jueves, junio 18, 2015

ENTREVÍAS (VALLECAS) RELIGIÓN DEL ODIO DE CLASE

Instantánea de la detención ayer noche del joven indignado Alfonso Fernández (alias Alfón), tras haberse refugiado en la iglesia roja de Entrevías (Vallecas) ¿Virgen y mártir como le presentan sus adeptos y partidarios? En la foto desde luego no lo parece. Más bien joven cachorro (rabioso) de un nuevo rebrote en ciernes de la guerra civil interminable, que ojalá que al final no se alumbre. Una guerra de unos barrios contra otros –de los Madriles de derechas contra ese otro Madrid, de barrios bajos o del extrarradio obrero (o que lo fue)-, eso es lo que están buscando encender el movimiento indignado (o lo que de él queda) y la estrategia de ruptura –solapada, sinuosa- de los de Podemos
Tic tac tic tac. Tweet anti-semitas (antiguos) del nuevo concejal de cultura, tweet amenazantes de otro de los nuevos concejales, asalto en grupo (semi desnudas) a la capilla universitaria de la portavoz del nuevo equipo municipal madrileño, un joven de Vallecas condenado por tenencia de explosivos y convertido en un mártir por los de su barrio (de zona roja) refugiado en la parroquia (roja) del barrio (vallecano) de Entrevías, del que sale al quite nada menos que Pablo Iglesias mezclando churras con merinas, los bancos con explosivos y los delitos financieros con la violencia urbana y callejera.

Las bombas de relojería o de efecto retardado se acumulan pero no como lo anunciaban –con ese eslogan del tic tac- los de Podemos contra la derecha o la derechona (y su gobierno) sino contra ellos mismos, contra los suyos.

Tal vez eso explique la sorprendente mansedumbre de la que da muestras la nueva alcalde en una (corta) entrevista que le publica el diario francés Le Figaro en su edición de hoy que a fe mía que me habrá sorprendido por lo suave y lo condescendiente, y también por sus dosis de autocrítica. La nueva alcaldesa se vale a todas luces de su nombramiento reciente para distanciarse de sus aliados de Podemos que parecen pesarle en lo sucesivo más de la cuenta, mucho más en todo caso que antes de su nombramiento.

Se jacta de haber sacado muchos más votos que los de ellos en las regionales (lo que es cierto) y –como si hubiera leído los reproches y acusaciones que les dedicábamos hace pocos días en este blog y hubiera tomando nota- se distancia de forma neta de los indignados en lo que parece ser punto central de la estrategia de estos últimos, a saber la práctica de la asamblea ciudadana (de barrio) de la que hace efectivamente una crítica inteligente en sus declaraciones de hoy cuando dice que la democracia asamblearia divide en vez de unir, en esas asambleas interminables repetitivas como sesiones de reeducación (de tarados o subnormales) –a base de la tesis la antítesis y la síntesis y vuelta y dale- que fue la impresión y el recuerdo (margo) que me quedo de mi experiencia personal de la democracia asamblearia en versión del mayo del sesenta y ocho español de hace cuarenta años en la universitaria madrileña.

Lo que une es trabajar juntos, declara ahora la alcaldesa roja lo que sin duda tiene también su gato encerrado, pero que así a primera vista se nos antoja mucho más tranquilizante para espíritus espantadizos.

También quita no poco hierro en sus declaraciones a su antigua militancia comunista y a su postura de izquierda que se ve en la tesitura de tener que explicar en la entrevista por esa imagen de violenta (sic) –explica ella- que arrastra la izquierda española, en España y sin duda también (o incluso mucho más) en el extranjero. A falta de pan, buenas son tortas, y a falta de fotogénica, la Carmena se muestra buena comunicante en el plano oral y deja así traslucir lo que es, una feminista convicta y confesa.

Las almejas. Puro feminismo para la Carmena. Me da un poco de rubor y de vergüenza sacar el tema, pero la culpa no es mía si no de la nueva alcaldesa que lo acaba de sacar a colación en una defensa cerrada de las muchas que a partir de ahora tendremos que oírla más que seguro de sus postura feministas, y del feminismo de las asaltantes de la capilla universitaria.

Y con lo que sacaron a relucir (¡ay dolor!) ese aspecto soez –y rahez- de la izquierda española que nos resistimos de siempre a identificar con muestras por nimias que fueran de un auténtico casticismo. Amamos a España porque no nos gusta, pero eso a fe mía no nos obliga a tomar lo zafio y lo vulgar por elegante o distinguido y viceversa.

El papa no quiere que nos comamos las almejas (sic) Yo no sé a decir verdad lo que quiere el papa de Roma, si quiere o no que se coman almejas (o chirlas o mejillones o lo que sea) Y cuando más se va pronunciando sobre todo lo humano y lo divino menos sacamos en claro lo que de verdad quiera decir el santo/padre (argentino) Como sea, a falta de saber sonreír ante las cámaras, la nueva alcaldesa roja demuestra que sabe hacer reír con sus salidas (feministas) Y lo que nos queda por reír sin duda alguna.

Dios quiera que las risas no acaben en llanto como sucedió tantas veces en nuestra historia. Y del feminismo, al movimiento gay y tiro por que me toca. El antiguo diputado del PSOE y homosexual notorio Pedro Zerolo –recientemente fallecido- haba tendido derecho a un misa de funerales en una parroquia madrileña, lo que no me parece ni bien ni mal, pero que muestra lo desbordada que la iglesia, maestra sabia en materia de moral y de buenas costumbres se encuentra desde ya hace décadas, dando bandazos de un pontificado a otro.

Como lo pone de manifiesto ahora en tema de la homosexualidad (y todo lo con ella relacionad) Sin atreverse a partir una lanza en el tema, a proclamar sin tapujos ni rodeos donde se encuentra la Norma -sin mengua alguna del libre arbitrio- ni a denunciar el peligro que comporta la propagación del homosexualismo como conducta social generalizada para la supervivencia de nuestra civilización y la salvaguarda del orden social.

Lo más impactante de la jornada que aquí estoy comentando lo habrán sido no obstante las escenas difundidas por video en la red de la detención del joven nombrado más arriba -alias Alfón- en la iglesia roja de Entrevías. Centenas de jóvenes y menos jóvenes, hombres y mujeres, gritando como energúmenos en la calle y en la azotea del edificio enmascarados –con caretas de Anonymous muchos- de ellos, entre pancartas –con llamamientos a la insurrección- y pintadas en la fachada. Esa es mi España o me la han cambiado.

La otra España, sí, el otro Madrid (¡ay dolor!) de por debajo de la línea divisoria heredad de la guerra civil y que todavía perduraba y habrá resurgido con fuerza en las últimas elecciones para la alcaldía.

Al final, el joven indignado acabó entregándose (entre aplausos de sus adeptos) no sin seguir explayándose en declaraciones de protesta y de desafío mientras se lo llevaban. Como sea, se entregó que es lo que cuenta, y la sangre no llego al rio, y el nuevo capítulo de la guerra civil tendrá que esperar pues todavía un poco, meses o acaso días apenas (en la nueva situación madrileña, de su alcaldía)

El incidente no obstante es revelador en extremo. El joven izquierdista encontró refugio en la iglesia de San Carlos Borromeo, que arrastra una reputación de iglesia roja de antiguo por lo que ahora leo, que a mi, eso como tantas otras cosas de la España y del Madrid de las últimas décadas me pilla de nuevas.

Una iglesia (de barrio) que arrastra una trayectoria conflictiva que no la habrá impedido de sobrevivir hasta ahora sin mayores problemas ni legales ni canónicos, por lo que aparenta. Refugium peccatorum, la iglesia del concilio, por lo que leo ahora en un reportaje ya antiguo en la red por cuenta de esta comunidad (eclesiástica)

Jóvenes del movimiento okupa y toda clase de marginales, ex presidiarios, drogadictos, gentes de izquierdas, de las asociaciones de vecinos de otros barrios, y vecinos del barrio (de Vallecas) Una iglesia de clase obrera, para una nueva religión, de lucha (y de odio) de clase, que fue lo que triunfo en el concilio vaticano segundo. Al pan y al vino vino.

Una colusión o santa/alianza (un decir) no poco escandalosa que venimos denunciando ya desde hace un rato en este blog por cuenta de Podemos y del auge que habrá conocido de la política español de un año y medio a esta parte, entre barrios bajos –léase de clase obrera (o que lo fueron), de clases bajas - y bajos fondos (de de la delincuencia y del crimen organizado) a lo que hay que añadir un elemento nuevo el de la inmigración, en particular la inmigración de confesión musulmana, con la que la iglesia católica mantiene estrechos contactos de antiguo y en particular desde los tiempos del pontificado de Juan Pablo II que ejerció una diplomacia de acercamiento hacia países emblemáticos del mundo musulmán –y a la vez de un islam rigorista- como lo son la república islámica del Irán y la Arabia Saudita.

Una iglesia de los pobres, enemiga de los “ricos”, léase de las otras clases sociales que integran la sociedad española, y en particular de sus amplias clases medias.
Ese es el reto que planteó el concilio vaticano segundo y que vuelve a cobrar una actualidad de lo más rabiosa las horas que corren con señales del lado del sector eclesiástico que hacen presagiar un apoyo declarado (y descarado) de la iglesia española y del vaticano a la indignación callejera que acaba de adueñarse de la alcaldía de la capital de España.

Momentos graves los que vivimos los españoles, a pesar de lo que nos está haciendo reír la alcaldesa roja, y lo que nos toca por reír todavía. Hasta que sea acabe la risa

6 comentarios:

restituto dijo...

El párroco, Enrique de Castro, es hijo de un general del Ejército del Aire.

http://blogs.periodistadigital.com/riase.php/2015/06/19/enrique-de-castro-y-san-carlos-borromeo-

restituto dijo...

Decreto 1301/1974, de 9 de mayo, por el que se nombra al general de División Carlos de Castro Cavero jefe de la Zona Aérea de Canarias (padre del párroco de Entrevías)


http://www.boe.es/boe/dias/1974/05/13/pdfs/A09823-09823.pdf

Juan Fernandez Krohn dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Fernandez Krohn dijo...

Hasta en las mejores familias, Restituto. Hay que tener en cuenta no obstante un dato crucial de orden histórico. Y es que el ejército español fue –más aún que el partido único (FET de las JONS)- objetivo principal de la rendición que consumó el régimen de Franco por mediación vaticana en el 45, y del proceso de “desnazificación” progresiva que se prosiguió imperturbable –despacito y buena letra- partir de entonces.

Y eso explica entre otras secuelas y vicisitudes de la historia de la posguerra española y del tardo franquismo que el ejército fuese blanco principal de a infiltración ideológica de signo religioso –la única posible- a partir del concilio vaticano segundo.

Como lo ilustró la figura del general Manuel Diez Alegría jede del Alto Estado mayor (el CESEDEN) a principios de los setenta hermano del José María -jesuita progre y asesor del concilio-, y excombatiente de la Cruzada de Liberación, que los medios españoles y extranjeros presentaron entonces como el Spínola español y que se destapó con una visita a Bucarest (1974) –en tiempos de Ceausescu- donde se encontró con Santiago Carrillo. Saludos

PD Versión corregida por erratas del mensaje borrado anterior

Juan Fernandez Krohn dijo...

Y no es un caso único, Restituto. Y me viene a la mente el nombre de Lorena Ruiz-Huerta nueva concejal de Podemos, hermana o hija de otro rojeras célebre –profesor de Económicas tengo entendido (de mi generación)- y de una familia de militares de aviación (de alta graduación por cierto) que vivían cerca de mi casa en las casas del Alto Estado Mayor de Francisco de Sales (zona de Moncloa) cuando yo andaba en la universidad.

Cuando le dije a Blas Piñar –en el encuentro por vuelta del 89 o del 90 que tuvimos en su residencia del Pardo (donde me recibió)- que “de pronto los hijos de los generales se pusieron a darnos lecciones de marxismo”, tenía in mente a esa y otras familias de mi barrio –poblado de bloques de casas militares-, amigos de aquellos.

Debió sentarle a cuerno quemado (y creo saber los motivos aunque no lo justifico) porque fue nuestro último encuentro. Saludos, Restituto

restituto dijo...

En relación con este asunto creo que el caso de mayor impacto fué el del destacado militante comunista José Daniel Lacalle, detenido en los sesenta, mientras su padre el teniente general del E.A. José Lacalle Larraga, era ministro del Aire, por lo que presentó su dimisión a Franco, que no la aceptó, diciéndole que se quedase quieto.
Saludos