SABADO DÍA QUINCE ¡ATENCIÓN AL DISCO ROJO!

Paisaje lunar del Maidãn de Kiev -que empezó modosito- al producirse el estallido. Lo que algunos van buscando en París, plaza de la República. Un movimiento post marxista (sic), el 15-M francés nacido para neutralizar el corrimiento a a derecha del paisaje político francés (parejo al de otros países europeos) ¿Pos marxistas? Más rojos (e insidiosos) que los rojos!

Quince de mayo próximo, fiesta de Pentecostés. ¡Lagarto, lagarto! Los indignados del 15-M francés plaza de la República acaban de convocar una jornada de movilización internacional para el sábado de la semana próxima, 15 de mayo, un guiño más que evidente a los indignados españoles y al espíritu/santo a la vez (de la tradición judeo/cristiana) Aquí ya hice mención del comentario -enfervorizado- que mereció la gran manifestación del sábado siguiente a la fundación del 15-M en la Puerta del Sol a dos figuras destacadas de la prensa religiosa española, a saber, el de un nuevo pentecostés.

Y la ligazón más que evidente entre indignados franceses y españoles nos lleva a pensar o a preguntarnos si el lanzamiento del 15-M francés no lo haya sido en concertación, me explico, no con los indignados españoles propiamente dichos que ya no existen, me explico que se evaporaron en la natura tras el fracaso de su movimiento o se difuminaron o pulverizaron en mil grupos para volver a reagruparse otros en otros grupos de una natura un tanto diferente como el de Podemos (y sus marcas en las diferentes regiones españoles)

No me refiero a ellos, ya digo, sino a sus verdaderos mentores que lo fueron -a nivel español- no otros (secreto a voces) sino el partido socialista y líder supremo de entonces. Y tal vez sea una coincidencia, no obsta que llama la atención que el 15-M francés haya nacido tres semanas apenas -y cuando el proyecto de reforma de la ley del Trabajo que les sirve oficialmente de pretexto o de coartada levaba ya un mes y medio en danza- transcurridas del fracaso de la votación de investidura de Pedro Sánchez en España.

¿Figuraciones mías? Me he estado leyendo a efectos de la preparación de este articulo un interesante estudio sociológico y politológico a la vez recién aparecido sobre “Nuit Débout”de alguien (fuera de toda sospecha) que se muestra a la vez critico y favorable a ese movimiento, y que lo sitúa en el contexto de derechización creciente (sic) de la opinión publica en los diferentes países europeos, caracterizándolo como una tentativa un tanto a la desesperada (sic) de re centrar el paisaje político francés hacia la izquierda.

¿Y de paso (nos preguntamos nosotros) correr hacia la izquierda también -aunque sólo sea un poco- el panorama político en España sumida en una crisis política sin precedentes desde hce varios meses? Y ello por razón de los vasos comunicantes que unen de antiguo -yo diría dese el estallido de la guerra civil española e incluso antes desde la proclamación de la II República- a España y a Francia y a sus situaciones políticas respectivas.

Y esos síntoma de desesperación -rayana en el pánico- de los mentores supremos de este movimiento de indignación callejera se hace ahora un poco más palpable a medida que se va estancando y cosechando fracaso tras fracaso en la opinión publica y en la calle, en Paris como en el resto de la geografía francesa -y en el extranjero (por ejemplo en Bélgica)- donde se puede decir que no habrán encontrado prácticamente ningún émulo.

Un sondeo francés recién aparecido y anunciado bajo el titulo -”Nuit Debout divide a Francia”- en un diario belga, da cincuenta y uno por ciento a favor de Nuit Débout, contra cincuenta y uno en contra, otro sondeo en cambio recogido en la misma noticia -pero sin la negrita nota bene que se reserva al primero- da cuenta de un cincuenta y cuatro por ciento (sic) partidarios de la prohibición (sic) pura y simple del movimiento, por las violencias y destrozos que hasta ahora vienen ocasionando.

¿Por qué esa indecisión o cacofonía mas bien en el tratamiento periodístico del tema, algo igualmente perceptible en la prensa española)? Y a ese respecto un elemento sale a relucir en el estudio comentado mas arriba, y es que una parte importante de los integrantes de aquél son periodistas (jovenes) en situación de precario, que votan a la izquierda, y a los que a menudo la linea editorial de sus periódicos respectivos les pilla con el pie cambiado.

Y el paralelismo con el análisis sociológico que me permito en mi libro sobre Podemos y el 15-M que atribuí a las nuevas clases -legatarias en su gran mayoría de una memoria de vencidos de la guerra civil- surgidas de la democracia (y del tardo franquismo) salta a la vista, no me digan. Sábado de la semana que viene, sábado de Pentecostés. ¡Atención al disco rojo!