sábado, marzo 25, 2017

RAJOY Y EL PAPA ¡A OTRO PERRO CON ESE HUESO!

¿Habla por él? Mariano Rajoy transmite al Papa (sic) el afecto de todos los Españoles. ¿Afecto? Tributo de vasallaje más bien lo que ha ido a rendir el jefe del gobierno español a Roma. ¿Preparando la visita del papa? Todo lo hace pensar. Porque esa visita papal a España que no llega está empezando a hacer ruido por demás, en el pontificado de un papa proveniente -por la vía de la emigración familiar- de un país hispano o ex-hispano según los gustos y las sensibilidades (la mía aquí todos ya la conocen) ¿Por qué no vino hasta ahora? Será porque ese afecto del que habla el jefe del gobierno español no es tal o está por probar, hacia un papa que ha injuriado gravemente y en repetidas ocasiones -acusándonos de crímenes de guerra- el pasado de España en América. Mariano Rajoy al que defendí en muchas ocasiones, particularmente en la operación de acoso y derribo de la que se vio objeto en los medios durante la larga crisis política que atravesó España el pasado año 2016, me echó siempre la sal -nunca lo escondí- en temas de religión, que me diga de política religiosa Con el papa Wojtla y con el actual. Aunque el secreto de ese clericalismo del actual jefe de gobierno español (un tanto atípico a fe mía) tal vez no lo sea tanto. El papa de Roma -ya lo tengo explicado en este blog y en alguno de mis libros- fue jefe de estado temporal y religioso a la vez en la España de la posguerra. Y con Pío XII, por la vía de la divinización -endiosamiento en vida- la cosa no pudo estar más patente, con el papa Wojtyla también, por la vía de un estrellato sin precedentes conocidos en los medios, y de los repetidos viajes a España en olor de multitudes, que fueron flagrantemente decreciendo en número de un viaje a otro no obstante. Y con este papa ítalo/argentino, por la vía ahora de la culpabilización insidiosa y humillante y no poco hipócrita, como lo muestra con tanto afecto a los españoles como dice ahora tener, cuando tendría que empezar por respetar nuestra historia., por una virtud elemental de piedad hacia el pasado de los otros. Y Rajoy es alguien con una memoria familiar dividida de los tiempos de la guerra civil española, de abuelo galleguista y republicano y represaliado en la posguerra que es lo que le daría en el fondo a su nieto las credenciales políticamente correctas de una carrera tan brillante, carrera política o carrera a secas, antes y después de la muerte de Franco. Y por si le faltaban credenciales ahí están las del papa de Roma que en España “siguen yendo a Roma” ¿Dándonos lecciones de nacional/catolicismo el nieto de rojos (galleguistas) come/curas por cuenta de este papa de izquierdas, lacayo de la UE y enemigo en el fondo de Europa? ¡A otro perro con ese hueso! Dicho sea sin acrimonia (excesiva), sin guerracivilismos y sin el menor de los complejos

ADDENDA Los Veintisiete de la UE -en el aniversario del tratado de fundación (de los Cinco, que me diga de los Seis)- rinden pleitesía al papa que nombró Barak Obama (tras obligar a dimitir al papa alemán, de un pasado políticamente "impresentable") Única ausencia en la foto: la de Teresa May, (en la foto de arriba), campeona del Bréxit, que nos caía mejor mejor a algunos que Margareth Tatcher. Y ahora todavía mejor. ¡Mis respetos!

2 comentarios:

Arguiñano dijo...

Papa con chorizo, hmmmm, toma morcillon.

Juan Fernandez Krohn dijo...

El papa Francisco presidiendo en el trono pontificio la reunión de los 27 jefes de gobierno de la UE -sin la “premier” británica nota bene-, en la sala del Juicio Final (de Miguel Angel), es una de esas escena que produce auténtico éxtasis (papal) a algunos vaticanistas españoles y en particular a Fernández de la Cigoña que en el tema del papa Francisco dice hoy una cosa y mañana la contraria, por la cuenta que le tare sin duda, de la publicación digital que le acoge. La memoria de la Roma papal es antigua, la de los que acabamos desligándonos de la santa/madre por las vías precisamente de la memoria histórica no lo es menos.

No nos engañan. Los papas del Renacimiento fueron un interregno (feliz), un intervalo -de luz- en la historia de la Roma pontificia. Y Alejandro VI aquel papa español, libertino, imperial, era amante de las mujeres y de las bellas artes, y marcó su época. El de ahora, misógino, papa de los pobres y de los emigrantes, que besa los pies a las mujeres musulmanas y entra sin complejos ni más trámites, abandonando a su séquito, en los urinarios públicos, y se echa una siesta en las cárceles que visita -¿por qué no se quedó ya allí si tanto le gustan?- no es un papa reancientista desde luego ni nada que se le parezca. Enemigo jurado de Europa y calumniador del pasado español de América esta criatura (papal) de Barak Obama (y de Hillary Clinton) que hicieron papa tras haber hecho renunciar a su predecesor, viniendo asi a sentar una excepción (la segunda) en la historia de la Roma pontificia.

No nos engañan, este papa es un enemigo de España