Esas fotos -de la ingonimia para unos, de la deslealtad para otros (impropia de la imagen que heredamos de nosotros mismos los españoles)- nos persiguen como espantajos públicos sine die dentro y fuera de España, hay que rendirse a la evidencia. La verdad histórica innegable de nuestra derrota en el 45. O en otros términos, de la rendición pactada del Régimen entonces. Sin tener que dejarnos llevar de complejo de culpa alguno. Eso era en el fondo lo que gravitaba por encima de los gritos de ¡Franco traidor! que acompañaron y acompasaron los años del tardofranquismo tal como los vivimos (intensamente) algunos. Se dieran cuanta cabal de ello o no los que los proferían. Porque la desfalangistización (o desfascistización) palpable que denunciabamos no dejó de ser la secuela principal de aquelloSe aproxima una fecha efemérides que marcó mi juventud y mi adolescencia como aqui sin duda algunos ya lo saben, y es la que en los tiempos del régimen anterior se dio en llamar "Día del Estudiante Caído" commemorativa del aniversario del asesinato, el 9 de febrero de 1934 -de un tiro por la espalda mientras distribuía por las calles el semanario de FE (de Falange Española)- de Matías Montero y Rodriguez de Trujillo, jonsista primero y uno de los fundadores del SEU (primera época) después, que mereció a Ramiro Ledesma tras separarse de la Falange elogios a su persona -junto al núcleo incial del sindicato universiatario falangista- por su valentia "y sus aptitudes para la violencia" "Que dios te de tu eterno descanso y a nosotros nos lo niegue hasta que sepamos ganar para España la cosecha que siembra tu muerte" fueron las palabras que le dedicó en el entierro José Antonio Primo de Rivera, que me aprendí de memoria (hasta hoy) de aquella etapa de mi vida como si fuera una jaculatoria (...)
La muerte de Matias Montero selló la ruptura del jefe de la Falange con sus antiguos amigos monárquicos y conocidos entre los que se contaba Eugenio Vegas Latapié que como lo contaría en sus memorias José Antonio le retiro el saludo por los comentarios de reprobación que se permitió en el momento de producirse el asesinato de Matías Montero -y que llegaron sin duda a oidos de aquél- al que reprochó el encontrarse en una cacería al producirse el luctuosos suceso. Eugenio Vegas que me dijo a mi personalmente en una de las tertulias aquellas a las que asistí durate un año por invitacion suya que se habia pasado a los nacionales con el regimiento de Transmisiones del Pardo (en el que estaba destinado un hermano suyo) contó después en sus memorias -como me lo hizo observar uno de los lectores de este blog- una historia completamente distinta que no dejaba de poner de manifiesto la dramática soledad en la que se encontró Ramiro de Maeztu al producirse el Alzamiento, viniendo así a alimentar si no a confirmar rumores tenaces que circularon hasta hoy que sus amigos monárquicos se habian largado oportunamente de Madrid -sin duda mejor informados que él, justo en la vispera del 18 de julio dejandole a él así en la estacada- en dos automóviles con asientos disponibles (...)
Horst Wessel jefe de una sección de las SA desfilando en el Parteitag (Congreso del NSADP) de Nuremberg, en 1929. Su muerte, tiroteado por adversarios políticos (comunistas) -y tras una larga y dolorosa agonía- le mereció culto patriótico en el III Reich y el título evocador del "estudiante caido" que heredó en España Matías Montero. El himno oficial del partido nazi instituído en su honor tras su muerte, "Horst Wessel Lied" -que le debe su letra- fue traducido por el movimento jonsista antes de la guerra civil e incorporado después al cancionero del Frente de Juventudes. "Camisa azul, el yugo y las flechas, vestía yo mientras dudabas tú.../..." cantábamos sin parar en mis tiempos del FES (...) ¿Desconocían su origen, como ahora parecen darlo a entender, algunos de los antiguos miembros de aquel grupo, celadores de una ortodoxia/joseantoniana antifascista que no existió? , de verdad que me cuesta creerlo.La revisión en la que me vengo empeñando ante la incomprension y sorda hostilidad de algunos de la figura de José Antànio, de sus ultimos meses de vida y de las circunstancias de su muerte no les debe nada pues a los monarquicos porque mis criticas o "revisiones" no van por ese flanco -el de la frivolidad del marqués de Estella- sino que siguieron hasta hoy rumbos de reflexión y de investigación completamente distintos. Sucesor principal de Matias Montero a la cabeza del SEU lo fue Alejandro Salazar caído en Paracuellos como centenares de jovenes falangista y de miembros del SEU comprometidos con el Alzamiento igual que su líder, José Antonio (en el momento de producirse aquél al menos)
El estudiante caído -conforme a una invocacion inspirada sino copiada directamente del nazismo alemán y de uno de sus heroes y martires mas emblematicos, Horst Wessel, se multiplicaría (por mil) pues, al estallar la Guerra civil y ya antes, en los meses de la primavera en llamas del 36 y del comienzo (abrasador) del verano aquél que inmediatamente la precedieron, en lo que en lennguaje actual cabria calificar de verdadero genocidio sociológico, sin precedentes desde luego en la historia de movimientos análogos (fascistas o fascistizados) de aquellos años treinta.
El aniversario de Matias Montero acabaría siendo pues una de las celebraciones más emblematicas del régmen en la posguerra española inmediata, y lo siguió siendo tras la Segunda Guerra Mundial aunque a partir de entonces y habida cuenta que la derrota de las potencias nazifascistas acabó siendo también la nuestra, y también, del proceso inexorable de defalangistizacion (o desfastizacion del régimen) -una de las secuelas directas de aquella- que entonces fue sellado (y atado y bien atado), cabia prever que la efemérides falangista aquella acabaria volviéndose rápidamente conflictiva y fuente de problemas.
El Aniversario de Matias Montero (en febrero del 67) selló mi entrada en política, con el FES, como aquí ya saben. Ese grupo falangista se autodisolvió hace mil diluvios (en el 77) Su sombra irredenta sigue vagando como alma en pena por los aires de la política española, y por la red también. Y lo quieran o no reconocer sus antiguos miembros, no dejaron de ser ellos también -como grupo me refiero- una secuela de nuestra derrota en el 45. Echaban a Franco las culpas de la desfalangistizacion del régimen, que no dejó de ser una secuela de aquella y que dio inicio sólo entonces, en el 45 o si se me apura en agosto del 42, tras los sucesos de Begoña, y no antes (...) Sus "muertos" como ellos llaman a los antiguos miembros de la organización ya fallecidos (de muerte natural todos ellos) -que me apreciaron y lo siguieron haciendo después de que cantase el gallo (para mí) - me inspiran estas líneas digamos apaciguadorasComo así acabó fatalmente cumpliéndose en 1956 en el marco de la mas grave crisis del régimen anterior -si se exceptúa tal vez la que desataron en 1942 los sucesos de Begoña- en lo que se dio en llamar sucesos de San Bernardo -del nombre del antiguo caserón de la Universidad (Central) sito en la calle del mismo nombre- que se salieron de madre un poco más lejos, en la confluencia de la calles Santa Cruz de Marcenado, Guzmán el Bueno y Alberto Aguilera cuando chocaron dos manifestaciones juveniles de signo contrario -la de los estudiantes insurrectos y la de falangistas que venían de conmemorar el aversario de Matias Montero junto a su lapida recordatoria, en la entonces calle de Victor Pradera (cerca de Marqués de Urquijo)-, donde se produjeron disparos y fue alcanzado uno de los falangistas que de resultas quedaria ciego.
¿Se trató -conforme a la versión que circula actualmente y sin problema alguno en la red- de una bala perdida disparada por uno de los jovenes falangistas? (en la red se dan hasta detalles del arma utilizada, una pistola alemana en uso durante el III Reich) , o como lo siguen afirmando testigos presenciales -como yo se lo oi en concreto a uno de ellos- ¿fue uno de los integrantes de la "otra" manifestación el que encaramándose sobre los que le acompañaban disparó a bocajarro contra los falangistas?
Eugenio Vegas y sus amigos monárquicos fueron rivales (acerbos) -que no propiamente enemigos- de José Antonio. Una rivalidad personal y a la vez ideológica que no se reducía a las formas de gobierno sino se que veía fuertemente influenciada por el fenómeno de los nazi/fascismos tan caracteristico y emblemático del tiempo aquél. Y ni José Antonio ni la Falange serian tal vez propiamente fascistas -por más que se fascistizaron- pero no se puede decir que fueran anti -ni anti-fascistas ni anti-nazis- como sí lo fueron o acabaron siendo sus rivales monarquicos. Sobre todo tras el 45 (...), porque tampoco ellos dejaron en su momento de fasticizarse(...)Como fuera, los incidentes aquellos en el dia del estudiante caido tiene hoy una moraleja historica muy clara (para mí al menos) y lo es el que sirvieron al jefe de estado de entonces de coartada preciosa -como anillo al dedo- para poder porseguir, impriméndole un fuerte acelerón incluso, la defascistizacion de su régimen inciada el 45 (...) Camisas azules al desván -las que aun se veían, me refiero, en consejos de ministros- entrada de ministros (dos) de la Obra en espera de gobiernos blanco/monocolor que vendria una década mas tarde apenas, y puesta en marcha progresiva de la operacion sucesoria pactada ya sin duda alguna -como concesion a los unos o imposicion de los otros (?)- desde los incios del proceso de desarme ideológico (en el 45)
Y de paso, progresivo desmantelamiento del SEU o de lo que de él quedaba para acabar convertido unos años mas tarde en una comisaria (sic) -o blanco u objeto de la misma que me diga (...)- "para" la compra y venta de libros y otros enseres escolares de uso de universitarios, preparándose asi el terreno a un movimiento estudiantil de signo claramente izuqierdista y enfeudado a la memoria historica de los vencidos de la guerra civil que haria eclosion una década mas tarde y del que vinieron a plantar la semilla los acontecimientos aquellos de San Bernardo. Todo dentro del guión o de la partitura, ya digo, de nuestra rendicion pactada en el 45.
¿Franco traidor? Desleal a sus (fieles) aliados de la guerra civil española está claro que si. Y ese era el sentido hondo de las protestas de fe falangista que se sucedieron anualemente a partir de entonces en aquella fecha efémerides como cuando yo participé en ellas por vez primera (1967) Y así es como hoy acabo asumiendo aquel pasado mio con el que tanto me costó reconciliarme, resolviendo de paso -o poniéndome en camino de resolverlos- los profundos enigmas, de tipo histórico e ideológico, que siempre me planteó hasta hoy
No hay comentarios:
Publicar un comentario