa habrá sido tal vez su frase más sonada –silenciada en cabio en la prensa belga, curioso (…)-, como un eco de su discurso en la isla de Lampedusa nada más ser elegido papa que dio el tono de su pontificado.

De un continente asustado (sic) y replegado (sic) sobre si mismo, habló –resumiendo el meollo de su mensaje- en la Eurocámara el papa Pancho argentino. Culpabilizando, como siempre –se diría que una segunda natura en el catolicismo romano y en sus pontífices- y metiendo la cabeza debajo del ala frente a los verdaderos peligros y amenazas que se ciernen sobre nosotros, “creyentes o no creyentes” ¿Hasta cuándo?

El Mediterráneo fue siempre si no un cementerio sí un campo de batalla, y su carácter cementerial se iría acentuando cuando los ingleses le echaron el candado a principios del siglo XVIII como aquí ya lo tengo explicado. ¿El Mediterráneo acaso no puede o no debe serlo, y el mismo suelo del continente europeo en cambio sí? Ucrania por ejemplo, que brilló por su ausencia en el discurso del papa. Habló además sólo del Mediterráneo y no del Atlántico, otro océano europeo (en parte al menos, como el Mediterráneo), ruta de una de los principales corrientes migratorias en dirección de Europa, la que pasa por España. Las corrientes que afluyen en territorio español son mayormente originarias del África (negra) subsahariana, las que afluyen en Italia son mayormente procedentes de países de confesión musulmana en situación (endémica) de guerra o de conflictos latentes, como Libia y como Siria (y países colindantes)
Estampa de una villa miseria de Buenos Aires donde ejerció ministerio el papa Francisco muchos años. “Su nombre –sin duda por lo de Juan y lo de Fernández- es altamente simbólico aquí” me dijo a poco de mi llegada a Bélgica en tono (velado) de desafío un profesor de la Universidad Libre de Bruselas. Y el apellido italiano del papa argentino, que me diga italo-argentino se reviste de mucho mayor simbolismo todavía. La unión de Europa y de la América hispana –y luso/hispana- prescindiendo de España de Portugal y del legado cultural –y religioso- de todo tipo que les dejaron a todos los pueblos de habla hispana del otro lado del Atlántico, eso es lo que su subida al trono pontificio grosso modo venía a propiciar y a significar más que nada. Como no hacen más que confirmarlo sus gestos a cual más equivoco y sus mensajes culpabilizante por cuenta de nuestro pasado común, español como europeo
La alianza de civilizaciones, buque insignia de los gobiernos Zapatero y que el gobierno español actual habrá un congelado un poco (ma no troppo) pasa –secreto a voces- por el Vaticano. Una alianza que viene de lejos. Todos los papas de la iglesia del concilio acorde al ecumenismo que proclamaría solemnemente aquella augusta asamblea practicaron el diálogo y la convergencia con las demás religiones y en particular con las otras religiones “del Libro” –el Islam y el judaísmo-, en el plano diplomático y geoestratégico no obstante la palma de las atenciones y preferencias y complacencias se la llevaría la confesión musulmana por su peos demográfico y geoestratégico aunque sin duda no tan influyente en los más altos niveles del poder mundial como la religión judía, y el pontífice que más lejos llevó esa alianza de culturas (y religiones) lo fue sin duda el papa Wojtyla.

“El amor en los tiempos del cólera”, así se podría glosar esa apertura tan irresponsable y tan ingenua hacia el mundo musulmán del Vaticano bajo el pontificado del papa polaco, en plena erupción y efervescencia del integrismo islámico que fue sin duda uno de los signos mayores de las últimas décadas del siglo XX y de los inicios del milenio y que como tal marcaría al rojo los años de aquel pontificado como lo ilustra el atentado del que aquel se vio víctima de parte del turco (musulmán) Alí Agca.

Una tendencia que se reforzaría decisivamente –por paradójico que pueda parecer- a raíz de aquel atentado (…) La emigración, que me diga la (pretendida) insolidaridad europea (sic) para con los emigrantes y el desempleo juvenil, dos calamidades bíblicas en el mensaje europeo del papa. De la amenaza global que pesa sobre el continente, a su integridad y a su identidad colectiva, ni la menor palabra en los labios del pontifica. Peras al olmo sin duda alguna.

Curioso y enigmático ese desmarcaje del líder de Podemos –en desacuerdo con algunos de sus correligionarios- en relación con la izquierda de la izquierda en la Eurocámara, tanto como lo fue su lineamiento con ellos desmarcándose así de Syriza su partido hermano griego, que juegan la carta UE, en el tema Ucrania (…)

El mesías de Podemos habrá demostrado –aunque no sea más que por el éxito que habrá acompañado hasta ahora a su iniciativa- no poco olfato político. Y el gesto que acaba de tener ahora aplaudiendo el discurso del papa argentino que se habrá merecido en cambio el abucheo de sus vecinos ideológicos (y más que eso) de la izquierda plural de la Eurocámara, hace pensar a la frase del rey borbón (francés) Henri IV de “Paris bien vale una misa” España peses a los escándalos sigue siendo (mayoritariamente) católica y el líder de Podemos que se define "no religioso", a todas luces ha intuido o comprendido que sin el visto bueno del Vaticano ya se pueden ir despidiendo él y los suyos de esos sueños que acarician de llegar en un plazo más o menos breve a la Moncloa.

El papa de las villas miserias del gran Buenos Aires (mestizo), se habrá despachado también en su discurso en la Eurocámara contra la opulencia (sic) de los países europeos. ¡Peste sexual la que propaga la institución eclesiástica y no menos apestado el pauperismo bíblico, que parece ser el buque insignia del actual pontificado! La prosperidad y el bienestar no son pecado, ni individual ni colectivo, sino frutos inconfundibles de civilización (verdadera), en todos los países y en todas las latitudes.

Y el mensaje de pauperismo del papa Francisco no deja de hacerse eco de una de las obsesiones mayores en los mensajes y discursos del papa Juan Pablo II, de la fase final de su pontificado, a saber el consumismo/occidental que era el latiguillo omnipresente en sus viajes pastorales por los países de la Europa del Este tras la ciada del Muro, y que no sonaba a muchos a toque de difuntos, a un lamento o aun de profundis por la caída de los regímenes comunistas, y no el Magníficat o el toque de fiesta que hubiera cabido esperar se su/santidad y que algunos ingenios se empecinaban en querer leer -contra toda evidencia- en sus gestos y palabras a los países de Europa del Este en plena fase de poscomunismo, en los últimos años de aquel pontificado.

¿Todo listo para la llegada a la Moncloa de Pablo Iglesias como lo estaban en Grecia para el triunfo (parlamentaria de la izquierda radical anti-sistema? Los plácemes y parabienes -y nihil obstat- parce que ya los tiene todos, de la UE como del Vaticano y sobre todo de la Casa Blanca. Obama, el amigo de Zapatero se sintió sin duda frustrado por el fracaso (polvoriento) de la spanish revolution, y no ceja en su empeño de metérnosla doble (o doblada, con perdón) y para ello sin duda toda la vaselina le es poca (y vuelvo va pedir perdón a los lectores)

¿Fracasaron lo indignados en la calle? No importa, se habrá dicho el inquilino afroamericano de la Casa Blanca. “Yes, we can” (en traducción al español, “podemos”) (…) Y sin duda por eso, los poderes mundiales están apostando de nuevo a todas luces por otros indignados un poco más presentables pero tan okupas y asociales –e insidiosos y perniciosos- unos y otros en el fondo

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lamentable y significativo que Pablemos elogia a Bergoglio.
Es evidente q Pablemos concuerda con el Sistema imperante en temas como feminismo, homosexualidad, inmigracion y mestizaje y seguramente tambien es contrario a Putin, contrario a una Europa blanca.