jueves, junio 09, 2022

WILFRIED MARTENS AMIGO DE ESPAÑA. IN MEMORIAM


 

Wilfried Martens y su correligionaria y amor de juventud, Miet Smet -de su mismo partido, CD&V, anteriormente CVP, demócrata-cristianos flamencos-, y anterior ministra y miembra del Parlamento y del Senado también- con quien (en segundas nupcias, y padre de varios hijos) -ver foto- se acabaria por casar. Y en el debate (a todo arder) -febrero del 96- en el parlamento belga por cuenta de la extradicion (fallida) de una pareja de etarras, hoy nacionalizados belgas- y en un descarado contrapunto con la notoria actitud (anti)-ETA) de su futuro cónyuge, Miet Smet se presentó en la cámara de improviso luciendo un cantoso vestido estampado. En rojo. El amor todo lo puede y vence. Hasta las mas irreductibles y encarnizadas divergencias ideológicas

Wilfried Maertes de vuelta? El (difunto) primer ministro belga flamenco da que hablar otra vez de él. A tenor por lo menos -como un guiño a él dedicado y a los que le recuerdan- del titulo de una revista que acapara hoy las estanterias de las" librerias" -de venta de revistas y periodicos- en Bélgica. Yo le conoci y por eso  y en la medida también que presidía (entonces) "la Belgique" que me acogio, hace treinta y tantos años ya, pienso tener derecho a añadir una humilde glosa biográfica a todas las que hasta hoy se vertieron por su cuenta (....) Le crucé efectivamente varias veces por la calle o en los transportes publicos -en el autobús- aqui en la "commune" -léase distrito- de Ixelles que se habra convertido, de todos los años que ya llevo aquí en mi segunda patria (chica) de adopción, en el madrileño expatriado que fui y sigo siendo (ay dolor!), y que era y sigue siendo bastión (irreductible) de francofonía en la aglomeración de Bruselas (y sus veinte "communes"), presa de un proceso acelerado e increscendo de flamandizacion -con la venia del neologismo, o con perdón-, léase de conquista o normalización lingüistica (sic) análoga a la que los polacos (católicos) infligieron a la Prusia (germano/protestante)  de Bismarck -que dio (el Kultur Kampf y la persecución religiosa) lo que aquello dio- o sin ir mas lejos, a lo que venimos  asistiendo -ya me expliqué largo y tendido en un libro y en este blog- y a lo que vienen sufriendo los castellano/parlantes de Cataluña (....)  

Campechano de verdad, Wilfied Martens, como uno más, con la bolsa de la compra en mano, y al que me dirigí y saludé todas las veces que le vi (en francés tanto yo como él) Y bien presente en mi mente y en el talante amistoso y cordial hacia él que fue el mio, su postura valiente y en solitario -en la clase política flamenca aunque entre francófonos fueran unos cuantos más (de justicia el reconocerlo) (...)- hacia el fenómeno a todo arder en sus años de gobierno -"en la hora vasca" (aqui)- y aún mucho después, del terrorismo separatista de la ETA. 

Un hombre de otra época, así lo veo y lo contemplo en esta glosa yo hoy. Nacionalista flamenco o militante flamenco (Vlaamse Beweging) a secas -catalogado y transcrito "flamingante" en la jerga de aquí- y como tal, con un pasado a cuestas -de la Segunda Guerra Mundial y de la Colaboración- que le siguió y persiguió a sol y sombra, pero que no consiguió dar cuenta de él, políticamente quiero decir. Lo que le ganó la inquina y el resentimiento de otros flamencos (nacionalistas) que le acusaban (o poco menos) de traición, que se negaban empecinadamente a  admitir que la Historia es la que es -y querían seguir la guerra "por otros medios" (....)-, que en lo que a la Colaboracion -y a sus partidarios o compañeros de viaje en Bélgica se refiere- el asunto se terminó. "Carottes cuites" como le dicen aquí (...) Crudo en extremo o doloroso a admitir? A la medida del dilema trágico que detrás se esconde (en Bélgica en relacion con la Segunda Guerra Mundial) o en España -monarquía o república- (con la guerra civil, del 36) 

Y asi, una vez leí un comentario suyo que me dio que pensar, y era a cuento del cambio de nombre de la principal formación nacionalista flamenca (radical), léase el Vlaams Blok, convertido o rebautizado por entonces y por  culpa de la persecucion judicial, en "Vlaams Belang", un título con claras resonancias -a tenor de lo que Martens declararía entonces- al pasado aquél (de la Segunda Guerra Mundial) y que al veterano político flamenco,  anterior primer ministro, le parecía cargado de malos (y funestos) augurios, mientras que de la vieja (y tan "diabolizada") denominación -de Vlaams Blok-, no parecía tener nada que objetar (...) Lo que me llevó a concluir que para él, el pasado (bélico) aquél era Historia y nada menos. Ni nada más.  Homenaje obligado a su memoria pues. En el nombre suyo y de los años que aqui pasé, a la sombra de su figura (tutelar) Y en donde me pude quedar (...)




Wandervogel (bewegung), en flamenco Wandelvogel (ave de paso), movimiento o estilo de movimiento de jóvenes de fuerte implantacion en la Alemania nazi, y en Bélgica (flamenca) durante la ocupacion alemana e incluso antes de ella. De culto (romántico) al pasado y a la Naturaleza y al aire libre, de liberacion sexual (sic), en alemanes hasta el extremo del nudismo incluso. A ese tipo de movimientos perteneció Wilfried Martens, como la inmensa mayoria de jóvenes belgas flamencos de su época. Un pasado -más que plúmbeo- a cuestas, con el que Wilfried Maertens cargó (políticamente) airoso. Sin arrepentimento (sic), ni exámenes de conciencia 

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