sábado, febrero 25, 2017

POUND, EL EXCOMULGADO

Ezra Pound en Venecia en 1963. Se había expatriado en Italia tras su puesta en libertad en los Estados Unidos, en 1957. Amó a Italia de preferencia a España que también apreciaba y que había recorrido de muy joven en los primeros años del siglo XX. Cuestión de gustos. Fue un exponente sobresaliente en extremo de lo que se puede definir de erotismo como ideología (y como religión) “En el principio fue el Sexo” Ni lo uno ni lo otro, ni su erotismo ni su tendencia artística y literaria italianizante -ni por supuesto su compromiso (hasta el fin) con la Italia fascista- le perdonaron ni la iglesia española ni el régimen de Franco  en la posguerra europea, que incensaron al rojo Hemnigway y a él en cambio le trataron como un apestado. Como un excomulgado (latae sententiae)
Ezra Pound es un ilustre desconocido entre españoles. Sólo ahora su nombre empieza a sonar en España a través de grupos italianos con lazos o tentáculos o simples contactos o relaciones -que a fe mía que no lo sabría aclarar- en España, que llevan su nombre por bandera. No me las doy de precursor ni de profeta pero en mi blog actual y en el anterior de Periodista Digital me ocupé de él y en algún foro de Internet anda todavía colgada la Oda que le dediqué hace ya más de diez años y que recogí después en mi poemario “Cantos de Amor y de Guerra Civil” que acabé publicando en España.

Y el desconocimiento de Ezra Pound entre españoles tiene sin duda relación estrecha con el boicot (tenaz) que le reservaron entre nosotros grupos o medios que se podían considerar por muchos conceptos afines a sus ideas, lo cual a su vez no dejaba de ser una secuela (más) de la rendición de Franco a los aliados en el 45 que vengo evocando -y explicando y analizando- en este blog desde hace ya un rato. Franco se rindió a los aliados y a partir de ahí todo lo que recordaba de cerca o de lejos a los nazi fascismos vencidos en el 45 se vería puesto en cuarentena, y condenado a un ostracismo absoluto -o si se prefiere progresivo- en la España de al guerra.

Ezra Pound es un caso emblemático en extremo sin duda alguna de lo que aquí afirmo. Y lo es sobre todo por la comparación con su alter/ego, Hemingway, que fue su gran amigo antes de estallar la Segunda Guerra Mundial, y por los destinos tan dispares de uno y otro en la memoria literaria y en la memoria a secas de los españoles. En unas declaraciones poco antes de estallar la guerra mundial Ezra Pound quiso distanciarse públicamente de su antiguo amigo que arrastraba ya un pasado polvoriento (lo menos que se pede decir) de su paso por la España en guerra en donde estuvo de cuerpo y alma del lado de los rojos. “Entre Hemingway y yo hay algo que nos separa en lo sucesivo , y ese algo lleva España de nombre ” fue lo que declaro (o algo así) el poeta norteamericano.

Tras su puesta en libertad en el 57 se expatrió en Europa en Italia concretamente a donde arribó por vía marítima, fotografiándose al desembarcar con un saludo brazo en alto, y haciendo unas declaraciones estruendosas “Los Estados Unidos -dijo- son un país de locos” Y a primera vista, todo ello parecía aproximarle (en teoría) de la España franquista. Craso error. Lo alejaba mas bien, en la medida que con signos de ese cariz daba claramente a entender que seguía sintiéndose solidario con un legado ideológico del que el régimen de Franco trataba de distanciarse -qué digo, huyendo como de la peste- desde el 45 a pasos agigantados, o digamos, siguiendo un ritmo y unas pauta que a todas luces le fueron convenientemente marcadas por los aliados en el 45 (mor mediación vaticana como ya lo tengo explicado)

Y de hecho, el invitado de honor de la España de la posguerra lo fue el rojo Hemingway -del que se harían celebres y proverbiales sus fotos en la España de los cincuenta y principios de los sesenta rodeado de artistas y toreros, en plazas de toros, o en la playa, bebiendo en bota de vino y vistiendo a la española- y no en cambio Ezra Pound el fascista, al que cabe descartar que el régimen español cursara invitación alguna tras su puesta en libertad en Estados Unidos y su posterior expatriación en suelo europeo.

Admiro y admiré siempre a Ezra Pound, creo que tanto su vida como el conjunto de su obra rezuman mucha poesía, en prosa más que en verso, como lo canté en el poema que le dediqué, confieso humildemente en cambio, que nunca entendí bien su poesía sin duda a fuer de experimental y vanguardista. En sus "Cantos" célebres a los que rindo homenaje en el titulo de mi poemario (“Cantos de amor y de guerra civil”) ensayaba una poesía histórica demasiado hermética o culturalmente alejada al menos de mentalidades y sensibilidades hispánicas o españolas. De la faceta digamos social de su trayectoria -y de su mensaje y de sus escritos (en lo referente sobre todo a la temática del “crédito social” que le era tan cara)-, que los grupos que ahora le revindican sacan sobre todo a relucir, siempre comprendí poco y me interesó también poco.

Fue en mi opinión en cambio un gran propagandista de guerra, un arte (marcial) que él elevó hasta el rango de genero poético y literario, y lo pagó caro el tratamiento cruel e inhumano que se le infligió al terminar la guerra, tanto en Italia donde fue apresado como tras su repatriación a los Estados Unidos. Curiosamente conocía bien la península que había recorrido de turista de muy joven, una España incógnita de los primeros años del siglo XX (...)

A Ezra Pound se le atribuye también la frase profética a fuer de certera y de luminosa -y de transgresora a la vez, como si lo uno conllevara lo otro-, de “en el principio fue el Sexo” que le convierten en uno de los iconos más emblemáticos del erotismo -literario, e “ideológico”- contemporáneo, al hilo de una trayectoria de ruptura con el puritanismo ambiente de Norteamérica ya en su años jóvenes, que le llevó a verse expulsado de la universidad en la que cursaba interno sus estudios acusado de libertinaje (con personas de otro sexo), y a expatriarse en Europa (primero en Inglaterra) por vía de consecuencia.

Por todo eso y mucho más es perfectamente explicable -aunque no se justifique- que los medios (llamados) patriotas españoles guardaran durante décadas un silencio sepulcral sobre su persona y su memoria y le sometieran a un ostracismo y censura implacable como un apestado, iba a decir como un excomulgado, que ese fue su destino en la práctica, aunque fuese en un sentido figurado (en razón de su orígenes protestantes.

Lo que hace que me sienta afín espiritualmente a él por partida doble: por razón de los lazos de hermandad que crea la poesía (pura) y por una comunidad de destino -que asumo-, de parias, de apestados, y de excomulgados

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En Medinaceli, provincia de Soria, hay el único monumento dediucado en Españs al gran poeta que denunció la USURA, la cual seria el paradigma de de los vencedores de la II GM y de la actual "globalización".
Creo que algun grupo patriota en España ha copiado de las llamadas Casa Pound, de Italia, una actividad política y de "socorro azul". Quizas se trata de "Hogar Social Madrid", antes llamado R.Ledesma Ramos, ya tantas veces denostado por los "rojillos" locales (Nota: los pablemos y cómpañia no tienen nivel ni para ser consideradpos "rojos"). Son más bien cripto-rojos sumisos a la ideologia de género y la globalización...Asi se explica la bienvenida q Carmela o como sxe llame ha dado a Macri, el globalizador "antipopulista", según él.

Juan Fernandez Krohn dijo...

No sabía lo de la estatua de Medinaceli. Sin duda en recuerdo de sus correrías de muy joven por tierras de la Península. Gracias por el dato. Aunque no estoy seguro que convenga pregonarlo mucho, porque son capaces de echarla abajo los iconoclastas de la memoria/histórica, a golpe de dinamita, si se presenta