miércoles, marzo 30, 2016

IRENE MONTERO Y LAS VÍRGENES PRUDENTES

Antonio Gramsci, icono marxista (heterodoxo) -o pos/marxista (léase mas marxista que los marxistas)- de la podemista Irene Montero. Se le debe una teoría que goza de sorprendente actualidad de nuestros días sobre el poder cultural, que habrán esgrimido no poco sectores de la extrema derecha en diferentes países. y sirva la alusión de guiño a Irene Montero y a los suyos por cuenta de esa transversalidad (sic) que invocan y en la que sigo sin creer yo como otros muchos (hasta prueba de lo contrario)
Vaya de entrada que no tengo nada de personal contra la chica. A lo sumo el que venga -sin buscarlo ella, seguro- a representar con esa impetuosidad juvenil de la que hace gala y por lo descarado e impúdico casi de la operación de marketing con la que nos la vienen vendiendo los medios, ese futuro del que se apoderaron algunos hace ya cuarenta años y más, y siguen a él agarrados sin querer dejarlo volar, ni siquiera compartirlo hasta hoy con otros, por ejemplo con el autor de estas líneas.

Y a tenor de todo lo que nos cuenta el diario internacional Huffington Post ahora de ella, cuentan seguir así otros cuarenta años. ¿Qué digo? Otros ochenta u ochenta y tantos como ya pasaron del inicio de la guerra civil y de la llegada a España de las Brigadas Internacionales que aquella menciona como su principal referente histórico.

Tengo sesenta y seis años, Irene Montero veintiocho. Pero ni me siento tan viejo -doy fe de ello- ni la joven que nos ocupa sigue siendo tan niña -a las pruebas me remito-, para que no pueda ensayar con ella desde este blog un dialogo imaginario como el que ensayaba Umbral -a falta de poder entrevistar a personajes de carne y hueso- a su llegada a Madrid y en los inicios de su carrera periodística en la prensa madrileña.

Irene Montero confiesa tres cuentas corrientes (a su nombre cabe suponer) por un total de seis mil ochocientos veintitrés euros. Unos tanto y otros tan poco, no me digan. Y confiesa también -vaya por dios- el haber ingresado trece mil setecientos cuatro euros por una beca de investigación de la Autónoma madrileña el pasado año. De los frutos de esa beca no nos dice nada la entrevista que aquí evoco, no es óbice que para una suma tan jugosa no hubiera estado de mal alguna referencia a modo de primicia informativa -de un trabajo cualquiera de su firma- por nimia que ella fuera.

A menos que me haya equivocado de planeta y en las universidades españolas y habida cuenta de la imagen de endogamia que llevan pegada de antiguo, no sean de recibo hoy exigencias mínimas que rigen en universidades de fuera. Lo que más me habrá llamado la atención de las lecturas y referencias y referentes de la joven líder de Podemos, que pasa -y que se me corrige si saco los pies del tiesto- por ser compañera sentimental de Pablo Iglesias, lo habrá sido su mención del marxista italiano Antonio Gramsci, lo que me permite -por saber algo de él- retar por poco que sea la enorme distancia (casi abismal) no tanto por razón de edad, ya digo sino del foso cultural -e ideológico por cierto- que siento que separa a la joven indignada (podemista que me diga) y el autor de estas lineas.

Antonio Gramsci fue un heterodoxo del marxismo y por más que muriera (de enfermedad) estando preso bajo el régimen fascista, es hoy comúnmente admitido que Mussolini guardándole (intecionadamente) en prisión le salvó la vida. Y por supuesto que afirmando esto no pretendo que me crean sus devotos como lo es la joven líder de Podemos. No se se me ocurre más en estas lineas a titulo de glosa que le brindo. Sólo el hacer observar el extraño parecido físico -como un aire de familia- que muestran entre ellas algunas figuras femeninas de este nuevo partido emergente (o formaciones o corrientes asimiladas)

Agraciadas e inteligentes y abiertas al futuro como las vírgenes prudentes de la biblia (llamadas a no serlo por cierto) Pronto o tarde -reza un aforismo en francés que oi repetidas veces aquí en Bélgica- la mujer cumple su destino. Y ojalá que el suyo -su destino de mujer y como mujer me refiero- no se vea tristemente reducido a lo que le oí en Bruselas espetar al hispanista (oriundo) Michel del Castillo, a uno de los representantes de la asociación de recuperacionistas de la Memoria Histórica.

"¡Que vuestros hijos y nietos no os tiren a la cara vuestra Verdad y vuestra Memoria" De cosas que ellos no vivieron como en el caso de Irene Montero (y sus camaradas)

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