Eric Zemmour sube hasta lo mas alto el voltaje en política francesa e internacional con su reciente viaje a IsraeL y a la banda de Gaza reincidiendo (en la tensión) con retumbantes decaraciones a su vuelta a París. En defensa de la civilizacion judeo-cristiana, se defiende (y justifica) él, en lo que no nos parece menos una coartada ideológica como anillo al dedo (en francés, "alibi"), comparable mutatis mutandis al nacional/catolicismo/polaco de los celadores y devotos de Juan Pablo II (PAPIESZ! como, los ojos en blanco, le dicen allí) Y en uno como en otro tema y a riesgo de resultar pedante y provocador aquí al gusto de algunos, se me ocurre -frente al silencio ambiente y al tabú imperante- tener algo (urgente) que decir.
Gran decepcion la que nos sirvió el brillante y turbulento politico francés, como ya lo dejé sentado aquí. Buscando (yo) desde entonces, la raíz última de la (honda) frustración que su polvorienta derrota en la liza electoral de las presidenciales francesas nos deparó, a mí y a muchos (jóvenes) como yo, tras las fulgurantes esperanzas que supo hacer resurgir. De raíz geopolítica -como aqui ya lo dije-, la clave de explicación. Como lo ilustró su posicion en la guerra de Ucrania (en sus inicios) y la actitud -en respuesta- de Vladimir Putin, verdadero causante o artífice de la derrota de aquél, como también lo dejé sentado aquí.
Y ahora Zemmour en su apuesta geopolítica -que prima (nota bene) sobre la ideológica (nada difícil de demostrar en él)- vuelve (con su vehemencia y fogosidad habituales) de nuevo a reincidir. "Con la madre como con la Patria, con razón o sin ella", de un dicho (nacionalista) argentino, y lo mismo se puede decir de la pasión (sic) israelí o pro-israelí de Eric Zemmour (pro/sionista o judeo/sionista, quiero decir) Del que de sus coordenadas políticas e ideológicas y de su amor ("amour pour la France"), que declina en todos los tonos y registros y repite y declama ("a tiempo y a destiempo") una y otra vez, cabría esperar un poco más de cautela o de circunspeccion, lo mínimo que se puede decir.
Olor a muerte (sic) -o a muerto- sólo entre las victimas israelíes en la franja de Gaza? No es extraño pues que sus adversarios pongan el grito en el cielo hablando de provocación, hasta el punto de acusarles -a él y a sus aliados - nada menos que de los crímenes rituales más abyectos en nombre del Profeta (o del Islam) contra docentes franceses las últimas semanas "Si decapitan, la culpa es vuestra" le habrá espetado un presentador televisivo a la nieta de Le Pen (Marion) Desatino, exabrupto (en francés "boutade") y todo lo que se quiera decir, pero ilustrativo en extremo de la trampa sin remedio que la guerra de nunca acabar nos tiende al mundo entero, y a europeos (y occidentales) en primer lugar. PAZ ETERNA A LOS SOLDADOS! gritaban en Rusia algunos -en tiempos de Glasnost y de Perestroika-, en la recogida de los cadáveres (tantos años después) de los caídos de la Division Azul.
PAZ EN UCRANIA COMO EN GAZA, lo que mundo entero a gritos anhela y lo que el curso de los acontecimientos nos está queriendo decir. Y recorriendo en sentido inverso el camino (en bifurcación) seguido por Zemmour, nos centramos en la cuestión prioritaria -en política francesa y en política externa global, visto desde aqui, bajo un prisma español quiero decir-, y me refiero a la emigración, de lo que Zemmour ha dicho y escrito tanto y ahora (enmudecido en cambio de golpe) tanto tendria que decir y repetir.
Cuando se va votar en la Asamblea Nacional francesa un poyecto de ley sobre el tema en ascuas, que alguos auguran llamado al fracaso por culpa solo de un articulo (n°3) como una china o chinita en el zapato, que admite la regularizacion de clandestinos (sic), ejerciendo oficios o empleos (dichos) "en tensión" -en particular la construccion, léase "los que nadie quiere (como reza al respecto la doxa o mensaje políticamente correcto en vigor) que los adversarios del nuevo proyecto de ley -además de "Reconquête" de Zemmour, sobre todo el RN de Marine Le Pen- despachan como un coladero nuevo y suplementario del flujo (en masa) de la inmigracion.
Poniendo asi (en mi modesta opinión) en la sombra o distrayendo la opinión de otros sectores donde el reclutamiento es más facil -por ejemplo los cafés y restaurantes, y el sector alimentación- donde en cambio los "immigrés" son (abrumadoramente) mayoría quitando así (fatalmente) puestos de trabajo a los "autóctonos", franceses o no (como yo) y alimentando en cambio las más sabrosas lecciones de moral rezumantes de victimismo, y como tal, fuente (flagrante) de discriminación.
Ahi es donde Zemmour podía haber -prioritariamente- orientado su linea de ataque (en la batalla de la opinión) . A través de un llamamiento a la convocatoria de un referéndum en el tema que arde, en un flanco desguarnecido por los garantes de lo políticamente correcto, tal como lo ilustran las recientes declaraciones en ese sentido del mismo presidente Emmanuel Macron.
Aviso a los navegantes pues, lo que se pretenden estas líneas, en las aguas revueltas de la política española, con o sin VOX (...) Más facil y más barato y más demagógico no obstante lo es el escurrirse por las aguas profundas ("procellosas") de la Memoria, como lo hace ahora Zemmour. Europa, civilizacion "judeo-cristiana"?
Cristianismo o judeo-cristianismo, la polémica está servida desde hacer siglos milenios y yo diria desde los tiempo inmemoriales de la España de la Tres Culturas. Un término polémico aquél -lo reconozco- con el imprimatur o "nihil obstat" de la "libre pensée" -aquí en Bélgica-, pese a su toque o sello anti-Lumières, léase "anti-moderno".
Pero ya no nos la dan, ni en Ucrania, ni en Polonia, ni en el cerro de Arrebatacapas de la banda de Gaza (con perdon de Eric Zemmour)
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