sábado, mayo 14, 2022

FASCISTA MORRICONE (O FILO/FASCISTA)?

 

 


La violencia -de la muerte a sueldo (...)- en est film inolvidable y en su banda sonora no menos inolvidable. Misterio de la Muerte y de sus disimulos en este músico y cienasta genial. Fascista Ennio Morricone o filo/fascista? Cantó a la Muerte y a la Guerra, como ellos, pero des-de-le-jos. Lo que (a algunos) nos hizo soñar 

Ennio Morricone. Quién de mis lectores no oyó hablar de él o no oyó simplemente alguna de sus bandas sonoras mas emblemáticas y difundidas, como "la Muerte tenía un precio" -en traduccion libre al español-?. Apuesto a que nadie, al menos de los de mi generación, me explico, cronológicamente entendido lo de generación y también en  sentido de mentalidad, de sensibilidad y de aficion, con lo que aquello se viene a traducir más exactamente, por lo de supervivientes -en francés "rescapés"- de mi (propia) generación, para ser exactos (y creíbles) Unos "diez y siete", cuatro gatos, aquí alguno dirá maliciosamente (y con razón) 

Y es lo que me viene a la mente en el recuerdo evocando aquel film de culto -y aquella banda sonora, qué obsesión!- de uno de mis viajes veraniegos -año de 1966, en Valencia creo recordar-, totalmente desprevenido -e indefenso- en vísperas mismo de la gran mutacion cultural y espiritual de la sociedad española que a mi paso justo a seguir por la Universidad española (la Complutense) -en estado de siniestro  total-, me dio justamente por palpar bien y calibrar. Todo ello habrá hecho que me viera  esta vez como en un sino fatal, sentado en sala de butacas y en la proyeccion de aquel film documental, como por casualidad, el pasado domingo, como siempre llegando a la misma hora en el mismo cine o palacio del cine -en el centro de Bruselas- a última hora, en la última sesion y abocado en consecuencia a elegir entre los dos o tres filmes aún por proyectar, y esta vez, ante aquel titulo -de "Ennio"- tan llamativo y tan sugestivo y evocador, la opción a fe mía ya no era tal.  

Un cineasta o músico cineasta a contracorriente de su época y que tal vez por ello sobreviva (aún) al cambio de épocas, la razón ultima y veridica de la magia de ese film -y de su música- y de su fuerza de agarre hasta el punto que me habrá servido de motivo de reflexion -y hueso duro de roer- en la última de estas entradas siempre al filo de la actualidad. Y salgo después de verlo con un sabor agridulce en los labios, del dulce de los recuerdos de aquellos filmes y de aquellas bandas sonoras-, y agrio por dentro, de por el lado incensante (de incienso) y turiferario -ad majorem gloriam (del patrón)- y de por la intriga comercial -que (fácilmente) se deja en el filme traslucir, de un éxito -el de una biografia o de una carrera o trayectoria- tan apoteósico y tan espectacular y arrollador, con las bendiciones de grandes y chicos -incluida of course, en un compositor italiano que no falte- la santa bendicion papal (por favor) Y también de por el pesado complejo de culpa (católico/romano) que se siente o presiente en sus declaraciones tratando de justificarse -al borde de las lágrimas (una vez más)- ante sus maestros y mentores, músicos ilustres de corte clásico todos ellos, del inicio de su carrera que veían en la musica cinematográfica una mistificacion o corrupción del arte (por el arte), léase una forma (sic) de prostitución. 

No importa. Y es por lo que -él y su obra- me habrá servido de referencia o de coartada sin reproche, si se puede expresar así, y es de de ese fascinacion casi visceral -de manos limpias (atención)- por la violencia en mí, que me diga por las causas justas y violentas y esa aficion igualmente profunda -que igualmente asumo- de "cantar la guerra (y la violencia) desde lejos" que me habría merecido la execracion o condena inapelable de mi maestro de estilo como lo fue Francisco Umbral. Propagandista fílmico y musical Ennio Morricone, de la violencia y de la guerra en la pantalla, desde lejos, en todos y cada uno (casi) de sus filmes de mayor éxito, de sus filmes "spaghettis" como el ya citado de "La Muerte tenia un precio" y su séquito -Por un puñado de dolares, "El bueno, el feo y el malo"-, y de los de telón de fondo histórico como "La Batalla de Argel", o de fondo historico/policiaco -"Once upon a time in New York"- o de los de pura novela policiaca en el guión como "El Profesional" -con Jean Paul Belmondo -y su banda sonora (igualmente inolvidable) Chi Mai -la más obsesiva quizas de todas ellas-, que me inspiró una de las poesias mas sentidas y de mayor número de visitas en este blog. 

Don innato, arte mágico el de Ennio Morricone de llegarnos con sus filmes y sus bandas sonoras al plexo/solar del alma (en francés "au coeur") A quien se lo debe? A su carisma excepcional e igualmente indiscutible, a una voz  ancestral o un misterio (insondable, bimilenario) de cultura y civilización, léase del prestigio y la irradiación universales de la Roma/eterna, enloquecedora incluso como Giménez Caballero (GC) lo confesó, tras un viaje alli y una funcion teatral o espectacular en el Coliseo ((templo del gladiador) Enloquecedora, como la voz de la sangre o como una voz de ultratumba maternal? Qui lo sa? "De lejos" o más exactamente de cerca y de lejos, su exaltación (casi mística) de la guerra y de la violencia: en "La batalla de Argel", en las escenas tal vez las más crudas -y por ende más verídicas y más realistas- que me haya dado ver, con una ristra a la espalda de remordimientos (históricos), de malos pensamientos (de culpa) a rastras, si nos ponemos a ver. 

Y por su sentido -que diria Heidegger- de "la eternidad del instante", tal como en la inolvidable -y desgarradora- escena -como las de aquel film, italiano, de mi infacia "Inolvidable amistad"-, y es la de aquellos niños "de la calle" -en el Nueva York aquel tan salvaje,  de la Ley Seca, de Al Capone y del FBI-, metidos (trágicamente) en juegos de hombres, con la policía tras su pasos y que en el momento de caer mortalmente herido uno de ellos en la espalda por disparo de un agente, comenta o confiesa ingenuo -a modo de disculpa o de epitafio, sin ver que se moría (...)- a uno de sus compañeros que le asistía, que "sólo ha sido un resbalón" (...) Misterio de la Muerte falaz y engañadora (hasta el fin) y de su arte (funesto) del disimulo, lo que el maestro italiano acierta (genialmente) a captar!  

Fascista o filo fascista Morricone? La pregunta del millón, que nadie hasta ahora -y por qué- se atrevió a formular. Que dejo aquí a la atencion de mis lectores, que no la dudarán elucidar  

 


"Pour unos pocos dólares más" -en traducción no más fiel, pero sí más literal de su título original- fue además de un legendario film "espagueti" (made in Spain), un hito mayor de mi adolescencia, por la mutacion (brutal) que se produjo en la sociedad española y en especial en su estamento universitario, justo después. Por su pathos romántico de heroismo y de violencia y por la magia de su banda sonora, entre lo más clasico y lo más actual. A años luz todo ello de lo que se vivia y respiraba (ya) en la juventud española de entonces -verano del 66-, en la que no me reconocí, igual que un puñado de estoicos (como yo) Como les ocurre hoy a muchos catalanes con la Cataluña de la actualidad. Testigo de preferencia pues Morricone, de una memoria común -o de una brecha en la Memoria más bien. Filmico y musical

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