viernes, noviembre 27, 2015

MEMORIA HISTÓRICA Y SECESION EN CATALUÑA. EL NEXO IRREFUTABLE

¿Hacia el entierro del hacha de guerra de la memoria de los vencidos? El hijo del rojo socialista cuatro caminero, con el señorito andaluz –seis (o siete) tíos muertos en Paracuellos- ofrecen una imagen todo menos rival, se estará de acuerdo conmigo. No me he leído la entrevista pero los gestos –y las sonrisas (y la química que traducen)- son más elocuentes que las palabras. De la dirección de viento que sopla, en contra de la de la ley funesta de la memoria (guerra civilista) (…)
¿Están cambiando las tornas en materia de memoria histórica? Me lo preguntaba seriamente en una de mis últimas entradas, y me lo vuelvo a preguntar más seriamente ahora tras a noticia que leo en la prensa digital de la votación en el consistorio –municipal de la localidad cordobesa de Baena, de un moción parar retirar a Franco la Medalla de Oro de la localidad, que salió por los peloso, con el voto en contra del PP, la abstención de Ciudadanos –que en Andalucía se ve que se andan con más pies de plomo en el tema que en el resto de España- y gracias a los votos de IU y de la mitad sólo de los del PSOE, la otra mitad en cambio –la gran novedad que reviste de mayor transcendencia a la noticia- se abstuvo. Más revelador todavía, l publicación digital (fuera de toda sospecha) donde leo la noticia habla, comentándola, de bloqueo (sic) político y sentimental en el que se halla el debate de memoria histórica y de la gestión (sic) del pasado.

¿Una casualidad apenas que este cambo de tendencia que se atisba –tras esa otra moción sobre el callejero madrileño que no prosperó en el ayuntamiento de la capital de España- se dé precisamente en esa localidad cordobesa, teatro de un bombardeo de la aviación republicana –con victimas sobe todo en a población civil- que precedió, en el marco de la fase final de la batalla del Ebro, al otro más sangriento aun en día de mercado, sobre Cabra días más tarde, el 7 de noviembre, y que lo había sido antes de eso de una fuerte represión los primeros días de la guerra de resulta sde lo incierto de la situación en aquella localidad como fue el caso en gran parte de la provincia de Córdoba y demás provincias andaluzas donde tras la incertidumbre y las vacilaciones iníciales acabó triunfando el alzamiento (Sevilla, Córdoba, Cádiz y Huelva, y Granada)?

Está claro que no. Y se puede decir que esa votación en Baena –salpicada de incidentes en la sala consistorial- es muestra fehaciente del punto crítico que parece ir alcanzando el tema de la memoria tanto en en el plano de la actualidad política como también en el de la historiografía.

La historia de los bombardeos republicanos de atrición –sobre la población civil, sin interés militar alguno o muy escaso (léase terrorismo aéreo)- esta sin duda si no por escribir, sí por verse lo suficientemente divulgada, como lo fue urbi et orbe el bombardeo de Guernica, tema (fetiche) predilecto de la guerra de propaganda de los vencidos en la guerra civil interminable (de los Ochenta y Tantos Años como yo la llamo) En realidad, los bombardeos republicanos sobre el sector de Andalucía situado en zona nacional y en particular la provincia de Córdoba donde se estabilizo un frente casi toda la contienda –el frente de Córdoba- fueron continuos durante toda la guerra.

En Cabra, en Baena, como en la capital de la provincia, los bombardeos de la aviación republicana se sucedieron sin parar desde los inicios de la guerra y en particular en los primeros meses de la contienda a favor de la supremacía en el aire rojo/republicana que acabarían perdiendo al cabo de un año de guerra (*) Y en ese contexto de bombardeos de atrición y de la espiral de represalias interminables de un bando y otro, cabe situar el bombardeo de Jaén (abril del 37) seguido los poco días de las sacas de Mancha Real, donde fueron fusilados –junto a las tapias del cementerio- cerca de doscientos presos políticos trasladados de la capital de la provincia, algunos de ellos vecinos del pueblo.

El Alzamiento en el Sur de España -Andalucía, Extremadura y Castilla la Mancha- revistió –como ya lo tengo señalado en algunas de mis entradas- un carácter mas agudizado de lucha de clases, que en el resto de las regiones españolas, lo que agravó y aumento a niveles de paroxismo el odio y la violencia incontrolados.

Y ese carácter de guerra social –de unas clases contra otras- así como los niveles de violencia y de odio incomparablemente mayores en Andalucía que en el resto de las regiones españolas explican –como lo expongo en detalle en mi libro en vías de publicación- en gran medida el fenómeno del éxodo rural en dirección de Cataluña que se tradujo en un trasvase masivo de cerca del millón de emigrantes de Andalucía a Cataluña, y también el protagonismo que jugó en él la memoria de los vencidos de la guerra civil, y a cuenta a la vez de ese fenómenos, corolario del anterior de lo que convengo en llamar el protagonismo e los oriundos –descendientes de los emigrantes(andaluces)- de los sesenta y de los setenta en la escalada secesionígena al auge de las pulsiones separatistas al que asistimos en Cataluña.

¿Señal inequívoca -ese punto crítico que van alcanzando las votaciones consistoriales de memoria histórica-, que un sector creciente de la opinión pública está empezando a ver el nexo de unión innegable entre los dos fenómenos, a saber, la “recuperación” de la memoria de los vencidos de la guerra civil y del peligro (inminente) de secesión en Cataluña? ¿Quién se atrevería a desestimarlo?

(*): Asi por ejemplo en eltrabajo sobre los bombardeos de Baena y de Córsdoba al que aquí hago referencia,cntabilizo -entre el 26 de julio del 36 y el 30 de noviembre del 38- hasta un total de diez y siete bombardeos (17) sobre Baena de la aviación rojo/republicana

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