viernes, octubre 24, 2025

Nuestro Último Tranvía


Fue entonces, de verdad. sí

en llegando (yo) a la Luna

en esas imágenes

espectrales, insólitas


-hoyos, piedras calcinadas!-

¡QUÉ DECEPCIÓN, MADRE MÍA!

cuando le vi las orejas

-de pronto, a la luz del día-


a ese futuro distópico 

que me hurtaba la penumbra

en la que viví (¿hoy aún?)

que me meció en mi vida


Un futuro en el desierto

y en la soledad absoluta

cruzándome fantasmas

y sombras (¡las muy huidizas!)


Por todo eso y mucho más

me cuesta Dios y ayuda

el encarar un mañana

sin nubes y sin fatiga.


Cuando se cumplan los tiempos

y llegue la hora (¡Albricias!)

de reencontrarnos Tú y Yo,

que será nuestro Gran Día


que no te esperabas ya Tú

y que Yo, suave cual hormiga

preparé sin pausa hasta hoy

Arriba las almas ¡VIVA!


Nacidas para encontrarse  

¿en nuestro último tranvía?

 Y eso redobla mis fuerzas,

le da sentido a mi vida


sin rumbo, ni meta, ni luz

al cabo de mis desdichas

Que todo lo que te dije

era cierto amor, no mentía


Y no me creíste, oh no!

y yo amor, así lo sentía

Que cuando tratamos de ellas

JUSTO AL REVÉS, (¿MENTIRA)


de lo que se piensa:

LO QUE TÚ SIENTES, VIDA MÍA!


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