Esperando a los barbaros. Él, y YO y muchos telespectadores en cambio, como YO, temiendo como el diablo al agua bendita la llegada de la Noche y de su programa de 24 horas, -como la tortura china de la gota de agua fría (...)- con su sarta de mentiras, de bulos y de propaganda fide e historias para no dormir, por cuenta de la Biempensancia. ¿Teme que los van a echar, -a él y a los suyos- a patadas, con motosierra o lanzallamas? Quien nada debe, nada teme, reza el refrán, no sé si español o portugués. ¡Cuadrilla de biempensantes privilegiados! Así es como los vemos. ¡Y así les ponemos en el espejo para que se vean ellos! ¡¡¡ Qué pesadilla !!! Harto ya (el que esto escribe) de una vida de bohemia (un eufemismo apenas) --casi 40 años ya! (tras mi encarcelamiento en Portugal) (...)- sin perspectivas, cruzándome (para más INRI) biempensantes privilegiados sin parar. ¿3800 EUR por programa, y de las arcas públicas? ¡¡¡Unos tanto y otros tan poco!!! ¡¡¡ Por culpa de mis ideas !!!
"Desierto de los bárbaros", "esperando a los bárbaros", "invasión de los barbaros", una repetición literaria en todas las mentes las últimas horas y un poco antes, en teclas o en plumas, y en palabras como las del periodista y presentador estrella, Xabier FORTES -Xavi (Chavi, con che) para los próximos y amigos-, que la habrá sabido explotar de lo lindo, en la última de las polémicas -desde la televisión pública TVE (programa, La Noche en 24 horas)- de las que nos tiene tan servidos. Y es el de un articulo retumbante -de aplausos y de protestas al unísono- en la prensa de hoy en la que va de víctima (inocente), algo de lo que tanto gustan sus compañeros de viaje o de partido. Es además, este señor, viejo conocido de los lectores de este blog o de los que no nos visitan más que hasta nuestro portal donde figura -como en la picota mediática (y con todos los honores) este espécimen del periodismo político, que lo es (sin ánimo de faltar) a partes iguales, por su brillo profesional, por su carisma personal, y sobre todo por su (presumible) afición a la censura y por su sectarismo. "Eppure" (...), me cae bien. Hasta en su sectarismo y sus desahogos partidistas, qué le vamos a hacer! Comparado al menos a todos los perros ladradores (y ladradoras) que vimos desfilar y sucederse -años, décadas- en la cadena publica -y que ladraron (y me la-dra-ron) no todos pero casi todos- a base de bien. Y en "Esperando a los bárbaros", Xavi (galleguismo de bien del interfecto obliga) hace un alarde de saber lamerse las heridas, lamentándose, de unas palabras en tono beligerante en contra suya, con las que se las prometen -a Xavi y a los banderizos y compañeros suyos y de su cuerda-, muy crudas y muy duras.
Y son palabras de la oposición, exactamente de Santiago ABASCAL, de VOX, viento en pompa en todos los sondeos para las próximas elecciones generales hacia las que marchamos (todos) como con botas de siete leguas, a pasos agigantados Y fue arremetiendo éste último en sus polémicas palabras contra la TVE, con "motosierra "y "lanzallamas", algo en lo que el pugnaz presentador (gallego) ha entendido deber darse por aludido, elevando fatalmente así los niveles de alto voltaje y el dramatismo dialéctico en la actualidad mediática y en la política española. Es curioso y todo (se me antoja) menos anecdótico, que casi en sincronía con esta polémica, me vino a la mente como a salto de mata la fórmula e imagen del desierto de los bárbaros (sic) Que acabo de emplear en mi cuenta FB, en alusión a la tierra/de/nadie (no man´s land) en la que nos embarcamos -¿cuatro estoicos, cuatro gatos?- los que apostamos -en nuestros medios, o "lato sensu" en nuestra familia política- y fue a cuento de la guerra de Ucrania, por la postura y la narrativa pro-rusas. Más solos (visto desde fuera) que la una. (...)
La novela best-seller -de otros tiempos y otra época- de Dino BUZZATI, tenía de marco ambiental un puesto de avanzada militar fronterizo con un reino vecino (indeterminado) -del que los separaba "el desierto de los tártaros"- por donde los que ocupan esa guarnición, temían y deseaban ardientemente a la vez, la invasión, una invasión de los barbaros que daría un sentido a sus vidas y a su exclaustración y su rutina (absurdas) y les haría merecer la gloria futura, en un conjuro o desafío -el del principal personaje protagonista y en el autor de la obra-, no propiamente a la Muerte sino al miedo a la muerte -léase a la Nada (apostillo yo)- que la novela (que no el film homónimo en el que se omite esa escena) glosa o ilustra con la escena final donde el protagonista, militar en jefe, muere -tras la llegada de los barbaros sin que la lucha final se consume-, en casa, en soledad, y aflorando en sus labios una sonrisa. No quiero cerrar no obstante esta entrada sin una glosa de costumbre con la que cierro muchas de las otras.
Y es que el articulo del presentador gallego se pretende un grito de alarma o una llamada de socorro y al mimo tiempo un llamamiento al compañerismo y a la solidaridad entre compañeros (y compañeras) del estamento o de la casta amenazada. que se ven amenazados (y penalizados) por los nuevos barbaros -léase la derecha - en sus (sobre) sueldos y sus chances de ascenso, además de sus poltronas -o empleos fijos o en sus seguros puestos de trabajo (periodístico) Pobres ellas y ellos! mientras les contempla -como lo que son, una (increíble) cuadrilla de biempensantes privilegiados- este estoico el que estas entradas escribe con la cuenta a la espalda de todos estos años -a seguir a los de expatriación y encarcelamiento- condenado como a una segunda pena a una vida de bohemia (un eufemismo apenas) Mayormente o a titulo exclusivo) por mis ideas, lo que creo que habré venido despacito y buena letra, en estas entradas, una detrás de otra. Un pobre indefenso mal/pensante, condenado por mis malas/ideas: Si eso habrá contribuido a que con tanto rifirrafe y polarización no llegue -como en el 36- la sangre al río: (....):
PROFICIAT! O FELIX CULPA !!!
Una novela de otros tiempos y otra época, pero de mensaje imperecedero. ¿Por eso me marcó tanto cuando la leí.? Como un conjuro o o desafío no a la Muerte sino al Miedo a la Muerte. A la Nada o sea.
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