"Identidad", término o vocablo ambiguo (sic), temible como tal, en el vocablo en sí y en la idea o magma de ideas que expresa: "No se sale de la ambigüedad, más que en menoscabo propio", dejó escrito el Cardenal DE RETZ, una de la mayores luminarias del Gran Siglo francés. Lo que se diría que han copiado o aprendido muchos de los grandes hombres en los últimos siglos, de FRANCO al presidente ROOSEVELT o al general DE GAULLE, incluido -en lenguaje espiritual, esto es de (mucha) mayor gravedad, y dicho sin la menor animosidad- el papa WOJTYLA (Juan Pablo Segundo) E identidad (sic) es a no dudar, un vocablo (como dirían los lingüistas) polisémico (sic), de varias acepciones de las cuales la más dominante o pertinente se me antoja que lo sea la de Espíritu Nacional, transcripción en nuestra lengua castellana de "l'Esprit publique", antinómico este último de l'opinion publique, como ya lo expuse y lo expliqué en este blog.
Y viene a cuento de las (interminables) jeremiadas en torno al eusquera, y respecto del habla en eusquera, y en suma de la (maltrecha) identidad eusquera, léase vasca. Como lo viene a declamar (de nuevo) ahora, en voz alta, un converso del nacionalismo vasco -de raíces (nota bene) no vascófonas y fuera pues de toda sospecha-, a saber, el lendakari (jefe) del gobierno vasco, Imanol PRADALES, enzarzado en un rifirrafe en los medios con la presidenta de la Comunidad de MADRID, Isabel DIAZ AYUSO a cuento de unas palabras (insidiosas y amenazantes) que en contra de Isabel, aquel habría dejado escapar (salvo prueba de lo contrario), pronunciadas en eusquera. Entzum, pim, pam, pum, que se entienden hasta en román paladino (...) Lo que se utilizaba (para los que no entiendan) como fórmula a la hora de señalar y de emplazar a pobres indefensos, a modo de reos de muerte aplazada, en aquellos tiempos/benditos de la hora vasca (sic) en los medios como en las conciencias, en Bélgica (y sé de lo que hablo) como en España. Y así queda ya el tema de esta entrada bien planteado, a base de ideas claras. "Digo dije donde dije Diego" dice, no obstante ahora -sin la menor prueba (en contrario) el lehendakari maqueto, mas vasco que los vascos (ay dolor!) como les pasa a los charnegos (andaluces) en Cataluña. PORCA MISERIA! Conflicto de identidades, léase la vuelta de la guerra civil (o guerra a secas), esa defensa a ultranza del uso de la lengua eusquera. Y amenaza mortal rampante a fuer de capciosa e insidiosa, contra la lengua común de todos, la de él también (que la tuvo como lengua materna) Y ahí puedo decir a fe mía que no embisto a ciegas, con la experiencia a mis espaldas de lo vivido años y años en Bélgica y entre belgas, que ofrecen tanto a los vascos como a los catalanes -después de haber brindado santuario privilegiado y refugio con complicidad flamenca a la banda terrorista- un (práctico) modelo (doy fe) de normalización lingüística. Sin violencia (física) sin voces ni aspavientos, no, pero incluyendo hasta la menor mezquindad y humillación (o perrería) Gato escaldado o sea.
Por eso, salto ahora como leche hervida (otra vez) en defensa de la presidenta de la Comunidad de Madrid, ante la agresión sinuosa e insidiosa de la que la veo víctima. Contra el lehendakari (andaluz) y detrás de él, contra el PNV (¡menudo tigre de papel o en cartón piedra!), y no hablo (otra vez) de oídas, sino de un crucial experiencia, de cuando me vi de nuevo encarcelado en Bruselas por culpa de la mano tan larga entonces de esas gente, justo antes del declive de la hora vasca (sic) entre los belgas, a la que pusieron fin los atentados del 11 de marzo (como a otras tantas cosas) Y aquí estoy, vivo, en pie firme y libre de ese (ridículo) respeto humano que les guardaba yo y conmigo tantos de mis compatriotas. ¡Fuera complejos pues por los desiertos de Europa! La lengua elemento esencial del Espíritu Público y de la Identidad Nacional (o colectiva)
En España y fuera de ella. En Francia por ejemplo donde no rige la menor tolerancia con el vasco, el catalán, el corso o el bretón, y eso desde los tiempos de la Revolución francesa. E incluso en Bélgica, país (mayormente) bilingüe que lo fue -en garantía de Unidad- desde los tiempos (benditos) de los Países Bajos católicos del Sur, "les Pays-Bas espagnols". O en Italia donde los separatistas del Norte (de derechas) tuvieron que acabar rindiéndose (como Mateo SALVINI o Giorgia MELONI) a la evidencia. ¡Animo Isabel, no te rindas, no te dejes engañar! ¿No dijo eso? Eso es lo que quería dar a entender y es lo que importa. Identidad lingüística, de igual valor igual que las otras. ¡¡¡ MUERTE A LA ETA!!!
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