La segunda guerra mundial -"la guerra civil europea" (Nolte)- fue una guerra ideológica como todas las guerras civiles, en consecuencia hubo todo un mundo de ideas en el bando de los vencidos, declaradas muertas y enterradas en el 45. El problema es que las ideas pertenecen a un mundo intemporal y son inmortales por ende -al contrario que el Hombre que no lo es mas que de carne y hueso, con minúsculas-, lo que explica sin duda ese renacimiento al que asistimos de toda una pléyade de autores "malditos" y esa plétora de ideas y pensamientos incorrectos otra vez de vueltaLlevo ya un rato con un libro a rastras de título (en francés) expresivo en extremo -"les Anti-Lumières"- de un escritor judío afincado en Israel (de lo que siempre tuve entendido por lo menos) especializado en fascismos, nazismos y en general en ideas y sistemas de pensamiento políticamente incorrectos.
Pertenece a todas luces a esa clase de intelectuales o pensadores que optan por lo exhaustivo en sus visiones reductoras o clasificadoras hasta el punto que se puede decir que no deja títere con cabeza, léase ningun autor incorrecto -por insificante que sea su obra- al que no acabe adjudicando su correspondiente etiqueta (más o menos cargada de peyoración y fatalmente descalificadora) Y contra más exhaustiva y ambiciosa la etiqueta, más amplio (se diría) el embudo en donde aquél mete ( au antojo) a autores y obras que caen en el campo de vision de su mirilla (inquisidora) La democracia, los derechos del hombre, son sus dogmas o postulados fundamentales y como tales le sirven de criba implacable a la que todo y todos se ven sometido en su crítica, como si con la revolución/francesa hubiésemos asistido al fin de la Historia y todo estuviese escrito y decidido y sellado y bien sellado -y absuelto o condenado- desde entonces.
De paso, en el pase en revista al que somete a las corrientes de pensamiento contemporáneo del tipo o del género incorrecto por así llamarlos no deja no obstante de rendir tributo a esa otra crítica implacable -de esos dogmas fundamentales de la democracia y de los derechos del Hombre- que habrán legado al mundo contemporáneo toda esa corriente de autores de antes e incluso de después de la segunda guerra mundial en el 45.
El origen del mal, léase del pensamiento/incorrecto, se situa historicamente según aquél en el romanticismo (pos/revolucionario) con lo que no deja de adoptar o de apropiarse una tesis consagrada en el pensamiento políticamente correcto. Aunque también ahí arriesga incurrir en generalizacion y en verse acusado de ello, si se piensa en uno de los autores que más atención le merecen en su galería de autores más o menos "malditos", el francés Maurras que hacía profesion de anti-romanticismo y optaba por un retorno al clasicismo antiguo con lo que no dejaba de compartir uno de los trazos fundamentales de las corrientes artísticas y culturales -y arquitectónicas- que triunfaron con la Revolución Francesa
De Maistre fue el crítico mas profundo y clarividente de la ideologia de los derechos del Hombre de la Revolucion Francesa. Suya es la frase célebre, "no conozco al Hombre, no me lo encontré nunca en mi vida. No conozco más que ingleses, franceses, españoles" (...)" En España importaron su obra y se la apropiaron mayormente los carlistas. Pero su devocion borbónica y su titulo de vizconde y su clericalismo (crítico) son lo accidental en él. Lo fundamental en él y en su obra lo es el haber sido el primer autor en los tiempos modernos en haber sabido detectar el "veneno (democrático) oculto en los evangelios" La Falange y el nacional/sindicalismo le ignoraron olímpicamente en cambio por culpa de la sombra de la Institución Libre de Enseñanza que gravitó de cerca sobre sus dos principales figuras, José Antonio y Ramiro LedesmaLas Luces no fueron solo pura luz sino a la vez luz y sombra como lo es la Verdad para gran parte del pensamiento antiguo. Y asi se encargó de demostrarlo Nietzsche, pensador "romántico" e incorrecto si los haya que que se abrevó no poco en sus ideas y escritos de los moralistas franceses del XVII y del XVIII considerados "urbi et orbe" inmediatos precursorers de las Luces, si no incluídos dentro de esa corriente, algunos de ellos por lo menos.
El Hombre con mayúsculas no existe, esa es una de las grandes intuiciones del pensamiento incorrecto que el autor que nos ocupa no deja de embestir como quien se da de cabeza contra el aguijón o tropieza una y otra vez con la misma piedra (de escándalo) que es lo que no deja de ser para todos los que asumen o aceptan de entrada el postulado democrático de principio inamovible o dogma o sucedáneo de una fe o convicion religiosa o pseudo/religiosa.
Y me habrá venido a la mente toda esta larga reflexion de ideas más o menos dispersas, agolpándose en mí como a borbotones, tras las reflexiones que acaban de ver la luz de otro autor judío, Noam Chomsky, ciudadano USA y célebre de antiguo por sus opiniones incoformistas y transgresoras (léase historicamente revisionistas, y negacionistas) que aparece ahora, como en un giro de cento ochenta grados de posiciones suyas anteriores, rindiendo tributo él también a la ideología de los derechos del hombre y a una de sus principales criaturas en las útimas décadas, a saber la corriente o conjunto de corrientes de la teologia de la liberación, que creían haber encontrado o redescubierto esa nueva religion democratica en lo mas hondo de la biblia (y del evangelio) y sin duda que no se equivocaban.
Arremetía Chomsky así de paso contra los poderes políticos que acabaron declarando la guerra a esa corriente teológica por desestabilizadora y subversiva y por un reflejo condicionado de (legitima) defensa, en terminos de "o ellos o nosotros", como asi se planteó la lucha en toda la América latina (o ex-hispana) en las década de los sesenta y de los setenta.
Hace ya rato que me deja frío la actualidad y el pasado reciente de los paises (ex-hispanos) del otro lado del charco, como aquí todos ya saben o se imaginan con lo que quiero venir a decir que no pretendo formular aquí balance ninguno de ese periodo de cronología histórica tan complejo y tan agitado y tan confuso (y enmañarado) Está claro para mí no obstante que lo que estaba en juego en aquel gran desafío histórico lo era mucho más el Orden con mayúsculas que el Hombre (igualmente con mayúsculas, lo primero algo real, lo segundo pura entelequia en cambio )
Faurisson, principal exponente del negacionismo en Francia se habrá visto puesto en picota de los medios -y víctima repetidamente de agresión física- durante décadas. Su valedor, Noam Chomski, habrá gozado en cambio de mucha mayor beligerancia y libertad de expresión. ¿Por su condición de judío? Siempre me llamó la atención que el presidente del círculo de estudiantes revisionistas de la Universidad Libre de Bruselas (augusta señora) en los tiempos que yo la frecuenté, fuera un joven judío, para el que a todas luces aquello no le causaba inconvenientes o problemas mayores. Sin duda por gozar de más derechos/del/hombre que otros a todas lucesEl Orden, ente puramente ideal, sí que existe en el plano de las realidades conceptuales, ese "ámbito puro -que evocaba José Antonio Primo de Rivera (como lo recogia Umbral en su Leyenda del César Visionario rezumante de ironía)- donde los números cantan su canción exacta" Los números y las ideas y los ideales puros y generosos, cabe apostillar de inmediato.
El Hombre con mayúsculas en cambio no existe, lo que existe son hombres concretos de carne y hueso, españoles, franceses, ucranios, polacos, judios, árabes, iraníes, latinoamericanos, anglosajones, germanos, bereberes, blancos, negros, asiaticos, mestizos, mulatos o lo que sean.
Y eso explica o ilustra mas bien el escándalo mayor del mundo de nuestros dias y es ese espectáculo permanente de opresión y de discriminación y de agresion de desestabilización, y de chantaje y amenaza y desafío -y de manipulación- que encarnan las grandes potencias occidentales, defensoras autorizadas de la democracia y de los derechos del hombre y lo es sin duda porque en la medida que el hombre concreto se sale o escapa fatalmente de los clisés establecidos del Hombre con mayúsculas cae no menos fatalmente bajo las hordas caudinas -igual de implacables que la guillotina- de ese ídolo con mayúsculas que no conoce más Hombre que a sí mismo y más realidades que las que construyó o pretendio fundar de una vez por todas, con ayuda de su Razon Pura (con mayúsculas) en el alba de la Nueva Era democrática, de punto final a la Histoira (igualmente con mayúsculas)
Y lo ilustra de botón de muestra inmejorable- -uno entre un millón- el ejemplo que evocaba en mi artículo de ayer de nuestra compatriota, Maria José Carrascosa, encarcelada abusivamente en una caso flagrante de violación de todos los derechos en el país de la Democracia y de los Derechos del Hombre. En gran parte por española
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