Puente entre MACAO y HONG KONG, ¿el más largo del mundo? Que inevitablemente hace pensar en el (rebautizado) Puente 25 de Abril, sobre el Tajo (en su origen, Puente OLIVEIRA SALAZAR) En testimonio de la voluntad manifiesta de sus habitantes de unir todos esos trozos de tierra dispersos y reunirlos a la tierra/Madre china. De la que (fatalmente) les separan las líneas de trinchera (casi) invisibles de una (interminable) guerra civil
Ignoraba completamente a fe mía, donde me metía yo, cuando me decidí a recoger el desafío que habrán arrojado al universo mundo XI-JING-PIN y su República (chima) Popular, y me veo ahora como chapoteando en una zona de aguas pantanosas (o cenagosas) -pegando a Malasia y al Mar de China Oriental , el de las (inolvidables) novelas de Emilio SALGARI y del pirata SANDOKAN- y fue adentrándome (alegremente) en ese mundo lejano y aún por explorar y descubrir -como un huerto sellado e incógnito (hortus concussum) - del Extremo Oriente y de su actualidad palpitante en extremo los días que corren. Con dos puntos de referencia principales en mi hoja de ruta o cuaderno de viaje -o de bitácora-, uno de los cuales lo es el de MACAO antigua colonia portuguesa que la metrópoli -o el "continente" como ellos dicen (de sí)- malvendió como tantas otras cosas a seguir al 25 de Abril, y otro más importante aún, que se me escapó en esa entrada de mi blog por un lapso imperdonable, o una flagrante omisión, y me estoy refiriendo a la antigua colonia británica y hoy oficialmente bajo soberanía china otra vez -aunque fuera de su dominio-, de HONG KONG. De la plaza de ese nombre en sí, a lo que hay que añadir los Nuevos Territorios y la zona de KOWLOON. Un laberinto semiacuático de islas y penínsulas y un hormiguero demográfico superpuesto que amenaza de explotar o hacer implosión a cada momento, enlazados por uno de los puentes más largos del mundo. Como en testimonio de la voluntad manifiesta de unir o reunir todos esos trozos de tierra dispersos, que anima a todos sus habitantes. Como en una etapa previa e insoslayable del regreso de todos a la madre/patria china de la que les separan las líneas de trincheras casi invisibles -como ya lo expliqué aquí- de una interminable guerra civil (...) Un delicioso bocado pues, como el de TAIWAN que el dragon de PEKIN -visto lo muy favorable de las circunstancias-, en el nombre de un (sólo) país y dos sistemas (sic) no quiere ahora echar a perder. De ahí el patetismo de la situación y el nerviosismo (visible) -y ostensible navegando en la Red- del conjunto de sus habitantes. Atrás muy atrás quedan ya aquellas manifestaciones monstruos -más aún (tirando de hemerotecas) que las ucranianas del Euro Maidán-, a seguir a la represión de las de la plaza TIANNANMEN. Que por qué la antigua potencia protectora no intervino entonces -ni en Pekín ni en Hong Kong, como lo habían hecho en Ucrania (en el Donbass y en Donetsk)? La pregunta del millón. Mas inexplicable aún, la pasividad tan flagrante allí del Big Brother gendarme del planeta en el mundo bipolar de entonces. Y que sé yo! Lo que da en cualquier caso idea que nos encontramos ante una gran Frustración, a medida qu tomamos tierra sobrevolando la actualidad china tan candente, en las cuitas y problemas de HONG KONG.
Acta de defunción precisamente allí del Imperio británico lastrado fatalmente de una deuda histórica imparable al hilo de una serie de hitos mayores de fiascos clamorosos, escandalosos de los de natura a sacudir de una a la otra punta la conciencia universal en la que algunos creemos aún. Pasen y vean. El WAZIRISTAN -entre el AFGANISTAN y el PAKISTAN- y los bombardeos británicos indiscriminados -contra civiles- al final de la Primera Guerra mundial. La ciudad santa de los shiks en la INDIA, de ARIMTSAR. Una masacre -como un tiro al blanco, y a sangre fría- que conmovió a la sociedad británica desde sus altas esfera hasta sus cimientos, que hasta Sir Winston CHURCHILL denunció. Mayor Arthur ("BOMBER) HARRIS mariscal de la RAF (británica) durante la II Guerra Mundial, y responsable supremo de los bombardeos -en alfombra de atrición-, de DRESDE y de HAMBURGO, de COLONIA, HANOVER, MAGUNCIA, STUTGART y BERLÍN. ¡AD MAJOREM GLORIAM de su Graciosa Majestad! De lo que como europeos y occidentales no nos sentimos culpables -¡NO y mil veces NO !- ni en deuda tampoco con las victimas asiáticas, orientales de aquella locura imperial. Como no se sintió el historiador británico revisionista, David IRVING, que se entrevistó con "Bomber HARRIS" antes de escribir su libro -profético, revelador- sobre el bombardeo de DRESDE que me abrió a mí los ojos y me hizo cambiar de religión en nombre de la carcajada infantil -"carcajada eterna" la llamé yo-, de los miles de niños (inocentes) que cayeron entonces tomando las luces señalizantes de las bombas por fuegos artificiales y que tan fuerte impacto en la opinión mundial creó (...) Lo dicho, las deudas del Imperio británico no son las nuestras. Del Waziristan a la India. De Macao a HONG KONG. Y en esa tesitura pues, ¿MORIR POR HONG KONG? ¡Y por qué no!
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