martes, diciembre 17, 2013

CROATA SIMUNIC ELIMINADO DEL MUNDIAL POR FASCISTA (O LOS INFIERNOS DE LA MEMORIA)

Ante Pavelic. Jefe del Estado Ustacha de Croacia durante la II Guerra Mundial. Murió en Madrid (con todas las bendiciones de Su Santidad), en 1959. ¿Monstruo? Un monstruo familiar en cualquier caso para el autor de estas líneas -educado en la religión católica- que tenía en el momento de fallecer aquél diez años (...) Los líderes fascistas de la tendencia clerical -Pavelic, Degrelle, Horty (fallecido en en Estoril) (...)- tuvieron más suerte que los otros en la posguerra
Un joven del círculo de mis amigos y conocidos me reprochó ayer a través de las redes sociales el incurrir en contradiccion por las posturas que vengo abiertamente defendiendo en materia de interrupción del embarazo (y de aborto), que le parecen desentonar de otras posturas mías no menos notorias y por las que yo vendría a justificar el genocidio (sic) de los no/nacidos, algo en lo que tiene el merito (por lo menos) de la franqueza, hay que reconocérselo. La contradiccion en pura teoria marxista está en la esencia misma de las cosas aunque no hay necesidad tampoco de tener que convertirse (tardíamente) al marxismo ni al pos/marxismo tan siquiera para poder fácilmente aceptar que un poso de contradiccion o de contradicciones irreductible anida fatalmente en lo más hondo de nuestras mentes y nos acompaña fielmente en nuestros itinerarios mentales y búsquedas e indagaciones.

Y es que la contradicción mas sutil se cuela fatalmente tanto dentro como fuera de nosotros mismos. Y un boton de muestra de este mundo tan contradictorio en el que nos vemos condenados a discurrir lo son las contradicciones o mentís tan frecuentes que nos ofrece la Historia con mayúsculas, en particular en algunos de sus capítulos más reñidos y controvertidos y por ende confusos y aun por esclarecer o condenados tal vez a verse permanentemente sumidos en la oscuridad y en la incertidumbre. Y la historia de la Segunda Guerra Mundial nos ofrece no pocos botones de muestra de ellos y entre los de más realce tal vez lo sean algunos de los episodios tan críticos y decisivos de la misma que tuvieron de teatro o escenario a los Balcanes.

Viena, 25 de marzo de 1941. Firma del protocolo de adhesión del reino de Yugoslavia al Pacto Tripartito (Berlín-Roma-Tokio) Al fondo de la foto, Joachim Von Ribbentrop. Del lado yugslavo, el primer ministro Cvetkovic y el ministro de Exteriores, Cinkar-Markovic (a la izquierda de la foto), serbios uno y otro. Una efemérides del mayor realce en la historia diplomática de la II Guerra Mundial que iba a destapar la caja de los truenos en los Balcanes, y marcaría un punto de inflexión en la marcha del conflicto: dos días más tarde se produjo en Yugoslavia -en medio de grandes protestas callejeras por la firma del tratado- un golpe de estado pro/británico, seguido, en respuesta fulminante, de la intervencion alemana en toda la región y del bombardeo (de atrición) de Belgrado. Un cambio inesperado en los planes del Fuhrer que retrasaría de tres meses el lanzamiento de la operación Barbarroja contra la Unión Soviética(...)
Los Balcanes y en general la Europa meridional y mediterránea fueron un poco el bajo/vientre o vientre/blando de la maquinaria de guerra del III Reich, como el Caúcaso lo seria "mutatis mutandis" de la Unión Soviética, y como la conexión catolico/romana del régimen nazi encarnada en la personalidad del Fuhrer -católico bautizado que no rompió nunca del todo los lazos con la institucion, en el plano canónico al menos-, lo fue para su diplomacia (y sus servicios de espionaje)

Y viene a cuento de la noticia que me he propuesto comentar en este artículo, de la sanción de la que acaba de verse blanco el jugador croata (nacido en Australia) Simunic, miembro del equipo nacional de su país, castigado por la UEFA a no poder participar en el proximo Mundial de Brasil por "fascista", léase por haber proferido gritos -en señal de júbilo en el terreno de juego- que sirvieron de eslogan al movimiento "ustacha" de los fascistas croatas durante los años de la Segunda Guerra Mundial.

"Ustachis" croatas. ¡Aparte de mi ese caliz! Y es que es evocarlos y verme sumido sin remedio por el tunel del tiempo, navegando como los personajes de la antiguedad clasica por las ondas oscuras de los infiernos de la memoria (histórica) Fui pro/serbio en la guerra de los Balcanes, ya lo tengo aquí confesado repetidas veces, y no me arrepiento (de seguir siéndolo) Y lo fui un poco contra mí mismo, por culpa (un decir) de una de sus contradicciones (aparentes) -de la Historia- que me reprochaba a mí el joven amigo que evoqué al principio de este artículo.
Padre Miguel Oltra, presidente de la Hermandad Sacerdotal Española (años sesenta) Franciscano y falangista. Fue el gran protector de los fascistas croatas refugiados en España en la posguerra (en la región de Carcagente) Me obsequió con su amistad y su estima sincera (lo que personalmente me consta) y no podría hablar mal de él por consiguiente. Escribiendo en contra mía pues -como decía Umbral- en el tema croata (...)
¡Laberinto de la historia y de la geografia, la región de los Balcanes! Los croatas estuvieron como tales del lado de los vencidos en el 45. No es óbice que uno de los grandes ganadores de la segunda guerra mundial, en la antigua Yugoeslavia, el comunista Tito, era un croata, pequño detalle todo menos anodino que sólo vino a darse a conocer al gran público con las guerras de los Balcanes (década de los noventa), que provechó -entre paréntesis- todos los años de régimen interminable para replantar étnicamente a su antojo (en una óptica anti-serbia fatalmente) las diferentes poblaciones de la antigua Yugoeslavia y así puedo llenar de albaneses étnicos la región del Kosovo que los Serbio consideran de antiguo la cuna de sunacionalidad por razones historicas. Tales aguas tales lodos.

Dije un poco más arriba que los Balcanes fueron (un poco) el vientre/blando del III Reich y lo fiueron a no dudar en el terreno geo/estratégico en la medida que la intervencion alemana imprevista, forzada por el fracaso italiano en Grecia y en Albania obligó al Fuhrer a cambiar de planes -a regañadientes- sobre la marcha y a retrasar (decisivamente) de unos meses el desencadenamiento de la operación "Barbarrosa" contra la Unión Soviética que en los planes del Alto Mando alemán debía estar concluída sin mayores problemas antes del incio del invierno, el general Invierno en la memoria colectiva de los pueblos de la Santa Rusia (...)
Cardenal Stepinac, uno de los grandes iconos (con el cardenal Mindszenty de Hungria) de la Iglesia del Silencio a la que se tributaba culto de martirologio en la España de los cincuenta y de los sesenta (de mi infancia y de mi adolescencia) ¿Más anti-serbio que anti-comunista? La sombra aquella le persigue aún después de verse declarado beato -y mártir- en 1999 por el (muy anti-serbio) papa Wojtyla
Y lo fueron también en la medida que los demonios históricos de aquella región del continente europeo escaparon -campando a sus anchas- al Nuevo Orden por asi decir , e hipotecando (aún más) la memoria de los vencidos en la posguerra. Y es que el Nuevo Orden en los Balcanes tuvo poco de nuevo y mucho en cambio de de un zanjar por las buenas -por las malas que me diga- un contencioso secular, léase un ajuste de cuentas que se hacia esperar desde hacía siglos entre los diferentes pueblos de aquella zona de los Balcanes.

El historiador alemán Nolte dejó escrito (fuera de toda sospecha) que los "ustachis" croatas (católicos) convirtieron los Balcanes bajo ocupación alemana en un "enorme bautisterio" y en un "gigastesco matadero" al mismo tiempo, a costa de los Serbios ortodoxos. Y otro historiador aleman del nazismo de los más autorizados, Martin Broszat, dejó constancia en una obra célebre -sobre el Estado Ustacha en Croacia (1941-1945)- de la perplexidad y del embarazo y de la impotencia del alto mando alemán de las tropas de ocupación ante una situación de violencia interétnica generalizada -en la que cabe hablar contoda propiedad de genocidio- que escapaba a su control de todas todas. La memoria "ustacha" por lo que parece anunciar la noticia que aqui estoy comentando resurge hoy más viva que nunca entre los croatas.
Dimitri Ljotic, fundador y dirigente del movimiento fascista serbio, Zbor. Permaneció fiel a la causa de la Alemania nazi hasta su muerte, en el vehículo en el que viajaba hacia el final de la guerra. ¿Un caso excepcional, el suyo, de un valor testimonial exclusivamente? Botón de muestra más bien de la memoria laberíntica -y propiamente "infernal"- de los pueblos de los Balcanes
Memoria laberíntica y procelosa. Y lo mismo que ellos tienen sin duda todo el derecho del mundo a rescatarla, otros no tenemos menos derecho a transitar con las debidas reservas y precauciones por los infiernos que la surcan y circundan, y poder así revisar libremente -igual que venimos haciéndolo con la historia de los vencedores- ciertos capitulos o episodios de la memoria de los vencidos del 45. Escribiendo así contra nosotros mismos (como decía Umbral), y afrontando así nuestras propias contradicciones como si fuera (...)

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