En la foto, Nicolás GÓMEZ DÁVILA. "Välgame, välgame -hubiera dicho Don Ramón del VALLE INCLAN- un santo de palo!" Este NIETZSCHE colombiano (sic), como nos lo presentan hoy acreedor de una obra aforística importante, brillante y original (confiteor), pero del que la referencia a NIETZSCHE o la deuda mas bien hacia ël, se traduce en una (prudente) distanciación de aquél. el precio de peaje a pagar (se nos antoja) de su éxito (enorme) y difusión en medios piadosos de católicos practicantes. Del que cito aquí a modo de botón de muestra uno de entre la floresta de escolios (sic) de los que se nutre su obra escrita. Y reza así: "La muerte de Dios es opinión interesante, pero que no afecta a Dios" Marear la perdiz, así gloso yo en lenguaje castizo, ese escamoteo -entre centenas y centenas de escolios- de una de las ideas centrales del pensador del Superhombre y del Eterno Retorno. Y le replico correctamente y sin perder los papeles, y a modo de contrapunto, con otra citación de un buen amigo belga, profesor librepensador que hacía profesión de tolerancia (que él practicaba, doy fe, tanto en el plano religioso o teológico, como en el ideológico) y gala al mismo tiempo de ateísmo. E histrión sin par a la vez como lo muestra aquí, dirigiéndose a sus estudiantes: Dios os interpela, a mí en cambio me huye . Y un Dios poco o nada creíble, ¿en qué se diferencia de un Dios que ya murió? (me pregunto yo)
"Es increíble -hace decir NIETZSCHE en "Así habló Zaratustra" al Viejo (ermitaño) en la Montaña- pero ¡¡¡ será posible que este santo varón no se haya enterado todavía que DIOS HA MUERTO !!! Escena propiamente cenital del pasaje cumbre del Zaratustra en el conjunto de la obra del pensador del Eterno Retorno y del Superhombre, que aclara e interpreta toda su obra y los párrafos mas oscuros y enigmáticos de la misma, y sin la cual nada se explica ni de su obra ni de todos y cada uno de los momentos vividos en su trayectoria. VERBA VOLANT SCRIPTA MANENT, rezan los clásicos, y en esa formula de NIETZSCHE se cumplen cabalmente las dos partes del díptico de ese aforismo de la Antigüedad clásica. Su obra escrita, ahí está ahí está -y permanece, como la Puerta de Alcalá-, y las ideas que encierra vuelan raudas o se corren como la pólvora, al alcance de comentaristas (o escoliastas) de toda laya y viéndose reediciones sin cuento en prenda de actualidad, de sus títulos principales y de biografías suyas y de monografías de las principales de sus obras -como "El Anticristo" y "Zaratustra". Por eso y mucho más no nos parece (en absoluto) de recibo el tramite tan aficionado de algunos de expurgar cogiendo (en román paladino) el rábano por las hojas, y suprimiendo de una tachadura o de un plumazo pasajes cruciales -como el aludido más arriba- en la transmisión del mensaje que el autor en cuestión quiere hacernos llegar a todas luces, o desviando la atención del lector para con los mismos, y haciéndolos así pasar (de matute) desapercibidos. MAREAR LA PERDIZ a eso llamarían los castizos.
Un NIETSCHE de recibo para uso y consumo de católico/romanos e hispanos, y así ya va quedando claro lo que decir estoy queriendo en esta cuestión tan peliaguda, pisando así (huevos) en un terreno tan deslizante y tan quebradizo. Y es lo que me viene ipso facto a la mente ante la figura de un escritor hispanoamericano, -Nicolás GÓMEZ DÄVILA- del que he venido oyendo hablar o mencionado -a cada vez en un halo de admiración y (religioso) respeto- a ratos los últimos años y del que ahora navegando en la Red, caigo cabal en la cuenta de la talla del personaje -mayor de la que me figuraba, lo confieso- y del calado de su obra aforística (sic), hasta el punto de pasar por un NIETZSCHE colombiano (sic) entre los que más le celebran y le citan. Un NIETZSCHE de "níhil obstat" de uso y consumo o para andar por casa, ya digo. Del que se ve borrada o hecha tragar entre los desprevenidos lectores, esa idea -religiosa teológica- de la MUERTE DE DIOS, que tanto hueso habrá dado que roer a pensadores, filósofos, teólogos y motivo de inspiración (doy fe) a poetas (yo incluido) Hasta el punto que sería sometida a debate -e incluida incluso en los documentos y textos finales del Concilio Vaticano Segundo (*) Dios ha muerto, y eso que quiere decir sino (como NIETZSCHE lo explica, que la Modernidad hizo obsoleta la idea de Dios, no-creíble. Lo que aquí está pidiendo una apostilla de urgencia como la que me merece a mí con ayuda de lo que aquí ya expuse en alguna ocasión y sobre todo en mi último libro. Y fue la idea -entresacada de la Historia y de la Filosofía de la Historia- de la Otra Modernidad, opuesta a la de la Luces (Lumières) y de la Declaración de los Derechos del Hombre, a saber, la que encarnaron (en sus múltiples versiones y variantes) los nazi/fascismos. Que, a años luz como se encontraban del ateísmo de la Modernidad liberal/marxista, transmitían y propagaban no obstante un Dios próximo del que divulgaría el agnosticismo contemporáneo y fácil a su vez de re-encontrar en corrientes neo-paganas herederas del paganismo clásico (greco/romano) Un Dios en suma MORTAL, como el que NIETZSCHE propagaría en sus escritos y en su trayectoria emancipado desde sus años universitarios del protestantismo que por la vía familiar le sería transmitido. Hijo, nieto y biznieto de pastores protestantes como él mismo se describiría. En atención sobre todo a su progenitor, ejerciendo su ministerio en la Corte imperial, y al que sumiría en una profunda crisis psicológica y espiritual, la versión alemana -Revolución de Marzo (en Berlín)- de la Revolución (europea) del 48 (Primavera de los Pueblos) Una herencia a la que NIETZSCHE reservaría una considerable cargazón de mofa y escarnio cuando aludía (por ejemplo) en un lenguaje caro (doy fe) a pastores protestantes como aquel al que hace poco aludí- y era a la experiencias de salvación (sic) atufando a domesticidad (sic) de los pastores evangélicos.
Agnóstico (sic) pues, el ateísmo de NIETZSCHE Como el mío. Un agnosticismo como aquel del que hicieron gala en España importantes pensadores contemporáneos como José ORTEGA Y GASSET, o Miguel DE UNAMUNO, o figuras tan atípicas y emblemáticas a la vez como lo fue Ramiro LEDESMA O como el que se difundía em medios y círculos de la FALANGE en la inmediata posguerra (en abierta oposición a la corriente clerical dentro del Régimen, mayormente representada a partir de la crisis del 56 por el OPUS DEI, y antes por la ACdP (Asociación Católica de Propagandistas, "los nietos de Dios2 como les llamaban con sorna los falangistas) Un agnosticismo pues, que admitía el fenómeno religioso en el fuero interno, en nombre del libre albedrío, y respetaba el catolicismo por ser históricamente la religión española. Y a guisa de colofón debo añadir que de corolario fatal de la Muerte de Dios figura hoy ante nuestros ojos de viejos creyentes la Muerte de la Iglesia, que ilustra la desaparición del fenómeno religioso de múltiples aspectos de la vida cotidiana en la España de hoy, y del brutal descenso -convertido en comidilla diaria de comentaristas de la prensa mainstrem- en las tasas y niveles de la práctica religiosa. Gloria efímera y pasajer -¡si Don Marcelino levantara la cabeza!- la del catolicismo romano y español: Como escribió un neopagano que aquí cito de última conclusión: Sic transit Gloria Ecclesiae" (sin anti-clericalismo rabioso y sin acrimonia, por favor)
Este libro que leí y releí con fruición y ardor en mi juventud universitaria de militancia falangista (en el FES que se autodisolvió en la Transición), era del mimo autor de otra obra, hoy -como un incunable- imposible de encontrar, bajo el título de "Teología de la Política" editada y difundida por la Delegación Nacional de Propaganda (bajo la égida de Dionisio RIDRUEJO) la inmediata posguerra en la que se difundía una religión compatible con el ideal y el ideario falangista que le mereció el ataque -en una pastoral- y la prohibición por parte del Cardenal SEGURA, acusada de "modernista"
No hay comentarios:
Publicar un comentario