MUÑOZ-SECA Y GARCÍA-LORCA (HOMENAJE A ALFONSO USSÍA)
Don Pedro MUÑOZ SECA, dramaturgo ("La venganza de Don MENDO") Humorista y creador del género teatro de astracán "El GARCÍA LORCA de derechas". Fusilado en PARACUELLOS, el 28 de noviembre de 1936. Abuelo de Alfonso USSIA (q.e.p.d), por la rama materna
"Cuando murió mi madre, si la querría el señor, que para llevarla al cielo, se la llevó en ascensor", así recitó su pésame (en verso) el autor teatral, Enrique García Álvarez, en el sepelio de su madre, muerta de un accidente, cuando el ascensor en el que había montado, se descolgó, desatando así en el auditorio una estampida general de las carcajadas que aquellas palabras hicieron estallar. Un humor fácil (en general), que aseguraba risas y risotadas y llenaba los teatros, entre el fuego de la critica y la envidia de los otros profesionales del teatro o del humor. Y un autor, el que acabo de nombrar, muy próximo suyo, hasta el punto que llegaron a redactar juntos alguna de sus piezas de más éxito. Y es de Don Pedro MUÑOZ SECA, del que hoy se habrá oído mucho hablar. Creador este último del género teatro de astracán, al que se verían igualmente asociados -junto con el primero de los nombrados- Miguel MIHURA y Enrique JARDIEL PONCELA, y con quienes es imposible de no asociar un autor de éxito mas reciente, como lo fue Alfonso PASO. Todos ellos salen ahora a relucir tras la muerte (inesperada) -a los 77 años- de Alfonso USSÍA, nieto de MUÑOZ SECA, y autor teatral y periodista de gran difusión. Del que nunca leí nada en Francisco UMBRAL, alguien del que los silencios u omisiones en mencionar tal o cual autor no eran nunca triviales ni circunstanciales tampoco (¡oh no!).
Y en su silencio (sepulcral) de nombres que he mencionado aquí -y de Alfonso USSIA en particular- cabe señalar una clave que es fácil de adivinar. Por razón de clase, sí, diferencia de clase (social) en un autor tan traumatizado en el ámbito familiar, léase en el ámbito de su vida personal, UMBRAL -garcía/lorquiano ante el Altísimo (para rematar)- no nombraría nunca ni comentaría nunca obra ninguna -ni la más famosa de todas ellas, "La venganza de Don Mendo"-, de Pedro MUÑOZ SECA en el conjunto de su obra -por la que tantos nombres de "la Tribu" literaria, la suya, circulan (en tromba)-, que creo haberme leído en su (práctica) totalidad. Gaditano, del puerto de Santa María, Don Pedro, lo que le debía (en principio) aproximar (que no) de otro autor paisano suyo, Rafael ALBERTI, que por el contrario tenía en gran estima Francisco UMBRAL. Gaditano de casta -de señorito andaluz aquél, y desclasado en cambio ALBERTI o venido a menos -que "si no, hubiera estado del lado de los nuestros"-, como le hace decir a FRANCO en su "Leyenda del César Visionario", Francisco UMBRAL. Y eso también, el factor de clase (social) (confiteor) -¿a qué bueno de no mencionarlo aquí?- es lo que me apartaba de Alfonso USSIA (un poco) a mí. El tufo a señoritismo (sic) que yo creía detectar en él, con el plus de su nombre aristocrático, y la sólida reputación además de monárquico (alfonsino) que fatalmente arrastraba detrás suya. No importa.
"Decidle al justo- como yo he venido aquí a glosar repetidas veces- que todo está bien" (reza la biblia canónica). Y todo lo que me separaba a mí y a otros de él, lo viene a borrar o a redimir la inmolación -como un cordero inocente, de chivo expiatorio- de su ilustre antepasado, que nos legó al morir un destello de su humor inmortal del que los españoles estamos necesitados (a rabiar) Y fue que en la checa madrileña por la que transitó al borde de su fusilamiento exclamó (parodiando las palabras, frescas entonces en la mente de todos, de José CALVO SOTELO), "La vida podréis quitarme, pero el miedo que ahora tengo, ¡eso no!") Y eso es lo que rescata en mi memoria y en mi aprecio a su nieto, ALFONSO USSIA, del que prometo leer su obra (en entero). Lo que nunca hice hasta hoy, Mi palabra de honor
En esta obra Juan Manuel de PRADA evoca a Pedro Luis (de) GALVEZ, personaje de la bohemia del primer tercio del siglo XX -un "Noventayocho menor" (díxit Francisco UMBRAL)-, al que acusa de ser culpable -a título de cómplice- en la muerte de Don Pedro MUÑOZ SECA. y al que se atribuyen cartas de de denuncias y listas negras de los detenidos en la checa Europa, que confirman su culpabilidad. La confirmación por parte de la familia del escritor gaditano, resta no obstante por atestiguar
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