lunes, diciembre 29, 2025

HEIDEGGER Y EL NACIONALSOCIALISMO) (2)



Escenas del putsch de Munich. De la cervecería (burgerbräukeller, 8-9 noviembre 1923) Hitler se aprendió la lección de su fracaso y acabó optando por la vía pacífica -electoral- que le llevaría al poder. Ilustrando así la aceptacion voluntaria-en lenguaje del Sein und Zeit- por el pueblo (Volk) de su líder (Fuhrer) y de su Destino (Geschick) Unidad de destino en lo Universal, fórmula (joseantoniana) que muchos conocemos, y de un marchamo heideggeriano inconfundible. Lo que siempre se nos ocultó

Se puede contemplar la obra de HEIDEGGER y el sistema encerrado en ella desde dos momentos históricos mayores en el enfoque que aquí propuse de analizar y esclarecer -con el permiso y el perdón de sus escoliastas- todo el pensamiento del filosofo alemán al tamiz de la historia del movimiento nazi. Y es sobre todo a partir  de sus dos momentos cruciales, a saber, su ascenso (y acceso) al poder -30 enero 1933 (*) y la Derrota total con la firma por el Almirante DOENITZ del Armisticio -8 mayo 1945- que selló la derrota del nazismo y el final de la II Guerra Mundial. En el primero de los dos momentos el Pueblo aleman (Da Sein) escoge, léase resuelve, o se da, o abraza en-modo-resuelto (entschlossen) su Destino (GESCHICK) A la vez que cada uno de los individuos que lo forman aceptan su propio Destino Individual (SCHICKSAL) aceptándose -se ipse- a sí mismo(s). 

Y ese aspecto de aceptación libre del Destino se ve ve confirmado por el hecho histórico inapelable del ascenso pacífico por la vía electoral del nazismo al poder, sin golpe de estado como lo fue la intentona de KAPP -en la que HITLER y el partido nazi (NSDAP) no participaron-, o como el putsch de la cervecería (Bürgerbräukeller) de Munich, y del que se aprendió (bien) la lección de su fracaso. En el segundo momento histórico, con el nombramiento de HITLER de Canciller del Reich, se cumple una característica -o modo auténtico (eigen) del Da Sein-, y es el Sein Zum Tode, Ser para la Muerte, una idea fuertemente anclada en la tradición cultural de los pueblos germanos. Así, en un célebre apócrifo bajo/medieval, El Campesino de Bohemia -que aparece citado en Sein und Zeit, se puede leer: "El hombre desde que nace está llamado para la Muerte" Y una primera verificación histórica de esa aceptación del Ser-para-la-Muerte, hasta la autoinmolación o el sacrificio -Opfer- lo es el ejemplo de Albert Leo SCHLAGETER, oficial alemán y miembro de los Cuerpos Francos, reo para las autoridades francesas de ocupación de actos de resistencia y de sabotaje a la presencia francesa en la cuenca (alemana) del Rhur -ocupada por Francia y Bélgica tras el desenlace de la I Guerra Mundial-, y fusilado (el 26 de mayo 1923) Que recuerda NGV en la obra que aquí estamos comentando. Y también el chileno (comunista) Víctor FARÍAS, en prueba del delito de mal/pensancia (fascista) del autor del Sein und Zeit. 

Y la aceptación más plena del Destino (Geschick) alemán, mediante el Sacrificio, lo ilustra el llamamiento a la guerra total -y el eco de adhesión unánime que ello encontró entre la población- del ministro de Propaganda del Reich, Joseph GOEBBELS, en su célebre discurso del Sportpalast de Berlin, el 18 febrero 1943, a seguir a la derrota de Stalingrado. Y de la enjundia filosófica (alemana) -a la vez que ideológica- de ese célebre discurso da muestras el llamamiento de la última frase del mismo, a guisa de conclusión (y colofón). ¡Levántate pueblo alemán (Stehet auf!) Und sturm bricht los! -como un eco del STURM UND DRANG (romanticismo alemán)-. ¡Y que se desate la tormenta !  

Y ese otro hecho histórico incuestionable que no hubo (propiamente) ni rendición ni capitulación. Y confirma e ilustra a la vez  esa aceptación libre (hasta el fin) del Destino alemán,la (llamada) epidemia de suicidios que asoló la Prusia Oriental en primera línea del frente del Este,  al ritmo y compas del avance (imparable) del Ejército Rojo, al final de la Segunda Guerra Mundial. Dejémonos pues de eufemismos o ¿acaso no cabe glosar ese fenómeno único o cuasi único en la Historia universal, como una inmolación colectiva de un Pueblo (Volk), o un acto colectivo de devotio ibérica o grecorromana -lo que yo llamo Holocausto alemán- por el cual un pueblo (VOLK) -que es ya él mismo Historia inmanente- habrá entrado en la Historia, léase en la temporalidad kairológica (*) del Da Sein y alcanzado así su autenticidad (Eigenlickeit)  ¿Profeta HEIDEGGER (clamantem in deserto) y no un simple filosofo ni un pensador humanista (sic) como lo tenían catalogado -estudiantes y profesores (ante los ataques calumniosos de Victor FARÍAS y de otros)- en Bélgica (finales de los ochenta), en la Universidad Libre de Bruselas (ULB)?


¿"Epidemia" de suicidios -de la población civil-, en Prusia Oriental ante el avance (imparable) del Ejército Rojo? Prueba más bien de aceptación de todo un pueblo (Volk) -y de cada uno de sus componentes- de su Destino -schiksal, geschick- individual y colectivo. 


(*): de kairós, "tiempo oportuno", en la filosofía griega, y de ahí en línea recta, hasta el Sein und Zeit. Tiempo de gracia -en la teología progre- que venía a inaugurar el Concilio Vaticano II. Expresión favorita de Juan XXIII, el papa que aquel concilio convocó

 




2 comentarios:

Anónimo dijo...

la filosofia alemana es totalmente ininteligible para mi; no me convencen los "cabezas cuadradas" y las dos cosas buenas que hizo hitler, para mi, fueron apoyar la cruzada de francisco franco y no atreverse a utlizar el arma nuclear( que ya poseia).....Saludos.

Juan Fernandez Krohn dijo...

Decía en contra de Xavier ZUBIRI, CELA -hablando de él UMBRAL- que si él comprendía a HEIDEGGER y a NIETZSCHE y SCHOPENHAUER, por qué no iba a poder comprender a ZUBIRI. ¡A la m. con él! decía. Y yo que comprendo a NIETZSCHE a medias -o unas dos terceras partes-, aunque lo que entiendo de él, me gusta y me convence mucho, y que no he leído nunca a SCHOPENHAUER, aunque ando con muchas ganas de ello, del que se elogia el alemán literario que utilizaba, y que celebró el mismo HITLER, HEIDEGGER en cambio sigue siendo (un poco) para mí hortus conclusus, y lo que escribe (interesante y muy documentado) de él NGV, lo he podido seguir a trancas y barrancas, aunque creo no haberme dejado nada de esencial en el tintero. No te oculto -aunque me imagino que ya te habrás dado cuenta- del prestigio que tiene en mí la cultura alemana, de la que la filosofía me parece la prenda exquisita (de mayor éxito y difusión, quiero decir) ¿Por mi ascendencia nórdico/germana por la vía materna -ya no tan próxima, exactamente de mi bisabuelo materno que era noruego (de Bergen), vivió en España se casó con una española (de Sevilla) y murió en Madrid -tras haberse convertido al catolicismo y adoptado la nacionalidad española-, durante la guerra civil (de viejo)? Sin duda alguna, pero esa experiencia y mi otro bagaje cultural belga/flamenco de los largos años vividos allí, en Bélgica -en Bruselas y en zona flamenco/neerlandófona, donde me nació mi hijo de madre flamenca, de la que estoy hace muchos años divorciado- me invisten de una responsabilidad a la que no me puedo sustraer. Y es de servir de puente o mediador entre lo latino y lo germano, y más modestamente, entre España y el Norte de Europa o más modestamente aún, entre España y Bélgica. Y HITLER? Esa es otra historia y como decía un poeta, "yo me duermo y dejémoslo para mañana", no sin decirte que HEIDEGGER le acusaba -según leo en NGV- de no haber sabido estar a la altura -por culpa de su nihilismo- del tiempo "kairótico" (oportuno) -del griego "kairós"- que le tocó vivir, aunque al mismo tiempo le reconoce muchas cosas. Entre otras, la verdad interna (sic) (del movimiento que él fundó), y "la grandeza y el esplendor de su puesta en marcha" (tras la toma del poder), que declaró en su entrevista a DER SPIEGEL -de la que trato aquí en mi blog- y que como lo constata y reconoce NGV mantuvo hasta el final. Un profeta y un poeta (alemán) en la línea (entre otros) de HOLDERLIN. Así veo yo a HEIDEGGER, hoy por hoy