jueves, abril 24, 2025

HITLER, HISTORIAL MÉDICO (III. Pedófilo el Fuhrer?)


HITLER con niños incorporados al final de la guerra en las Juventudes Hitlerianas. Un testimonio (entre muchos) del afecto y atención que el Fuhrer profesaba hacia la infancia, en un rotundo mentís de las acusaciones o suposiciones -de anormalidad sexual- en su comportamiento, registradas en la obra que aquí comentamos, en particular las de pedofilia, fugazmente en ella mencionadas, sin la menor prueba

Parafilia, un termino culto del lenguaje escrito, que con la ayuda de la Real Academia cabe traducirlo -con una carga notable de eufemismo, en vez de otros términos mas crudos y mas precisos, como los de delincuencia o delincuente-, y es por desvío sexual. Y esa es la imagen -la de un desviante sexual- que en la obra que estamos comentando se deja traslucir de la persona del Fuhrer. Sin especificar tampoco las variantes posibles de su desvío (o desvarío): fetichismo, travestismo (fetichista), exhibicionismo, voyeurismo, pedofilia (o pederastia), sadomasoquismo, homosexualidad,  y last but not least, como no podía faltar, el complejo de Edipo (...) HITLER, un obseso o enfermo o perverso sexual, rayano  o plenamente inmerso en el submundo de la delincuencia? Eso es precisamente lo que esta obra tan documentada y tan erudita en ningún modo se demuestra, y lo que aquí vamos a intentar rebatir o refutar, o al menos, poner en entredicho.

Y de entrada nos vemos confrontados a una misma barrera o dificultad y es la de una bien -pensancia en sus diferentes formas o expresiones, como puede ser lo histórico o lo político o también -o por qué no?- lo médica o clínicamente correcto, tendente a justificar a modo de coartada la criminalización o "psiquiatrización" de toda desviación de la DOXA (oficialmente) reconocida, léase de lo correcto. Sin pruebas como  digo, o a lo sumo, a base de unas hipótesis o aseveraciones fundadas (como toda prueba) en testimonios personales y en testigos individuales a penas, fácilmente susceptibles -de por el carácter partidista de la obra-, de descalificación o puesta en entredicho, como lo es todo lo que se alega en esas páginas sobre la (pretendida) coprofilia del Fuhrer, basado mayormente en la presencia de fórmulas o imágenes de ese tenor en sus discursos, tales que excrementos, estiércol, estercolero, o la suciedad, la mugre, (de las mas bajas profundidades) y el olor, atribuido a ciertos grupos (los homosexuales, los judíos). 

O en los testimonios de las que tuvieron  prácticas de tipo sexual con Hitler -a través de su trayectoria-, de su gusto o preferencia por las heces o por la orina como excitantes de la sexualidad (líbido) Los cuales derivan fácilmente en testimonios de sus sucesivas parejas -como fue le caso de la actriz Renata MULLER-, que acreditarían las pulsiones masoquistas en el Fuhrer, tales que el verse y sentirse pateado (en el suelo), de arranque del acto sexual (...) O en los testimonios de compañeros de armas, sobre su conducta o comportamiento en el frente o en plena campaña, donde habría dado muestras de absoluta obediencia y de gran servilismo hacia sus jefes y oficiales, tales que el cuidar de sus ropas o hacerles la cama "como si fuera una criada", lo que alimenta -según ciertas versiones- la explicación de aquellos  que veían en todo ello un rechazo o renuncia de su parte a una posibilidad de ascenso cualquiera, y el que hubiera seguido -pese a sus innegables capacidades y cualidades, y a su absolutamente impar hoja de servicios-, de simple cabo al final de la guerra (...) 

Y en ese extremo, del lado o de los aspectos femeninos (sic) en la persona del Fuhrer, abundaría el célebre psiquiatra suizo, alter ego y a la vez rival de FREUD en la escuela del psicoanálisis, Carl Gustav JUNG, y en un ámbito muy distinto -el mundo literario, de las letras- fue el caso también también -lo que le valdría persecución, en su propio país, bajo MUSSOLINI-, del escritor italiano Curzio MALAPARTE. 

Otros testimonios sobre la anormalidad  sexual de Hitler lo son en el plano estrictamente fisiológico. Sobre las burlas, por ejemplo, de algunos de sus camaradas que le habían visto en las duchas y habrían notado lo enclenque de sus órganos genitales, que en la obra que aquí comentamos encuentran una explicación clínica o anatómica (*) O en otro punto o deformidad  -objeto igualmente de una explicación clínica o biológica (2) - que habrá retenido la atención de publicistas e historiadores, y atraido una dosis considerable de mofa y escarnio -y de lo que se hace eco también Francisco UMBRAL en sus escritos- es el que no tuvo más que un testículo. Pero eso no sería exclusivamente atribuido a HITLER sino a otras grandes figuras de su tiempo, en el marco ayer de un gran conflicto armado, la Segunda Guerra Mundial, y hoy, en el de la guerra española de memorias. Pero eso es ya muy otra historia 


Film El Puente (1959) "Nominado al Oscar de la mejor película de habla inglesa". Testimonio indeleble de la adhesión que cosecharon HTLER y el régimen nazi en la juventud e infancia alemanas

(*) Una anomalía relacionada con una malformación de la uretra en él

("): la ausencia de uno de sus testículos fue registrado, al final de la guerra, en un informe forense del Ejercito Rojo 



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