domingo, agosto 31, 2014

Reina del Firmamento (poesía en domingo)

Y se me paró el verano
de pronto cuando ya se iba,
en la noche madrileña
entre el calor y la brisa


Cuando al pasar me dio el alto
un chorro de voz de mujer
plantada en medio ¡Qué rostro
joven y bello! ¡Qué ojos!
Devorándome, chupándome
el aire, la luz, el aliento
En la penumbra (en el umbral)
Entre la noche y la luna
Entre formas y apariencias
Entre lo vivo y lo muerto
Entre la luz y las sombras
Entre vida y fantasía
Entre mi vida y la suya
Entre allí y aquí (en Madrid)
Entre las brumas del Norte
y los ritmos (locos) del Sur
que me empujan, me transportan
y me hacen de pronto soñar
con tus ojos, con tu boca

(Solo en medio del gentío
cual paria sin/documentos)

Me apareciste como un flash
Haciendo surcos al pasar
rauda, al trote, con tu pelo
lacio y suelto como el viento.

Y el verte aparecer así
me cambió los pensamientos
sobre la marcha, a tu ritmo,
mujer con prisas ¡Qué vértigo!

Y al marcharte algo me dijo
Que te volvería a ver
(un presentimiento…de fé)
¡Rubia en polvo y luz! (y verso)


Y se me pasó así la vida
Siempre en el filo ¡Qué vida!
Entre la patria y el exilio
Entre la gloria y la agonía
Siempre en el quicio (en el borde)
del derrumbe y la caída

¿Y sabes lo que me salvó?
Que lo aposté todo a una carta
que me hizo revivir, la tuya,
o renacer como Ave Fénix
De tanto sueño en cenizas
De tanto sudar y bregar,
mujer de vuelos rara avis
que me acabé estudiando bien
y aprendiendo ¡Ciencia nueva
de tus idas y venidas
de tus pliegues y dobleces,
tus sueños y pensamientos!
Y cuando pienso en tí mi amor
todo se me hace azul (¡“cool”, “coool”!)
Y me muevo como un sonámbulo
en medio del túnel sombrío
-¡en qué sitios yo me meto!-
obligado a andar con muertos
Y lo olvido todo, mujer,
Porque todavía más infernal
Lo sería un mundo sin Tí
¡Reina del Firmamento!


De gafas negras, de noche,
así me gusta a mí Madrid,
así es como mejor me siento
arropado (y bien mullido)
discurriendo entre la gente
con mi pasado a la espalda
y un futuro a la intemperie

A cuerpo limpio por la vida
en estos fines de estio:
mi hora azul. Tiempo poético
(Septiembre del dos mil catorce)

Volando en una nube azul
mientras ando por la calle
con tu rostro en mis dos gafas
y tu nombre (hondo) en mi mente
por mi paseo nocturno
en la penumbra caliente,
con un solo temor, mi amor:
que se "me rompa la noche"
(que se me pase esta fiebre)

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