domingo, diciembre 22, 2013
Navidad Heroica (poesía en domingo)
¡Cuan largo me lo fiasteis
amigos! La vida entera
teniendo que probarle al mundo
mi verdad, la mía propia,
la que yo llevaba dentro
y que no quise callarme
¿Por qué? Y grité y grité
hasta quedarme afónico
y solo en medio del ruedo
¡Bah! La vida sigue es cierto
y un poco más -¡paciencia!-
y el tiempo borrará el cerco
de ostracismo y de descrédito
mis más fieles compañeros
siempre al borde de una línea
(roja) que no transpasamos
nunca, ni yo ni tampoco ellos
Borrar mis huellas, eso busco,
oí no hace mucho a otro,
y me reí y nos reímos
tomándome (y yo a él) por loco
mientras él se va olvidando
ya de su edad ¡Qué remedio!
Mientras, yo sigo acordándome
del pasado (poco a poco)
del pasado que no pasa
igual que el que ya no vuelve
para abrirle el futuro a aquél
y enterrar del todo a éste,
despacito y con cuidado
de no irme con él al hoyo,
para no darme de bruces
con los que ya no reconozco
La mas bella "pour aller danser"
¡Y de verdad que lo era!
Sólo me doy cuenta ahora
que era mito y verdad a la vez
en su luz como en sus sombras
En andares y maneras,
por su impacto ¡Qué irrupción!-
¡Como una diosa o un astro mayor!
Por lo blanco a fuer de rubio
de aquellas lacias guedejas,
por sus dientes carnívoros,
por su nariz respingona
y el encanto de su talle
de adolescente, ella saliendo ya
y yo ya en la adolescencia
¡Hada, Sylvie Vartan, de mi ayer
modelo ideal de mujer!
La diosa que me puse a buscar
en copia, como su calco
o una sombra de su estrella
cuando me fijaba en otras
¡Primavera del sesenta y cuatro
que aún no se me fue del todo!
¡Qué súbito que llegaste
qué despedida tan lenta!
Que llegó en el tiempo justo
antes de la Gran Mutación
cuando todo se hizo tinieblas
Y asi el tiempo la hizo más bella
y más bellos mis versos de adiós
¿Para siempre? No sé, tal vez
la reencuentre, vuelva otra vez
(¡mi Primavera de vuelta!)
en la hora de la Victoria
Navidad noche de paz,
como un brillo o un reflejo
de la Gran Noche en tí y en mí
¡Noche de guerra, larga ya!
¡Camposanto de lealtad,
nombre de pila de mi ideal,
leal a mí como a los otros
como el aire que respiré,
sin el que no sabria vivir,
leal a los míos primero,
y al enemigo también
honrándoles en sus consejos
por fuera como por dentro,
leal de nombre, y de apellido
valiente porque lo soy y lo fui
sin saberlo ¡Oh timido de mí!
Noche de paz, noche de luz
lo único que yo te ofrezco.
Mi ofrenda de navidad,
mujer, en blanco y tul,
escondida entre estos versos
que me arranca tu amor (¡poseso!)
Y por eso es que te confundo
que se me borra tu_imagen
como anegada entre besos
y dulces suspiros (¡qué hondos!)
¿Eres tú o la otra acaso
que se disfrazó de invierno,
de nieve en un alma del Sur
o se esconde dentro de ti?
¡En qué estado me dejas, ya ves!
De desvarío y de desconcierto
que me pongo a buscarte en otras,
señal que te llevo bien dentro
que por tí vivo sin vivir en mí
y te rezo en mi navidad heroica
amigos! La vida entera
teniendo que probarle al mundo
mi verdad, la mía propia,
la que yo llevaba dentro
y que no quise callarme
¿Por qué? Y grité y grité
hasta quedarme afónico
y solo en medio del ruedo
¡Bah! La vida sigue es cierto
y un poco más -¡paciencia!-
y el tiempo borrará el cerco
de ostracismo y de descrédito
mis más fieles compañeros
siempre al borde de una línea
(roja) que no transpasamos
nunca, ni yo ni tampoco ellos
Borrar mis huellas, eso busco,
oí no hace mucho a otro,
y me reí y nos reímos
tomándome (y yo a él) por loco
mientras él se va olvidando
ya de su edad ¡Qué remedio!
Mientras, yo sigo acordándome
del pasado (poco a poco)
del pasado que no pasa
igual que el que ya no vuelve
para abrirle el futuro a aquél
y enterrar del todo a éste,
despacito y con cuidado
de no irme con él al hoyo,
para no darme de bruces
con los que ya no reconozco
La mas bella "pour aller danser"
¡Y de verdad que lo era!
Sólo me doy cuenta ahora
que era mito y verdad a la vez
en su luz como en sus sombras
En andares y maneras,
por su impacto ¡Qué irrupción!-
¡Como una diosa o un astro mayor!
Por lo blanco a fuer de rubio
de aquellas lacias guedejas,
por sus dientes carnívoros,
por su nariz respingona
y el encanto de su talle
de adolescente, ella saliendo ya
y yo ya en la adolescencia
¡Hada, Sylvie Vartan, de mi ayer
modelo ideal de mujer!
La diosa que me puse a buscar
en copia, como su calco
o una sombra de su estrella
cuando me fijaba en otras
¡Primavera del sesenta y cuatro
que aún no se me fue del todo!
¡Qué súbito que llegaste
qué despedida tan lenta!
Que llegó en el tiempo justo
antes de la Gran Mutación
cuando todo se hizo tinieblas
Y asi el tiempo la hizo más bella
y más bellos mis versos de adiós
¿Para siempre? No sé, tal vez
la reencuentre, vuelva otra vez
(¡mi Primavera de vuelta!)
en la hora de la Victoria
Navidad noche de paz,
como un brillo o un reflejo
de la Gran Noche en tí y en mí
¡Noche de guerra, larga ya!
¡Camposanto de lealtad,
nombre de pila de mi ideal,
leal a mí como a los otros
como el aire que respiré,
sin el que no sabria vivir,
leal a los míos primero,
y al enemigo también
honrándoles en sus consejos
por fuera como por dentro,
leal de nombre, y de apellido
valiente porque lo soy y lo fui
sin saberlo ¡Oh timido de mí!
Noche de paz, noche de luz
lo único que yo te ofrezco.
Mi ofrenda de navidad,
mujer, en blanco y tul,
escondida entre estos versos
que me arranca tu amor (¡poseso!)
Y por eso es que te confundo
que se me borra tu_imagen
como anegada entre besos
y dulces suspiros (¡qué hondos!)
¿Eres tú o la otra acaso
que se disfrazó de invierno,
de nieve en un alma del Sur
o se esconde dentro de ti?
¡En qué estado me dejas, ya ves!
De desvarío y de desconcierto
que me pongo a buscarte en otras,
señal que te llevo bien dentro
que por tí vivo sin vivir en mí
y te rezo en mi navidad heroica
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