sábado, noviembre 29, 2014

DECAPITACIONES ISLAMISTAS O EL AUGE IMPARABLE DEL FRENTE NACIONAL

Marion Maréchal-Le Pen, nieta del fundador del Frente Nacional, se perfila –mientras escribo estas líneas- ganadora de las elecciones internas a la dirección del comité central del partido que deberán ser oficialmente proclamadas en el congreso del partido en vísperas. Marion representa el ala derecha del partido frente a un ala izquierda que habría sido alentada hasta ahora por la propia presidenta, Marine le Pen, tía (carnal) de Marion, y con la que algunos medios se empeñan en enredarlas en sorda rivalidades de cara al futuro. La nieta de Jean Marie Le Pen arrastra un drama tras suya –el de sus orígenes (de hija natural no reconocida por su propio padre biológico)- que sin duda la tiene reservada un destino a parte, en política como en su propia vida (pública y privada)
Jean Marie Le Pen acaba de hacer unas declaraciones -pertinentes y oportunas que no dejaran de traer cola en respuesta al espectáculo salvaje, macabro y escandaloso ofrecido por el ejército islámico del Irak (EI) difundiendo al mundo entero un video de decapitación de prisioneros, y por darse además la circunstancia que uno de los ejecutantes es un joven converso musulmán de nacionalidad y ascendencia francesa -Maxime Hauchard de su nombre-, originario de Normandía una región limítrofe con la Bretaña natal del fundador del Frente Nacional por lo que este se habrá sentido obligado a darse por aludido, que es el primer paso (valiente) a la hora de recoger el guante de un desafío, de órdago a la grande por cierto, como el que plantea el integrismo musulmán al mundo civilizado y en particular a la Europa actual (incluida, en primer lugar, España)

En sus declaraciones Jean Marie Le Pen evoca la guerra de Argelia –y su participación en ella- donde los adversarios del ejército francés practicaron el degollamiento, método habitual –recuerda le Pen-de ejecución en el mundo islámico. Lo que es nuevo dice es la escenificación de esas ejecuciones destinadas a aterrorizar a los adversarios y a ganarse a los musulmanes del mundo entero. Y en su respuesta Le Pen despierta el fantasma de la guillotina, “una forma de ejecución mucho mas limpia” El degollamiento fue practicado en zona roja en los inicios de la guerra civil como se ve atestado e ilustrado en el caso del general Lopez Ochoa y del doctor Albiñana.

¿Los Le Pen padre e hija se encuentran acaso al borde de la ruptura como lo pretenden en Francia ciertos medios de la prensa global? A creerles, a un Jean Marie Le Pen nacionalista y furibundo partidario de la Argelia francesa anticomunista y revisionista y permanentemente en la cuerda floja de verse tachado de anti-semita se opondría en lo sucesivo su hija –y con ella su compañero sentimental (de ascendencia judía)- que encarnaría una línea de compromiso con el estado francés que le llevaría fatalmente –en su estrategia de alcanzar a corto plazo la presidencia de la nación- a aguar su mensaje a limar asperezas y a purgar su ala extremista para contentar a los poderosos y sabios que la aconsejarían (desde fuera), y a revisar la propia historia de Francia contemporánea y en particular la figura del general De Gaulle fuente de discordia hoy como ayer entre franceses (patriotas) En el congreso en vísperas tal vez se pueda ver más claro en el tema aunque todo parece apuntar que no habrá tal ruptura, y que todo se habrá limitado a un juego de tontos (en francés “jeu de dupes”) para desorientar de puertas afuera
Al general López Ochoa, republicano (y al parecer masón) que había mandado las tropas enviadas por el gobierno republicano de Lerroux y Gil Robles a aplastar la revolución de Asturias, según la fuente más comúnmente admitida le cortaron la cabeza y a seguir la pasearon por todas las dependencias del hospital militar Gómez Ulla de Carabanchel donde se hallaba hospitalizado al momento de producirse el alzamiento aunque según otras fuentes el “paseo” llegó hasta la mismísima Puerta del Sol, donde esperan arribar “las marchas de la dignidad” previstas para mañana sábado (…) Al doctor a Albiñana según la fuente más divulgada lo fusilaron en la cárcel Modelo y acto seguido le cortaron la cabeza y sus asesinos anduvieron jugando al futbol con ella (…)

En su novela Leyenda del César Visionario incluye Francisco Umbral un episodio no poco enigmático y ruidoso, de las picotas –columnas de piedra terminadas en punta- de las murallas de la ciudad castellana indefinida del relato en la que arecen una mañana las cabezas decapitadas de rojos de los más significados de la localidad. Un botón de muestra –así lo expliqué en mi libro sobre Umbral- de esas formas exorcismo histórico que la practica en sus novela guerracivilistas sin escrúpulos ni complejos. ¿Se dieron caos de esos en zona nacional? Es posible, lo que no admite discusión en cambio son los casos que mencioné mas arriba, sobre los que Umbral guarda un silencio sepulcral en cambio, por más que a uno de ellos López Ochoa no deja de nombrarlo en la Leyenda.

Como sea, las decapitaciones que ahora practican y exhiben difundiéndolas en los medios los terroristas fundamentalistas islámicos viene a anunciar una escalada en la guerra de propaganda de un integrismo musulmán que el papa Francisco habrá condenado por su nombre sin tapujos –no nos duelen prendas- en su visita en curso en Turquía. Y confieso que al llegar a esa zona geográfica del mar Bósforo me desoriento y me pierdo un poco. ¿Acaso no fue el premier turco actual –amigo de Zapatero- uno de los valedores principales de la resistencia anti-Assad una de cuyas corrientes venía a integrarla precisamente el Ejército islámico del Irak y del Levante (su nombre completo)?
Blas Piñar, notario de profesión y fundador de Fuerza Nueva pasa a la historia como la esperanza blanca (frustrada) de la derecha y de la extrema derecha española –para entendernos- en la España de la democracia. Salió su nombre a relucir en la breve entrevista que me concedió hace dos años Jean Marie le Pen, y sin duda que no fue algo anecdótico en la medida que Jean Marie le Pen consiguió con éxito en Francia lo que Blas Piñar y detrás de él otros émulos –en su órbita- intentaron una y otra vez con un fracaso polvoriento y estrepitoso. ¿Por qué? La pregunta del millón
Para españoles y occidentales en general –entre paréntesis-, para franceses por ejemplo, el Levante es el lugar por donde amanece el sol, entre musulmanes en cambio no se sabe bien su significación precisa. Acaso por ser la zona donde se alzó (simbólicamente) el sol de Saladino que arrebato Jerusalén a lo cruzados y uno de los grandes referentes históricos del mundo musulmán. Saladino venia de esas regiones de líneas de demarcación un tanto imprecisas y movedizas en los cofines de la Turquía actual de Siria y de ciertas regiones –oscilando entre ambos países- del Kurdistán.

Las declaraciones de Jean Marie Le Pen habrán precedido de pocos días la apertura –el lunes próximo- del congreso del frente Nacional francés donde se prevé la renovación de liderazgo de Marine Le Pen, que algunos medios franceses se obstinan en presentar en franca ruptura con su propio padre y fundador del partido, en ciertos puntos polémicos y litigiosos por lo menos.

Las declaraciones de Jean Marie Le Pen habrán precedido de pocos días la apertura –el lunes próximo- del congreso del Frente Nacional francés donde se prevé la renovación de liderazgo de Marine Le Pen, que algunos medios franceses se obstinan en presentar en franca ruptura con su propio padre y fundador del partido, en ciertos puntos polémicos y litigiosos por lo menos. Un juego de tontos –en francés “jeu de dupes- para despistar de cara a la alegría más que otra cosa, lo que deberá confirmar el congreso ahora en vísperas. En él se enfrentan no obstante dos tendencias bien visibles y claramente divergentes, la una representada por el secretario general del partido, Philippot, un funcionario (de carrera)) brillante en el que muchos dentro del FN ven un advenedizo, por arrastrar un pasado político en las cercanías de Jean Pierre Chevenement antiguo ministro (socialista) de Mitterrand y representante de una ala critica en el seno del socialismo francés de antiguo.

La otra tendencia digamos la del Frente Nacional de toda la vida la encarna la nieta del fundador, Marion Marechal-Le Pen, hija de Yann Le Pen, la segunda de las tres hijas del fundador, y que llevaría –de notoriedad pública ilustrada por un libro reciente que no tuvo desmentidos hasta la fecha- el apellido del segundo marido de su madre, y que su verdadero padre biológico sería un periodista de choque corresponsal de guerra en el Oriente Próximo –en el Líbano y en el Irak-, y embajador de Francia en Eritrea algún tiempo bajo la presidencia Sarkozy, que acaba de fallecer de resulta de un cáncer hace unas semanas apenas.

Marion Le Pen con veinticuatro años de edad se perfila -según informaciones de última hora mientras escribo estas líneas- la ganadora de las lecciones internas por la presidencia del comité central del partido, y vendría pues a reforzar el ala derecha del FN frente a su ala izquierda liderada por Philippot que llegaría solamente cuarto según resultados no oficiales que deberían ser anunciados el domingo próximo. Como sea del juego de tendencias en su seno el ascenso imparable del frente Nacional francés es uno de las grandes tendencias (trends) en la política francesa los días que corren por no decir uno de los signos mayores en la marcha de los acontecimientos en la Europa y en el mundo de hoy. Y las comparaciones urgen irresistibles entre muchos españoles ante la emergencia en el país vecino de un partido de esas características digamos tan incorrectas.
Lugar exacto donde fue fusilado José Antonio (el 20 de noviembre de 1936) en circunstancias verosímiles –de mutilación, y de profanación de su cadáver-  de atrocidad y de barbarie. El síndrome (joseantoniano) de la cárcel de Alicante, inseparable de un guerra civil del 36 que duró hasta hoy ya ochenta años, es un factor imprescindible a la hora de explicar la (principal) anomalía electoral de la política española en tiempos de democracia. Del por qué Jean Marie le Pen habrá conseguido en Francia lo que en España –pese a los esfuerzos innmeros- hasta ahora no pudimos conseguir
¿Por qué en Francia sí y en España en cambio no? La pregunta del millón sin duda alguna a la que no pocos –gurús de los más acreditados entre ellos- han intentado dar repuesta en vano hasta la fecha. En la corta entrevista que me concedió –unos minutos apenas- Jean Marie Le Pen en abril dos mil doce al final de la conferencia de prnsa de su hija en la sede del partido en Nanterre (en las afueras de parís) -a la que fui invitado en calidad de periodista "free-lance" por cuednta del dirio de internet Periodista Digital- salió a relucir el nombre de Blas Piñar, o digamos que lo saqué yo porque el fundador del FN hizo alusión a él –“le notaire”- sin mencionar su nombre (¿acaso porque ya no se acordaba?), y no fue una alusión anecdótica si se tiene” en cuenta que el notario hoy fallecido fundador de Fuerza Nueva se propuso sin duda emular el éxito de la formación (amiga) del país vecino que empezó a fraguarse hace ahora treinta años, sin conseguirlo ni él ni otros émulos que le sucederían más o menos en su órbita.

No me las doy de gurú ni tampoco de profeta pero no creo que haya que ser un lince para concluir que los claves de la “anomalía” (electoral) española son inseparables de nuestra idiosincrasia propia e intransferible y de un pasado que no pasa igualmente propio e intransferible a saber la guerra civil española o guerra de los ochenta años –aun en curso- como la definí (y analicé) en recientes entradas, e inseparable de ella otro factor del mayor peso e influencia a saber el síndrome (joseantoniano) de Alicante que paralizo y mino (por dentro)- y esterilizó –y hecho a perder- hasta ahora todos los esfuerzos en ese sentido de sectores afines (grosso modo) a los de la formación francesa en la política española;

¿Quién le pndrá el cascabel al gato? Quién recogerá el guante del desafío que esa anomal´`i tantipicia, ese vacío en; la poticia española que hasta ahora solo supo llenar los de Podemos (con podersoas ayudas internacionales y la bvendicion de los medios) Como supo hacer en Francia Jean Marie Le Pen y como lo sigue sabiendo hcer frente al escándalo (islamista) de las cabezas decapitadas

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