"El gobierno español está sacrificando cuestiones de seguridad por motivos políticos y continúa estando en el lado equivocado de la Historia.../...
Capirotes de la Semana Santa. Y varios siglos antes, de la Santa Inquisición. Subsistiendo aún en la Semana Santa de algunos pueblos de Bélgica (flamenca), herencia -santo horror!- del régimen español. Y proyectando aún una sombra -como una pesada hipoteca- en el escándalo de primera magnitud del contrato (rescindido) de compra de armas a IsraeL
"El lado equivocado de la Historia", y -sangrienta ironía- tienen razón y dicen verdad como por casualidad -como la mula de Balaam-, equivocados de la historia! Sí y no. Y ahí está la glosa o moraleja de esta chusca historia de la compra a Israel de armas -de munición, de 15 millones de balas a la Guardia Civil- por seis millones de euros y la recisión in extremis del contrato ya firmado, de parte de MARLASKA, ministro del Interior. Este destape de donantes de lecciones -de moral y de historia- tan acreditados, habrá sabido poner de relieve el dilema o disyuntiva en que los espa
ñoles (desde hace siglos) nos encontramos: y es que entre el lado equivocado de la historia y el de los que ponen a la Historia de su parte, es difícil tomar partido. E igual decir ante los que se han apoderado de la historia, y toman (de siempre) partido contra España, como fue el caso de Benzion NETANYAHU, padre de Benjamin NETANYAHU jefe del gobierno israelí que en su libro "La Inquisición en la España del siglo XV" acusa a España de ser la matriz del racismo de Estado (sic)- que en la DOXA en vigor en el mundo de hoy pasa por ser el Mal absoluto, o conjunto de males sin mezcla de bien alguno, algo difícil estar o quedarse sin rechistar, no me digan.
Y no nos queda más que el poder mirar atrás: a la participación tan decisiva de tropas marroquíes en nuestra guerra civil, y "pari passu" al papel de un primer plano entonces de judíos del mundo entero en el agit prop o de arma en mano -como por ejemplo los numerosos voluntarios judíos en las Brigadas Internacionales- del lado del bando perdedor: Qué de extraño pues que encuentre eco en nuestros oídos la fórmula -como un mantra hindú-, de "nuestra tradicional amistad con los países árabes", la de la diplomacia española en tiempos del régimen de FRANCO, y qué de extrañar pues que nos resultase hasta ahora imposible el tomar partido en el conflicto árabe-israelí, telón de fondo omnipresente y a primera vista superficial del escándalo suscitado por la rescisión del contrato de compra de armas a Israel.
Los pueblos que no aprenden de la Historia están condenados a repetirla, y nadie ni siquiera los donantes de lecciones a los que aludo , maestros consumados en el arte de ir de víctimas por la Historia y en el mundo -víctimas o verdugos?- no nos podrán privar del derecho de aprender. El Mal absoluto la Inquisición española? como lo piensa -hasta prueba de lo contrario- el primer ministro israelí. Juntos los dos, padre e hijo, Benzion y Benjamin posando juntos y en unión en foto que habrá circulado en la red? Y dejando a un lado el papel y protagonismo de inquisidores numerosos entre judíos conversos -TORQUEMADA no el menor de todos ellos-. nuestra opción o apuesta está decidida ya hace tiempo, la de asumir nuestra historia en bloque (sic) Inquisición incluida- como dijo refiriéndose a la historia de Francia, NAPOLEON. Y no es menos cierto que la Inquisición salvaguardó nuestra unidad religiosa como se lo oí confesar (fuera de toda sospecha) a un profesor belga, laicista y hasta prueba de lo contrario, ilustre francmasón. Evitándonos así los tormentos de una guerra (civil) de religión.
Y es todo menos casual que un francés, fuera pues de toda sospecha -tributario sin duda de un francófono ilustre "savoyard", súbdito del reino de Saboya-, Joseph de MAISTRE, y de su obra célebre sobre esta cuestión (*)- quisiera aprender de ella, y me refiero al general SALAN, que en plena guerra de Argelia, lo invocaba -a mi gran sorpresa cuando lo aprendí-, entre sus oficiales subordinados como modelo a emular: la Inquisición española y sus métodos de represión y de interrogatorio (en francés, "mettre â la question") Antisemitismo, cuestión política y no religiosa como lo pretendió y proclamó -declaración Nostra Aetate- el Concilio Vaticano Segundo, y como tal, susceptible de ser sometida a revisión. Tal como lo habré hecho yo a menudo -y pongo a mis lectores por testigo- en las entradas de este blog. En el marco de un revisionismo histórico perfectamente legitimo que siempre asumí (con todas las consecuencias), que como escribió NOLTE, "la revisión es el pan de cada día de todo historiador".
Revisionismo pues, de la Historia de la España medieval de las Tres Culturas, para comenzar, a la que puso fin la guerra civil castellana (1351-1369), que con el triunfo de la nobleza levantisca -frente al rey legítimo- trajo a España el antisemitismo, tradición francesa, y a la vez, opción política y como tal, objeto de libre discusión. Y con todo lo que precede pienso estar poniendo mi granito de arena a la pesada tarea de levantar la pesada hipoteca que arrastramos los españoles a la hora de resarcirnos de una deuda con los donantes (judíos) de lecciones a los que antes aludí, como ocurre ahora con el contrato rescindido de la compra de armas a Israel.
Estatua de SEM TOB, Rabí SEM TOB de Carrión, consejero leal -judío- del rey (legítimo) de Castilla, Pedro I (el Justiciero o el Cruel), y testigo de una tradición de tolerancia religiosa -de la España de las Tres Culturas- que remontaba a la conquista de Toledo por Alfonso VI de Castilla, y a la que puso fin el desenlace de la guerra civil castellana (1351-1369) con la accesión al trono de la casa de Trastamara, enlazada con la dinastía de los Armagnac (francesa). El anti-semitismo, producto (francés) de importación en España (de por cima de los Pirineos), un fenómeno de orden político y no religioso, al contrario de lo que proclamó -declaración "Nostra Aetate"- el Concilio Vaticano II. Y como tal susceptible de ser objeto de libre discusión
(*): "Lettre à un gentilhomme sur l'Inquisition espagnole", de Joseph DE MAISTRE
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