jueves, abril 03, 2014

EXPULSIÓN DE ESPAÑOLES EN BÉLGICA MI POSTURA (Y MI APUESTA)

La figura de Leon Degrelle sigue proyectando una sombra cualquiera en las relaciones entre dos países hermanados por la historia y por la geografia y por unas expectativas de futuro compartidas por ellos y por nosotros. Sin duda y de una forma un tanto recíproca, como la del Duque de Alba ¿Hasta cuando?
Expulsiones de españoles de Bélgica. La noticia como una serpiente de mar o como una bicha acuatica silenciada por momentos y vuelta a salir a flote trae cola sin duda y viene dando que hablar desde hace unas semanas. ¿Por qué precisamente Belgica? ¿Son los mas rigoristas acaso en materia de inmigración europea comunitaria y de limites a la libre circulacion de todos los paises de la UE?

¿Lo son mas acaso que en Suiza por ejemplo, que a la chita callando como quien dice cuentan con una comunidad española/emigrante tal vez la mayor de Europa -procedentes de Galicia en gran parte (y en datos que oscilan entre los setenta mil y los doscientos mil miembros) (...)-, y que no habra dado que hablar (en absoluto) tras las recientes medidas de restriccion de permisos de residencia y de reintroduccion de controles aduaneros para ciudadanos de paises comunitarios (europeos) en ese pais europeo ( y alpino) signatario -con bastantes años de retraso- de los acuerdos de Schengen y que no forma parte no obstante de la Unión Europea?

En Suiza precisamente además, el pais/refugio por excelencia, que dio acogida a los protestantes franceses durante las guerras de religion y en coletazos tardíos de aquellas un siglo más tarde, como cuando la llamada guerra de los "camisards" tal y como se denomina la insurreccion protestante de las Cevenas (Cevennes) en el macizo central francés a comienzo del siglo XVIII, y que seguirian brindando refugio y albergue a disidentes de toda laya, como al francés Voltaire, o un siglo mas tarde al alemán Nietzsche auto/exiliado -o desterrado voluntario (como yo mismo asi un poco también me lo sentiria)- en parte y en parte forzado por las circunstancias, obligado como se vio en un momento dado de su vida a tener que optar por renunciar a su nacionalidad (prusiana) o al cargo que se le ofrecio en la universidad (suiza) de Basilea.

Y de resultas se vería un año antes de la declaracion de la guerra franco/prusiana "separado -por declaracion del gobierno imperial- de la comunidad de subditos prusianos" a peticion propia , lo que le llevaria a un largo periodo de errancia en países limitrofes de su país natal -en sustancia Suiza, Francia e Italia- durante casi diez años antes de verse repatriado junto a sus familiares tras hundirse definitivamente en la demencia, hasta su muerte (en 1900) Y toda esa tradicion suiza de acogida y hospitalidad por razon de persecucion (religiosa o odeologica) acabaría viéndose plasmada en "una (llamada) teologia del refugio" que estaba de moda cuando transité unos meses en Suiza en los primeros meses de 1986, mes y medio apenas después de mi salida de la cárcel portuguesa.
"Un buen europeo" asi se sentía el Nietzscha apátrida y desterrado voluntario de su propio pais (Prusia), en sus años de vida errante en Suiza, Francia e Italia. Optó en un momento de su vida por la Suiza como su segunda patria (de adopcion) lo que no le impidió alistarse voluntario -como enfermero- en el ejercito alemán tras declararse la guerra franco/prusiana y reanudar después su vida errante ( hasta el momento de hundirse definitivamente en la demencia) Unas disyuntivas comparables "mutatis mutandis" a la que se nos presentaron a algunos en un momento dado de nuestras vidas
Y de la que yo debi ser uno de los casos raros a sentirme excluído entonces, como mantenido al margen de aquella voluntad helvetica de cogida tan generosa. Me vi efectivamente entonces no exactamente expulso sino "rechazado" ("refoulé") de territorio suizo -por una decision administrativa apenas- en marzo del 86, en circunstancias un tanto rocambolescas que tuve ocasion de explicar unos meses mas tarde a periodistas suizos tanto del ámbito francofono como del germanófono que vinieron a Madrid expresamente a entrevistarme.

Y fue que en uno de mis tránsitos por el puesto fronterizo franco/suizo de Ferney-Voltaire los meses que pasé en Suiza -concretamente en Lausanne- me vi retenido, y notificado por un agente de la policía suiza de aduanas -metralleta encima de la mesa del despacho (...)- que tenia prohibida la entrada en el pais. Y no pudo volver a entrar lógicamente (...)

Y si se tiene en cuenta que unos meses antes me habia visto también notificado en el aeropuerto de Orly en París por un alto funcionario a cargo de la gestión del aeropuerto, y en presencia de unperiodista español que me acompañaba, que el gobierno frances (socialista) de entonces -de la era Mitterrand-, me tenia declarado (sic) persona non grata -algo nota bene de lo que nunca recibi notificación ninguna por escrito- y que me acababa de ver expulso justo el dia antes de Portugal -por el período de un año apenas- tras mi salida de la carcel portuguesa, el sentimiento me embrargo entonces y me sigue acompañando aun un poco todavia hoy de verme tratado como un paria internacional por todas partes.

Blanco como me sentia y seguí sintiéndome por largo tiempo además, de una amenaza más o menos inminente de linchamientos repetidos e intermitetes en los medios -de resultas de mi gesto de Fátima- y como un caso atipico y excepcional en extremo, como viéndome situado "en zona de transito" de una Europa que se aprestaba a firmar los acuerdos de Schengen de libertad de movimientos entre los ciudadanos de los países miembros de la UE, apenas dos o tres años mas tarde.
Uilenspiegel, el Quijote de los belgas como alguno le llaman, es un producto de historia ficcion del siglo XIX en el que los españoles de los Tercios -y el Duque de Alba- van de malos de la película. Ejemplo emblemático de memoria reconstruída como la de la Division Azul en la posguerra o más reciente, la de los vencidos de la guerra civil española. Y fue un producto belga francofono además para consumo (sobre todo) de flamencos, mas bien elitista y tras el que subyace una memoria historica común como lo ilustra el trato comparativamente (mucho) mejor que recibieron los emigrantes de los sesenta en Bélgica, el turismo español en Brujas o el belga en España, y los pensionistas flamencos que pueblan las costas españolas del Levante. ¡Si Uilenspiegel levantara la cabeza!
Y por supuesto que en ninguno de esos países de donde me vi expulso o rechazado -con fuerte contingente de emigrantes españoles, como Francia y Suiza me llegó el menor gesto de solidaridad alguna (tampoco la busqué es cierto) de la parte de mis compatriotas expatriados alli instalados sin duda hasta hoy -o allí ya enterrados- la mayoria de ellos.

¿Qué por qué estoy recordando aqui ahora todo esto? Sin duda por un sentimiento de gratitud irrenunciable hacia un pais como Belgica -que considero en lo sucesivo un poco como mi segunda patria (de adopción)- que pese a todo (y digo bien) de todos los nombrados fue la excepcion que confirma la regla quiero decir el único que acabó dandome acogida, y en unos tiempos -los de la era felipista interminable- donde me veía puertas cerradas por todas partes y me senti (cargado de razones) excluído de unas vías de futuro mínimamente dignas y aceptabldes den el seno de la sociedad española, de mis propio país en definitiva.

Y por eso -y no sólo- me duele ahora particularmente el verle puesto en la picota en los medios españoles y en un sector de la opinión pública por esa noticia de la expulsion (sic) de trescientos españoles de Bélgica. ¿Gato encerradoa sino en la noticia en sí, sí en cambio en la forma de presentarla? ¿Españoles todos ellos, o solo una parte y el resto pertenciente a una categoria multicular por así decir, léase magrebíes o de paises hispánicos de América? Es posible.

Expulsion popimente dicha, o agotamiento de todos los cauces legales de la pbiblidad de seguir residiendo en el país, con exclusion por cierto de la vía expeditiva "manu militari"? Como sea, tampoco cabe negarle posibles perfiles ideologicos al fenomeno que ahora nos ocupa ¿Un efecto colateral de la diaspora indignada -del 15-M- tras el fracaso o el derrumbe de las esperanzas y expectativas que quellos hicieron nacer en un sector sin duda minoritario pero no menos significativo de la sociedad española, la movida de los indignados y del 15-M?
Portada del libro -explicando y relatando mi gesto de Fátima- que escribí y publiqué en Suiza en los meses que allí pasé a principios de 1986. Tras la medida de medio rechazo/media expulsión de la que me vi allí víctima recibí de mi editor suizo en Madrid una revista de prensa de todos los ecos del libro aparecidos en lengua francesa. De todos ellos -suizos, franceses, belgas, canadienses (etcétera, etcétera)- los más empáticos y benevolentes eran los belgas sin discusion ninguna, lo que influyó sin duda decisivamente en mi decision de venir aquí a expatriarme
Como sea, tampoco parece de recibo esa comparacion que se estan permitiendo algunos ahora con la emigracion masiva en nuestras plazas africanas de Ceuta y de Melilla. Un fenomeno atipico, un caso mas o menos esporádico, sin duda, el que recoge la noticia que aqui he venido comentando, del que no cabe sacar mayores consecuencias o moralejas. Y frente al que cabe augurar -como parece que ya esta sucediendo en lo que a franceses se refiere- una forma y formulas culequiera de solucion amistosa, entre dos paises hermanados tanto por la historia como por la goegrafia.

Cuando la hermana de Nietzsche propuso al filosofo expatriarse al Paraguay con ella y su marido en un proyecto de creacion -abocado al fracaso- de una colonia alemana (pangermanista) por aquellas tierras y latitudes, éste le respondio que tal vez era un mal alemán pero que no se sentia menos "un buen europeo" Y ese sentimiento de arraigo al viejo solar de la Vieja Europa marco el destino del filosofo del Superhombre y no menos sin duda tambien el conjunto de su obra.

Bélgica es un pais europeo, cierto ¿si lo no son ellos quienes lo serian? No dejan de ser menos no obstante un pais hispanico por mas que no acabe de asumir ese pasdo hipano o no del todo. Lo que explica en parte sin duda el que figure invariablemente entre los principales puntos de destino -si no el principal (proporcionalmente) hablando- de corrientes migratorias provenientes de la peninsula- como también el eco (fuerte) en la opinin publica qu habra encontrado esa noticia.

¿Qué viene el Duque de Alba? Leyendas del pasado, sin duda no desaparecidas del todo, pero que no que deben de empañar -como lo hizo va a hacer ahora veinte años el episodio tan infeliz del agravamiento fugaz (y temporal) de las relaciones entre los dos paises por el contencioso tan sonado de la demanda de extradición (rechazada por la justicia belga) de dos etarras refugiados en Bélgica- las perspectivas de un futuro comun en un horizonte compartido de expctativas entre ambos paises. Esa es mi postura. Y esa es mi apuesta

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