domingo, agosto 17, 2014

Oda al Futuro, y sus sonrisas (poesía en domingo)

Las notas tersas, claras,
tristes, dulces, lindas,
cristalinas y calientes
del piano ¡Femeninas!
En la tarde (gris) de verano
¡Tan preñadas de poesía!

Con las que arropar despacio
tu recuerdo, tus sonrisas
de esas que agrietaban muros
¡Qué sonrisa! ¡Tuya y mía!

¡Eso era, eso fue, justo así
¡Como me emocionó esa canción!
¡Los muros de piedra, de cal
partidos, hendidos en dos
del rayo láser de tus risas!
(hechas una con las mías)

Esa risa eterna, infantil
que te ofrecieron los dioses,
que presidió nuestras vidas
que solo llegará a su fin
cuando este mundo se acabe
y acabe con él la risa

Esa risa eterna (y diosa)
Que a punto de perder estuve
En algún trance ¡Qué trances!
Y a veces dejé olvidada
de joven adolescente
-¡taciturno me decían!-
(¡qué gracia, cuando lo supe,
ni imaginarlo a fe mía!)

Esa risa que te ofrecí,
para ti, sí (¡o no lo sabías!)
¡Niña lista, niña idiota!
¡Lo único que tenía!
Que guardé siempre para tí,
que te dejé para siempre
Por si te vas y no vuelves
y te la llevas contigo
Que estoy seguro mi amor
que me la devolverías
(en las vueltas de la Vida)

Antes de que se me haga tarde,
antes de que me llegue la hora,
de decir presente a la muerte
(o a la vida) por los vivos
en la noche (entre ruinas)

Antes de quedarme sentado
cansado de luchar, de soñar,
charlando con mis fantasmas
Y persiguiendo quimeras
en mis sueños y utopías.

Antes de que llegue el momento
del desenlace, de la acción.
Que pueda verte a lo lejos
¡Tierra madre (redimida)!
Y el Nuevo Orden (del Milenio)
que tanto amasé en mi mente,
entre sudores y fatigas

Cuando se cumplan los tiempos
y nos sonría el Futuro
¡Al fin! (Y la Victoria)


Poesía con una “historia”
¡La historia de mis poemas!
Poema “condensado” (”en prosa”)
al tún tún, a vuela pluma
que se hizo mayor, melopea,
monótona ¡Melancolía!
Y al final apretó el ritmo
y encontró su metro (el suyo)
a su medida, su rima
entre antiguos y modernos,
entre Memoria y Olvido,
entre al arte mayor y el menor,
y entre norma y fantasía


Poesía sin tatuaje
la que te ofrezco, princesa,
que nunca tatué a nadie,
y tú tampoco eres de “esas”

Una poesía de altos vuelos
sin moverme de mi sitio,
de mi cuarto (¡y que digan!
¡Quién se cree, por quién se toma?)

Poesía de amor, de guerra,
aunque te choque (“¡qué rara!”)
no te diga o no te guste,
te de miedo o te estremezca

Poesía de a mil años luz
es cierto, o de “otro planeta”
De un Norte al que transplanté el Sur
que me traje en la maleta

Poesía de un vate que huyó
y puso tierras por medio
y otros cielos (de otras lenguas)
y ganó así un tiempo loco
que le iba salvar (redimir)

La poesía de un poeta
que nació pronto –o tarde-
y que pagó con sus versos
por confundirse de época
y creerse allí estando aquí

¡Poesía de una musa (¿o mil?)
que me inspiró y me guió
envuelta en un manto de tul
y cofia de hada madrina,
que me condujo hasta tí,
navegando en un Pegaso
-los dos- de armonía y de luz!

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