viernes, junio 03, 2016

TÚNEL DE LA MUERTE DE USERA

La guerra civil comenzó el 14 de Abril (Fernando Sánchez Dragó díxit) La jornada de alegría colectiva (José Antonio díxit) no fue más que el triunfo de la indignación callejera y una explosión de los bajos fondos de la sociedad española -y en particular de los barrios bajos madrileños- que pondría al destape aquella. José Antonio pecó de optimismo y de miopía histórica y se puede decir que lo pagó con la vida, fiando a las izquierdas su suerte como lo hizo en la cárcel de Alicante, en sus últimas semanas de vida (preso)
El túnel de la Muerte fue un episodio particularmente sangriento y macabro del Madrid en zona roja. He estado leyéndome con detenimiento -y los cinco sentidos en la lectura- un relato pormenorizado de aquello que parece sacado -en transcripción literal- de la Causa General, por lo meticuloso y prolijo en la presentación y enumeración y descripción de los hechos y de sus principales protagonistas por activa y por pasiva.

Hay algo no obstante que -a la par que me veo absorbido en la lectura de ese texto- me sume de pronto en la perplejidad mas completa y es una fase escueta en alusión al SIM -servicios secretos de los rojos-, dependiente (sic) del gobierno legitimo de la república. ¿Un lapso del autor del articulo, de las fuentes en las que a todas luces se abreva? Si hay que creer al fundador del psicoanálisis los lapsos no son inocentes, sino que vienen a traducir actos fallidos (en francés “manqués”) ricos en exploraciones psicológicas y psicoanalíticas.

Un palimpsesto como sea, de estratos superpuestos, la historia y la historiografía de la guerra civil española donde todo se tiene ya establecido y averiguado y debidamente comprobado de antemano, y que viene a servir de placa giratoria en la guerra de interpretaciones divergentes, y en un mercado editorial que tan jugosamente abastecen (desde hace décadas)

Un Madrid de barrios bajos y de bajos fondos es desde luego lo que viene (tristemente) a salir a relucir en ese episodio del túnel de la Muerte. Desde el Madrid cervantino, actual distrito Centro en su zona Sur hasta el barrio de Usera (que dieron la victoria a Manuela Carmena en las elecciones municipales del año pasado) ¿Qué utilidad o interés el recordarlo ahora?

Sin duda que la tiene así a primer vista en respuesta aunque sólo sea a la “exhumaciones” de los otros, en la medida no obstante que puedan servir a legitimar (sic) unas instituciones y unas autoridades (republicanas) frente e a los excesos y desbordamientos que trajo consigo el (pretendido) secuestro de la república por el comunismo de obediencia soviética, no vienen más que dar armas a los guerra civilistas y a prolongar sine die la guerra civil interminable. To be or not to be.

Se tiene memoria o no se tiene. Y la memoria verídica sobrevive y a la larga prevalece y no tiene necesidad de apoyarse en archivos o fuentes documentales -más o menos cenagosas o encenagadas con el paso del tiempo- ni de justificarse en las atrocidades de los “otros” Porque su propia afirmación supone la negación de la “otra” Y viceversa. Y a buen entendedor pocas palabras sobran

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