martes, octubre 18, 2022

NO A "CESAR", NO A LA INTERVENCIÓN FRANCESA!!!

 


Cañones lanzamisiles (autopropulsados) de gran calibre, de largo alcance y a repetición, César, capaces (o eso nos cuentan) de dar un vuelco al curso de la guerra. Buque insignia de la ayuda militar francesa a Ucrania, cada vez más en el borde de la III Guerra Mundial 

La revolucion iraní. Aparte de mí ese cáliz. Una vieja pesadilla que me persigue a sol y a sombra desde que aquella triunfó, sin darme cuenta siquiera de como se gestó, tan cerca como me pasó, casi rozándome santo/dios, cuando yo vivía en Francia -en el seno de la FSSPX-, no lejos de alli donde yo vivía entonces (Mantes-la-Jolie), de donde todo se fraguó, léase donde estaba refugiado el imán Khomeiny (Neauffle-le-Chateau), preparando en toda tranquilidad y bajo la protección -especial- de un estado (puntero) del execrado e impío Occidente, su revolución (...)  De lo que me desentendí hace ya años pensando que todo eso -como tantas otras cosas- era ya agua pasada, pero ahora veo que no (ay dolor!) Que el Irán y todo lo que esta sucediendo alli gravita de cerca o de muy cerca en la operación especial de Vladimir Putin. Nada de extrañar, una evidencia al contrario más que elemental en la era en la que nos adentramos de la globalización. Y que un negado al ajedrez como (confiteor) lo soy y lo fui siempre yo, se revela -al hilo de la actualidad más candente y rabiosa- un maestro redomado en ese arte o juego de ajedrez especial que es la geopolítica, ciencia del futuro y arcano de sus misterios que se le antoja un juego de niños de pronto a ese empedernido lector de toda clase de revistas y periódicos que siempre fui, desde mis años más tiernos, como una dura pasión.  Contraofensiva americana -que me diga ucraniana (...)- y revuelta de las jóvenes iraníes contra el velo islámico (chador), que me diga contra su imposición. Más que puro azar, dura fatalidad, y un debate, un falso debate (fake)  -el de los velos- en el que (como ya lo anuncié en mi blog en francés) me niego a entrar, al menos mientras la guerra guerra continúa a arder, y el reto crucial o el desafío mayor que aquella a todos nos plantea, continua en pie. (Y que me perdone Eric Zemmour) Y en ese trance o tesitura caía en mis manos un gran reportaje de la prensa "mainstream" -Le Figaro en su edición de hoy- y debate "a la française" acompañando- de la ayuda militar francesa (y no menos escandalosa) a uno de los bandos en presencia -el nacionalismo ucraniano- de la guerra a todo arder y al borde o en el umbral de una guerra nuclear (...) Un debate incubándose a todos los niveles y en todas las áreas o sectores de la opinión pública francesa como me fue dado ayer mismo comprobar. Y fue en La Jornada de "Synthese Nationale" a la que asistí cerca de París, en una órbita o (pequeña) galaxia, donde se congrega hoy todo lo que en Francia se situa a la derecha de la derecha y (estrictamente) al margen del  partido de Marine Le Pen, Rassemblement National. 

Y fue en la tabla redonda que seguí en primera fila de los asistentes, y donde se produjo a mitad de la sesión una estridente fisura entre la ruidosa toma de posicion pro-rusa de uno de los intervinientes, seguida de muestras "anti" no menos llamativas (a fuer de silenciosas) en el otro extremo de la mesa, de otro de los intervinientes, emblemático en extremo e italiano para más señas, y detalle todo salvo trivial si se tiene en cuenta que Italia fue quizás el país europeo más en la línea de frente de esa guerra fria (sic) que Vladimir Putin ve a todo arder todavia, a falta de un acta de capitulacion o firma de un acuerdo (cualquiera) de paz.  Y en el centro o en el fuego del debate, el anuncio del ministro francés del ramo (des Armées) -Sébastien Lecornu-, como una declaracion de guerra, dicho sin ánimo de faltar, y ajustándome a la estricta realidad, envuelto (eso sí) en  un tono de discrecion diplomatica y en abundante -y entre paños calientes (...)- prosa ministerial: entrega a Zelenski (a sus pedidos y ruegos y declamaciones -de "amor"- lancinantes e insistentes, de cañones lanzamisiles del mayor calibre, a repeticion y de largo alcance, "Caesar", y last but non least, formacion militar y adiestramiento al combate de soldados ucranianos -hasta 15000 !!!- en un escenario comparable -y en mayor gravedad aún- al de la Primera Guerra mundial en donde brillaba no obstante  por su ausencia -del horizonte de entonces- la amenaza (como ahora) de guerra nuclear. Comparable igualmente al escenario de las vísperas mismas de la Segunda Guerra Mundial  y de la declaración (por su cuenta y riesgo) de guerra a Alemania por parte de los mandamases -como una banda de los Cuatro- de la III República, sin lo cual el Armisticio no se explica ni  Vichy ni la Colaboración (ni la Resistencia) ni la Revolución Nacional del Mariscal Petain (y paro de contar) Y en esas estamos.  En la mismísima puerta de entrada de un largo túnel angosto y sinuosos ante lo que se me antoja que alguien tenía que dar la voz de alerta. En el nombre (como en Munich, como en Vichy en el 39) de Europa (léase de la civilización europea) y de la PAZ (Gloria y rehabilitación a Pierre Laval!!!)

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