Un Madrid de barrios bajos opuesto y contrapuesto al resto de la capital e idealizado en una memoria reconstruída, que desapareció tras la guerra civil. Que evocó Umbral lirico y declamatorio, aunque en el fondo no era ese el Madrid de sus preferencias sino el "otro" Y que intentaron resucitar los del 15-M, sin éxitoLas corralas, la Corrala -en singular y con mayúsculas- era uno de los fantasmas madrileños más familiares de Francisco Umbral, de los que sobrevolaban -en su mente- por cuenta del madrileño barrio de Lavapiés donde estaba situada la Inclusa madrileña en donde él nacio (en mayo del 32) Pasé por alli -caompañado de mi hijo niño entonces- hace ya años en uno de mis recorridos umbralianos, como otro que me llevo en otro de mis viajes de vuelta a España hasta Valldolid donde aquél crecio, y de donde se fue aun joven para (prácticamente) nunca mas volver.
Cuando pasé por alli, de la Vieja Corrala del Sombrerete de las novelas (y zarzuelas) de corte costumbrista y madrilñista del primer tercio de siglo pasado (y de finales del anterior) no quedaba ya grosso modo más que un paredón, que aquello no era otra cosa y unos balcones que guardaban vestigios de su fisonomia orignal pero la corrala propimente dicha -y sus correderas- habia dejado de existir sin duda hacia mucho.
Un desafio mas que otra cosa, ese Madrid recondito de barrios bajos para muchos madrileños de nacimiento y de crianza -y de arraigo sentimental también (a algunos de sus barrios al menos)- por mas que nos viéramos fatalmente situados en una de los dos Madrid -o Madriles en plural (peyorativo)- en los que Umbral dividía la capital madrileña en alguna de sus obras y novelas, un Madrid, Madrid, el de la Corrala, de Lavapiés de las Rondas, de los extrarradios del Este y del Oeste madrileño, del mercado (central) de Legazpi y del de pescado de la Puerta de Toledo y pocos más, y luego el resto, lo que él llamaba "los madriles de derechas"
Por suerte o por desgracia para él que llegó sin duda a tiempo de ver consumado el fenomeno "su" Madrid acabaría desapareciendo practicamente, en vias de extencion ya cunado él llego a principios de lo s sesenta, los otros madriles en cambio sobreviririan y se destaparon en cambio -como una caja de las sorpresas- ya en una fase tardia de la trayectoria de aquél exténdiéndose en todas las direcciones hasta muy lejos del casco curbano antiguo, y más allá -en direccion Oeste- de la "otra" orilla del manzanres -que a él tanto le fascinaba- hasta Boadilla del Monte, urbanizacion elegante (y me miagino que supercostosa) que el escritor escogio de última morada, y que fue de hecho el lugar de su fallecimiento. Umbral además decía una cosa y la contraria con mucha frecuencia, aquí todos ya lo saben.
El Argüelles que le traía tan buenos recuerdos a Umbral (al final de su vida) ya "no existe" Lo borró de un plumazo el ex-alcalde Barranco (de Jaén) metiéndolo (metiéndonos) en Chamberí. Para hacer olvidar los rastros y recuerdos de la guerra civil precisamente allí, y sobre todo la Victoria del Primero de Abril. Desde luego no era -ni es- menos Madrid que el de las Corralas (que ya sólo existen en una memoria reconstruida e idealizada, y no menos de guerra civil)Despotricaba -según las épocas también- de "los madriles de derechas", y acabó sacándose de la manga, ya en una fase tardía, una novela memorística o de memorias noveladas -tan prototípicas de su obra- "Mis días felices en Arguelles, y era un Arguelles inolvidable el suyo que fue el mio practicamente también donde naci y creci, un Arguelles que ya no es Arguelles -como aqui ya lo tengo repetidamenrte edenunciado- el nuevo/Arguelles reconstruído de la guerra civil, zona de Cristo Rey (Cea Bermúdez) Moncloa (y Princesa)
Un recoldo de guerra civil sin duda en aquella desconfianza instintiva -sin duda infundada- en la que crecimos muchos madrileños. Junto a la Glorieta de Lavapiés estaba situado el Real Colegio de las Escuelas Pías de San Fernando de antiguo -trasladado a Argüelles (calle de Donoso Cortés) después de la guerra- como lo atestiguaba su edificio monumental y las riquezas artiticas que encerraban que perecieron pasto de llamas el 18 (o el 19) de julio del 36 atacados por una turba de asaltantes tras verse visto acusados de haber dado cobijo a pacos falangistas en su seno.
El fracaso del Alzimiento en Madrid, fue una de las tragedias -la mayor sin duda alguna- de la historia contemporánea de la capital de España como se lo recordaba yo ayer a uno de mis lectores (persona amiga) y no lo menos trágico lo fue sin duda el (grave) deterioro que sufrio a seguir su imagen de cara al resto de los españoles. Y también para los propios madrileños (...)
Un Madrid de barrios/bajos que en las épocas de celo (revolucionario) -al contrario que el carliston navarro aquel de la leyenda- salia de sus barrios y atacaban al hombre -léase las personas de orden- detrozandolo e incéndiándolo todo a su paso en los demas barrios o zonas de la goegrafia urbana madrileña. Fue la imagen -rcogida la misma tarde en ls primeras palnas de la presn del mundo enero- que dieron los asaltantes del Cuartel de la Montaña (en un cuartel lleno de cadáveres) pero no fue una imagen ni edificante ni muy verídica tampoco (...)
Al Cuartel de la Montaña sublevado el 18 de julio no le vencieron aquella turba de paisanos desarmados y milicianos-y no pocos desarrapados muchos de ellos- que acabaron desparramándose (enloquecidos) por su interior sino los aviadores de Cuatro Vientos que a saber de donde eran, madrileños o lo que fueran, uno de ellos el de más destaque de todos, Hidalgo de Cinseros , no lo era desde luego (aunque hubiera vivido en Madrid de joven), que bombardearon el cuartel, dueños de los aires en las primeras horas del Alzamiento, como bombardearon Getafe y Campamento y matando al general García de la Herrán, compañero del general Sanjurjo en Sevilla de cuando el Diez de Agosto.
Segun César Vidal fuera de toda sospecha -nieto de un preboste del PSOE en la zona madrileña de Cuatro Caminos- los milicianos que impusieron el terror en el Madrid en zona roja eran en su mayoría forasteros, sus victimas en cambio, todos o casi todos ellos madrileños de nacimiento y de crianza como el que esto escribe. Como todos o casi todos los que cayeron en Paracuellos.
Historias de guerra civil que Umbral se complacía en recordar o resucitar, soliviantando asi tantos duendes o fantasmas dormidos o semi-dormidos, en el campo de batalla -entre dos memorias históricas antagonistas- que llevaba en su mente a rastras sobre la guerra civil española y que dejaría plasmado en su obra escrita y también en algunos de las posturas y actuaciones mas emblemáticas de su vida y de su trayectoria.
Okupas y 15-M, dos fenomenos sincrónicos. ¿Solamente o mucho más que eso? Lo uno más bien basamento de lo otro. De la charca (infecta e inerte) de la economía "en negro" y subsidiada -bajo control de las mafias sindicales (guerracivilistas)- ¿podía salir otra cosa acaso?Y el 15-M fue un amago de resurgimiento de se viejo Madrid guerracivlista -de barrios bajos y de extrarradio y de corralas de miseria y de mugre y de cochambre (y de picaresca y de delincuencia, y de un solo retrete para todo el vecindario)- que no existía ya más que en la memoria reconstruída de los jóvenes manipulados que lo protagonizaron.
El 15-M lleva ya rato echando sus ultimas boqueadas, como las acaba de echar el llamado 22-M hace tres semanas y un poco mas toavia el jueves pasado, en una (mini) "manifa" en solidaridad con los detendios en la "manifa" anterior, al que no asisitieron (nota bene) ni los familiares de los detenidos.
Últimas boqueadas en Madrid, y también en otros lugarres de España, por ejemplo en Sevilla. La Corrala (sic) de la Utopia nació precisamente entonces al socaire de las acampadas indignadas, y ahora hace saltar por los aires (conforme a las últimas noticias) el gobierno de izquierdas de la Junta de Andalucia.
Signo de los tiempos. Mi articulo necrológico sin tapujos ni complejos sobre Paco de Lucía y todo un mundo de marginalidad social que hicieron siempre de él una especie de abanderado, me habrá ganado miles de visitantes, de "scoop" periodístico lo habrán calificado personas amigas.
Y comentándosela a una de ellas, residente en el Sur desde hace mucho no pudo menos de ponerlo en relacion con ese hartazgo (sic) que él notaba en la opinión pública al Sur de Despeñaperros, de esa hegemonía no poco tiránica en multiples facetas de la vida cotidina como también en la gestion y en la gobernanza de la cosa publica en esa region española que imponen de antiguo -desde hace décadas- ciertos grupos minoritarios, léase ciertas minorias sociológicas, étnicas o como llamérselas quiera.
El fenomeno "okupa" es emblematico en extremo, en España mas sin duda que en otros paises europeos, de formas de marginalidad asocial lindando (o sin lindar) con el mundo de la delincuencia y del crimen (organizado) Y fue sin duda uno de los basamentos principales sino el detonante primerisimo de la erupción de la movida de los indignados. La ninfa egeria (o pasionaria) de la Plataforma Anti-desahucios se mostraba ofendidísima en la tele el otro día porque se vio tratada de "gordita" (en una tertulia de derechas) (...)
No lo apruebo, pero reconcerán los televidentes que presenciaron la escena, que se exponenen, ella y los activistas y voceros de la indignación callejera, a este tipo de ataques y reproches. En el plano personal, como lo es la esfera que ellos tienen tendencia a invadir no poco con sus movidas (y sus escraches) Y en Andalucia ahora la alianza del PSOE y de Izquierda Unida se va al garete por culpa de ese foneomeo okupa.
Okupas y encima subsidiados, y protegidos (y realojados) Y los demás, algunos por lo menos -¿muchos, pocos?- putas (con perdon) y apaleados. ¿Hasta cuando? ¿Empieza a amanecer al Sur de Despeñaperros al fondo de un túnel que habrá durado (más) de treinta años? Vivir para ver fantasmas míos!
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