martes, septiembre 23, 2025

AITANA BONMATÍ Y EL ESPÍRITU/NACIONAL COLECTIVO


AITANA BONMATÍ, capitana de la selección española, dirigiéndose al público en catalán viéndose premiada con el Balón de Oro del fútbol femenino. Lo que (encantados) le perdonamos. En nombre del Espíritu Nacional colectivo

Los humores -que no el humor- léase el mal humor, el estado de ánimo, factor imprevisto, alea imprevisible en la mecánica, y el engranaje de la lucha de clases. al mismo título o al mismo nivel que el lumpen proletariado. Y me vino a rondar la idea desde que vi un film francés sobre la Revolución Francesa que me pareció de golpe como una parábola (sic) justa y certera, a fuer de inédita y sencilla, del como y por qué del estallido aquél tan crucial e históricamente tan decisivo y que desde hace años exactamente desde que entré mentalmente en el universo francés -con mi marcha al seminario tradicionalista de Ecône- no se me va -rondándome y obsesionándome- de la cabeza. Y era sobre todo en la escena cumbre aquella del mencionado film en. donde el protagonista, jefe de cocina (chef) de un restaurante francés en medio rural, al servicio de un encumbrado aristócrata -el duque de CHAMFORT-se ve puesto en ridículo entre carcajadas estruendosas de todos los comensales -cortesanos y aristócratas todos ellos- y entre sus chanzas y comentarios de protesta y rechazo -de tratarles como si fueran cerdos (sic)- después de presentarles, protocolario y obsequioso en extremo, un manjar -léase un guiso a base de patatas en suma- que le había llegado a parecer -a fuer de nuevo y original- no sólo el summum de su carrera para él, sino, para la gastronomía en general, el debut de una nueva era. 

Y sale tan humillado del trance aquél, que ya no perdona, ni ante el gesto apaciguador del duque, su mecenas y amigo, y testigo (consintiente) de la escena, que le llama a voz en grito corriendo detrás de él, cuando ve irse el otro de allí después de la escena aquella, y que vuelve solícito -como si nada hubiera pasado- ataviado (y tocado) de de sus mejores galas -de fiesta- a suplicarle al chef (en vano) reanudar de nuevo sus servicios. En unos instantes todo aquello, surcados de hondos presagios. Y era en vísperas como se encontraban  (sin ellos sospecharlo), del estallido de la Revolución -y toma de la Bastilla-, que cancelaria el mundo aquel y con él, pondría fin a tantas y tantas cosas. El mal/humor, detonante del estallido social, esa es la glosa que nos merecen aquel film y la escena aquella. Algo que ocurrió, pero tan ligero y tan voluble y tan trivial -cono el mal humor- que igual podía no haber ocurrido así. Tan aleatorio pues, y a la vez tan decisivo a fuer de imprevisible, el mal/humor, como el lumpen proletariado o como  los cambios demográficos que sin duda por todo eso, escaparon al análisis marxista. 

El mal/humor -y ahí es donde quería llegar-como exutorio o vía de escape o reacción visceral  tantas y tantas veces, de manifestaciones de odio, o de reacciones de asco (sic). o de profunda repugnancia, la del asco, a fuer de visceral más soterrado e imprevisible e incontrolable. Y viene a cuento de los tweets que acabo de ver en la Red por cuenta de la catalanofobia (sic), a saber de la decisión de dirigirse al público en catalán aún representando a España, de la campeona Aitana BONMATÍ, tras verse premiada con el BALON DE ORO del futbol (europeo) femenino. Tweets de asco (sic) los dos primeros que leo, y que en cuanto tales me temo que sean vistos como representativos -lo que no- de lo que los no catanes supuestamente sentimos de aquella y de ellos, un temor que se ve reforzado por las acusaciones -de catalanofobia- que están volando en la Red con ese pretexto. 

Y no se trata lo que aquí estoy vertiendo de nuevas declaraciones o profesiones de amor -hacia lo catalán, Cataluña y los catalanes- del genero y estilo de las que esparcí en mi libro sobre el tema, una especie de vademécum exhaustivo y completo a fuer de sincero (¿en saco roto?¿sin resultados tangibles y concretos?) Sino que se pretende todo lo que aquí y ahora expongo a ese respecto, una aclaración urgente para frenar el alto voltaje in crescendo, y una aclaración no menos urgente en materia de sentimientos: no es asco (sic), no, lo que nos inspira el catalanismo, ni a mi ni a la inmensa mayoría de nuestros compatriotas españoles y anti-catalanistas (y pongo la mano en el fuego) 

Como no es asco (sic) -¡qué cosas se leen o se oyen!- las declaraciones en catalán de nuestra campeona y capitana del futbol femenino. Sorpresa incomprensión y un pelín de irritación (en algunos) lo que ella nos inspira a lo sumo. Y así corto en seco las salidas de mal humor tan irrespirables como si llenasen la atmósfera de humo. La lengua prenda mayor de nuestra Identidad y de nuestro espíritu/nacional colectivos. Antes de que la sangre -¿me oyes bien AITANA?- llegue (de nuevo) al río

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