La Historia es la que es. Espectáculo Luz y Sonido "Lux Gothorum" (La Luz de los Godos) proyectado el pasado sabado en el castillo de Guadamur (¡bonito nombre!) -localidad enclavada en los montes de Toledo- en el marco de las IX Jornadas Visigodas celebradas en la localidad, y por el que viene el escándalo ahora y la fiebre de la izquierda guerra civilista. Se evocaba un hecho histórico de la mayor significación y estrechamente relacionado con esa localidad toledana, a saber la recuperación del tesoro visigodo (de Guarrazar) por la via de las negociaciones con el III Reich y con el régimen de Vichy del mariscal Pétain -tras la visita de Heinrich Himmler a España (octubre del 40)- del Tesoro de los Reyes Godos, también llamado tesoro de Guarrazar del que nos desprendimos en tiempos de Isabel II. Cinco cruces y seis coronas (de oro) pertenecientes a reyes godos, entre ellos Recesvinto, y gran cantidad de joyas y piedras preciosas. El revulsivo de la ley (funesta) de la memoria histórica esta llevando a todas luces a desenterrar la memoria de la España visigoda, y la de su amigos en la Edad Contemporánea. ¡Vivir para ver fantasmas míos!Memoria gótica de la España visigoda. Franco, Hitler, el mariscal Pétain y Himmler (jefe de las SS) proyectados -con todos los honores- en el castillo de Guadamur el pasado sábado. De obertura (musical) a un tremenda polémica en los medios españoles. Enigma de Toledo, de la ciudad como de su provincia, el que nos planteó de antiguo la vieja capital de la España visigoda y más tarde del Imperio español a madrileños de nacimiento (y de no tan remota estirpe toledana por la vía materna) como el que esto escribe.
Me resbaló Toledo (confiteor)los años que vivi en España hasta que comenzó mi expatriación hace ya tantos años. Lugar de transito como lo fue siempre para mi de niño y de adolescente, camino de la tierra jiennense de mi familia paterna, y sólo años mas tarde me tomaría la pena y el esfuerzo de visitar la ciudad -y su Alcázar por supuesto- y volver a visitarla, la última vez no hace tanto.
Toledanos altivos. Como el gesto que tuvo esa mujer ya mayor a la que sorprendí un comentario beligerante -deambulando en plan turista por al las inmediaciones- sobre la guerra civil, o el de esa otra, el mismo día que se permitió un desplante conmigo ¿porque me noto que no era de allí? No sabría decirlo. Dignos y altivos como sea, tal y como lo muestra e ilustra el gesto insólito por el que esa localidad toledana salta al primer plano de la la actualidad ahora.
Memoria de la España gótica, de un pueblo germano objeto de “damnmnatio memoriae” entre españoles -léase de una memoria vilipendiada y calumniada y sometida a olvido y a ostracismo- como ningún otro de los que surcaron la Historia de España. ¿Somo godos somos bereberes? Somos lo que somos, y asumimos, en su totalidad -como Napoleón así lo entendía con la historia de Francia- nuestra historia española.
Antigua como reciente. Y aunque la izquierda guerra civilista se rasgue ahora las vestiduras es cierto que España en el periodo de tiempo que siguió inmediatamente a la victoria del Primero de Abril hasta mediado el trascurso de la Segunda Guerra Mundial alcanzo un protagonismo internacional -y a escala mundial- que habíamos perdido hacia siglos, como lo ilustra la recuperación del Tesoro Visigodo de Guarrazar -en simultaneo con la Dama de Elche y la Inmaculada de Murillo (que se llevó Soult, mariscal de Napoleón, en la guerra de la Independencia) Verosímilmente por los buenos oficios de Heinrich Himmler tras su vista a España que se recorrió de punta a punta, mayormente deslumbrado por los tesoros arqueológicos y arquitectónicos patrios que parecía conocer más y mejor que muchos de nuestros compatriotas.
Moraleja de la historia. De la corrida de toros a la que asistio Himmler en la Ventas, se habría salido precipitadamente -y su séquito tras de él- sin esperar al final de la corrida, a creer a lo que ma aseguraron unánimes los asistentes -ocho apellidos catalanes todos o casi todos ellos- a la conferencia que di el pasado mes de febrero en Barcelona por cuenta de mi libro sobre Cataluña. España, germanos y bereberes. La polémica esta (otra vez) servida. Que aproveche
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