lunes, junio 20, 2022

LA PAZ MUNDIAL HOY (ENTRE FINLANDIA Y POLONIA) EN MI DEFENSA

 


 

Mariscal Mannerheim. Padre de la Patria para los finlandeses. Resistió a Hitler y combatio -y venció- a los rusos al final de la Segunda Guerra Mundial -con la ayuda (nota bene) de tropas alemanas- en la batalla de Tali-Ihantala que garantizó en la posguerra la independencia de Finlandia. Al precio de la "finlandización". Que la OTAN toleró. Por qué en Ucrania no? 

"La  Sociedad Cultural Covadonga no permitirá que Europa sea finlandizada!". Con ese slogan tan rimbombante, pomposo y ampuloso -y pretencioso- del más puro estilo TFP, entré en conocimento, leyendo piadosamente la publicacion de esa pía asociación (antena española de la referida asociación integrista brasleña) -y en un fenómeno rayano en la adicción- pocos meses o semanas antes de irme a Ecône, en conocimiento de ese neologismo que vuelve de nuevo a la actualidad al calor o al fuego (abrasador) de la guerra en Ucrania. Finlandizar era para ellos, y así sin duda es como el vocablo se entendió y difundió, romper el equlibrio -"la détente"- del final de la guerra fría, cayendo (fatalmente) asi de una manera u otra en la órbita de la influencia de la URSS de antes de la caída del Muro. 

Y me ayudo a calibrar más de cerca la fuerza y el alcance de ese fenomeno impar, el viaje que hice unos años antes hasta allí (fines de los sesenta), en un carguero de bandera panameña ("pirata" como entonces se decía) al mando de su capitán un tio mío, y en premio de mis buenas notas -en Preu- en mis estudios, en el que abordamos el puerto de Kemi en el punto más septentrional de las costas del Mar Baltico, limítrofe con  la frontera sueca y contiguo con el puerto sueco que tambien abrodamos de Pitea (pronunciada la e en u como nosotros la pronunciábamos, Pitua) y no lejos de la imprtante locaidad de Rovaniemi, cerca del circulo polar Ártico, en la Laponia finlandesa, de fuertes resonancias históricas de los furiosos combates contra alemanes, que riñeron los finlandeses al final de la Segunda Guerra Mundial-al mando del mariscal Mannerheim, padre de la Patria el recuerdo del cual resurge en convidado de piedra en los acontecimientos de la actualidad mas candente. 

Y fue que el detalle aquél de la bandera (panameña), que en todos los demás puertos donde arribamos antes de aquél no llamaba en lo más mínimo la atencion y se veía a todas luces como un detalle absoutamente trivial, alli no fue así, como nos lo probó el incidente del qué fuimos victima -al chocar (levemente) con la popa del barco atracado inmediatamente delante del espacio que se nos tenía reservado- que se reveló a toro pasado -así me lo explicaron y así es como yo lo vi y lo recuerdo hoy- una trampa vulgar  del práctico (pilote en inglés) que dirigía la maniobra de atraque, en connivencia no cabe más visible con las autoridades del puerto aquel, lo que nos valió un proceso como dios/manda y el vernos obligados a prolongar la estancia allí, por unos dias fuera de lo previsto en nuestro programa y me permitió en cambio a mí el tomar un poco la teperatura de la juventud de alli,  de sus costumbres más libres y desenvueltas de lo que era entonces lo normal o la regla para mi -, y también de la imagen que ofrecian de conjunto, llamativa -por lo exótica y por aquello mismo que acabo de aludir-, y por el interés sensacional y desorbitado que les mereció nuestra visita allí. 

De todo eso y de la finlandizacion también, no lo oculto, por qué? Y fue eso -en el incidente aquel quiero decir- y el aspecto externo de los trabajadores y trabajadoras -en mayoría visible estas últimas, tan robustas y tan "masculinas"- lo que me hizo ver y comprender que estábamos en tierra extranjera por no decir en tierra de nadie (no man's land), pese a la acogida de la población en su conjunto, tan calurosa. Y fue sin duda esa paradoja lo que más contribuyó en mi opinion a la fuerza de agarre que sentí de aquel (bello) país, de aquella nación en mí, vuelta al futuro y "sin pasado" -léase sin memoria (....)-, a la imagen de aquel buen film que se rodo alli y que tanto me marcó. De aquelle tierra exotica en suma y a la vez último confín -como así siempre la vi- de tierra/europea, limítrofe o fronteriza con la verdadera tierra de nadie que así es como asi aparecia a mí entonces la Union Soviética. Y que hoy se me anatoja -y por qué no?- en una mirada al revés -Finlandia quiero decir- como un puente de acceso y entendimiento y de pacificación o reconciliación. Con la venia de la OTAN. Y por qué no? 

Y con todo eso asocié hasta hoy a la TFP-Sociedad Cultural Covadonga augusta señora! Exagero? No, por favor. Que me preguntaba hace nada un periodista amigo sometido a presiones más que visibles a la hora de enjuiciar y evaluar -con vistas a publicación- mi actuación en Fatima y lo que yo sigo evocando como mi gesto (sic) de entonces allí, si había referencias cualquieras que de una forma u otra se hubieran hecho eco entonces, antes o justo antes quiero decir, de mis denuncias hacia el papa polaco -de colusión con el poder soviético en particular, lo que a todas luces les parecia a aquellos una visión u opinión mía original (sic) y sin la menor credibilidad en definitiva-, y ojeando apaciblemente la Red caigo hoy ante mi gran sopresa con un articulo del profesor/Plinio en la edición española de la publicacion de aquel movimiento integrista -"Covadonga informa" (su antena española)- sobre un articulo "Polonia 1981"(*) inmediatamente a seguir al golpe de Estado, léase declaración de la ley marcial en todo el pais, que ofrezco aqui en vision retrospectiva a la atención del periodista aquél y de todos lo que me leen. 

Pasen y lean. Si de verdad incurrí en exageracion (irresponsable) declarando -y lo dije y lo mantengo- que la TFP me puso en el disparadero con sus posturas y sus denuncias, en el marco del encuentro de Juan Pablo II con Lech Walesa- en clave clerical y con lenguaje sibilino a la medida (faltaria), de la actuación papal en la crisis que atravesaba Polonia en aquellos momentos, y en lo que no dejaba de ser una puesta en entredicho entonces de la actuación pontificia. 

Zanjé por mi  cuenta y riesgo una cuestion, un debate crucial --y de máxima transcendencia- aún irresuelto en el plano del magisterio del consenso reinante hoy o en el ambito (mundial) de las conciencias? No lo niego, y no pretendo escudarme en opiniones ajenas, pero lo mismo que en el tema de la finlandización, tan crucial, no se me puede tampoco (creo yo) reprochar el limitarme a ver y mirar (entonces) los toros desde la barrera (...) 

Sobre todo si se tiene en cuenta que lo que entonces dije, lo mantengo. Mal a evitar a todo precio entonces la amenaza de guerra? Paz (PAX) mundial -con la bendicion urbi et orbe pontificia- por encima de todo ante la perspectiva de la invasión soviética entonces -en la óptica polaca y en la diplomacia pontificia (...)-, y eventualidad de una guerra nuclear más que plausible y factible en cambio en Finlandia y en Ucrania hoy? Dos pesos y dos medidas?


 

Dimitri Peskov, portavoz del Kremlim y de Vladimir Putin. Habla además del ruso, el turco, el árabe y el inglés. Y por lo que deduzco de su entorno familiar y de su currículo, el francés también. Y el español? La pregunta del millón. Hace días, Peskov declaró que ni Suecia ni Finlandia no representan una amenaza para Rusia y su seguridad, tras sus demandas de adhesion a la OTAN

( *): "Polonia 1981: Misterios, dudas y reflexiones sobre la viita de Walesa a Juan Pablo II (1981-1985)" Revista Covadonga informa, n°42, febrero 1981. Tres meses (tres) antes de mi gesto de Fátima. 

Poner en el dispararadero -en román pladino (en lengua española)- se llama a esa figura. Sin acrimonia     

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