lunes, marzo 10, 2025

DESCANSEMOS TODOS ( de la Teología de la Liberación)


Pobreza y malestar social -de la lucha de clases- esos fueron los frutos de la Teología de la Liberación

Descanse en paz y descansemos todos. Este exabrupto castizo más que trivial es lo que me viene a la mente -sin el menor animo o intención, de desafío, polémica o censura, palabra de honor- ante la noticia del fallecimiento de un padre jesuita escritor prolífico, profesor católico/universitario, y figura mayor en España por lo menos de la Teología de la Liberación. Y repasando hoy en mi memoria lo que en su momento retuve de esa corriente teológica, de una lectura de puesta en guardia la mía, lo confieso que derramaba por todos sus poros y partes iguales y a manos llenas. resentimiento teológico, y una aversión visceral e insuperable, entre la fiebre y la pasión, releyéndola hoy como digo, no puedo menos de rendirme a la evidencia y a corroborar mis primeras impresiones por primarias y  viscerales que fueran: el fascismo y los fascistas tenían razón: Y era en el poso anti-clerical, mismo anti-cristiano, pagano o neopagano en suma, de sus planteamientos ideológicos y  revisiones históricas, de sus postulados políticos en suma, de política religiosa (sic), en una formula o expresión de cuño maurrasiano, Y en lo que se vino a condensar, en ese trasfondo a la vez católico nota bene y a la vez anti-cristiano, por paradójico que parecer pueda, toda la cargazón doctrinal, de Magisterio eclesiástico, de la condena pontificia de MAURRAS y la Acción Francesa, que dejó una herida mal cerrada en el seno del catolicismo francés, como lo puso de manifiesto y a la luz del día la rebeldía de Monseñor LEFEBVRE y ese fenómeno concomitante del catolicismo integrista o integrismo católico, de sello o cuño innegablemente francés. Pura coincidencia, fruto del azar, esa disyuntiva fatal entre un integrismo francés, y una teología de la Liberación de fabricación/española (ay dolor!) Pobres, iglesia y Cristo de los pobres, pobres de espíritu o de lo que sean, que al cabo de veinte siglos todavía no alcanzó el Magisterio a aclararnos e ilustrarnos sobre tan dichosa expresión. Pobres a secas pues, los legítimos titulares y herederos de la promesa, del reino de los cielos, y mientras llega,, en los reinos de la tierra, como lo dan a entender las alabazas y maldiciones -contra los ricos- recogidos en el Magníficat, tal como agudamente lo señalo MAURRAS -otra vez (él)- y lo que a todas luces le valió la condena y excomunión. 

Y se extrañan o escandalizan aquellos fieles devotos, de la Iglesia, del Concilio y de los papas del Concilio ante las denuncias y ataques -de cripto/marxismo- de parte de los integristas, negándose a la evidencia, a la lucha de clases o sea: negro sobre blanco esta ultima  en el Manifiesto Comunista y en los escritos y formulaciones -p.ej. "Libertad para qué"-  de Lenín, que declaró la guerra/mundial -lucha de clases o sea (por su cuenta) 

"No hay fascismo sin la provocación del bolchevismo" (NOLTE), o en otros términos, no hay explotación ni ruptura de la unidad y la cooperación y armonía entre las clases por parte de los ricos, sin esa declaración de guerra (mundial) por parte de los pobres (alter/christos, o "vicarios de Cristo", mejor)  Y los teólogos de la Liberación en vez de reconocer y admitir tan ruidosas evidencias, prefirieron meter la cabeza debajo del ala, o sea en los textos bíblicos y evangélicos, convertidos en la gran coartada (sic) de sus delirios (de Igualdad y Revolución) 

En una actitud piadosa todo ello, eso sí, de tirar la piedra y esconder la mano, escudados en sus sagrados textos y echando así leña al fuego de "la guerra civil" interminable -española, europea y americana a la vez- como lo pudo comprobar de sus propios ojos "in situ" el autor de estas líneas, que  estuvo allí, testigo de primera fila de los estragos de aquel incendio tan devastador. 

"Amor en los tiempos del cólera", parafraseando el titulo (de prestado) de una de las múltiples obras de tan prolífico autor, así se podría calificar un tanto maliciosamente a lo que esta entrada pretende ser: una propuesta de compromiso (sic) y en suma un llamamiento a la reconciliación, ante la tumba o el féretro del fallecido teólogo (liberador) 


Charles MAURRAS, a tantos años de su muerte, sigue sin enterrar: Por lo profético sin duda de sus escritos y formulaciones. Contra el Magnificat por ejemplo y su retórica (cripto/marxista) de ricos contra pobres (que inspiró la Teología de la  Liberación)  Lo que le valió su condena y excomunión

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