viernes, octubre 17, 2025

¿"HORA ESPAÑOLA" EN BÉLGICA, PESE A PUIGDEMONT?


Una parábola (belgo/española) mucho más que una simple foto, la que podemos ver aquí. Los reyes de Bélgica, los de España, y además, en los dos extremos, a la izquierda en la foto, el nuevo ministro de exteriores belga, y al otro extremo (derecho) el nuevo jefe de gobierno belga -desde el pasado 3 de febrero, más de medio año después de las últimas elecciones- Bart DE WEBER, de la  N-VA (nacionalistas flamencos) no ajenos al refugio que le brindó el estado belga a PUIGDEMONT. Y a la izquierda en la foto de la reina MATHILDE, Ernst URTASUN, ministro de Cultura (socialista) español. ¿"Hora española" en Bélgica, con la nueva Exposición Europalia dedicada a España -desde 1945, por segunda vez-, después de la "hora vasca" que aquí tanto tiempo duró? Nos es difícil de creer 

¿Simple o pura coincidencia, cruce de fechas y tesituras marcado en los astros o en lo alto de las estrellas?: Como sea, ahí están  las fechas. Me fui de Bélgica -de mi propio pie, sin que me echara nadie, tras 38 años allí de residencia- el pasado 1 de febrero, con la sospecha a cuestas de que había algo que no era normal en el juego o conjunto de circunstancias que me habían hecho aquí la vida imposible, y forzado a arrojar la toalla (un decir) Y es en mi resolución, tomada de antiguo, de seguir allí como en mi país de adopción, que me había brindado tanto tiempo hospitalidad -al límite del refugio por motivos en gran parte ideológicos y políticos. En claro: me fui a Bélgica desde España -11 de marzo 1987-, por culpa del ambiente enrarecido que se había hecho irrespirable en España para mí, y que no me sentí obligado de seguir respirando allí, con la amenaza encima siempre pendiente como la espada de Damocles sobre mi cabeza, de un nuevo arranque de los linchamientos generalizados en la prensa mainstream que se venían (intermitentemente) desatando en contra mía desde mi gesto de Fátima y por culpa del (innegable) impacto mundial (sic) que aquello tuvo en la prensa mainstream. 

Y ahora como a golpe de varita mágica, los duendes se ponen en danza -en flamenco neerlandés, poppen aan het dansen. Nuevo gobierno belga (3 de febrero) -más de medio año después de sus últimas elecciones (...), de un nuevo primer ministro belga (nacionalista flamenco)  que por la vía familiar se supone que conoce de cerca España-y sus cuitas y sus retos y problemas (a partir de Cataluña, por supuesto) y no ajeno (se me antoja) al refugio que habrá brindado en Bélgica a (Carles) PUIGDEMONT (...) Y con un nuevo (y flamante) ministro de Exteriores, valón de centro derecha, que no había sonado nunca de ministrable aquí (en la misma fecha del 3 de febrero) Como si mi marcha del país, hubiese en verdad venido a dar la señal de que ruedas o engranajes en espera (ydel más alto nivel), se pusieran de nuevo como a toque de silbato en marcha (o "en danza") Y last but not least -"la guindéa en el pastel"- la exposición Europalia dedicada este año a España por primera vez desde que yo habité en Bélgica -la última vez, en 1985  y prevista hasta el 1 de febrero (nota bene) del año próximo. 

Un español en Bélgica, algo. alguien todo menos trivial. Un español con memoria (quiero decir) De los españoles que hace siglos estuvieron aquí: lo que con todo este largo preámbulo vengo a querer decir. Precisamente lo contrario de lo que con la inmigración española -años 60 y 70- aquí se pretende camuflar o púdicamente venir a esconder. Un colectivo español el de aquellos, de españoles como yo, pero amputados de memoria, de la memoria española aquí. Por razón de fuerza mayor, no es culpa suya. Ni tal vez de los que les trajeron hasta aquí. Sino de centros (belgas) de decisión a niveles muy altos, como los que a todas luces, hicieron que me fuera de aquí. Y que son los que les manejan en contra de España aquí Que ellos sí se conocen la Historia -y no digamos la de la guerra civil del 36, y muy en particular nuestra historia común, de españoles y belgas, pese a ese arte del disimulo -en francés, faire semblant-, en todo lo que concierne a España y los españoles, de lo que son maestros consumados los responsables de la cosa publica, del Estado belga, del Estado profundo, deep state. Y forma parte del "ethos" o del "pathos" que comparte el conjunto de la población. 

Fueron españoles hace siglos, y hoy no lo son, ¡claro que no!, pero se interesan en España y en sus cuitas y en su vida (pasada, presente y futura) -hasta en el menor de los detalles- aunque por un sentimiento (complejo) de vergüenza o de (invencible) pudor colectivo, no quieran aparentarlo. ¡¡¡ESO SÍ QUE NO!!! Lo que someto a (seria reflexión a los que aquí me lea, belgas o españoles, de aquella emigración o no, en aras de la CONCORDIA y de un futuro mejor   

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