jueves, septiembre 24, 2015

PRESENTACIÓN ANIMADA EN MADRID

Aquí os dejo las fotos de la nueva presentación de mis libros que hice el pasado martes a última hora de la tarde, en el centro cultural alternativo OHKA, en el barrio de Argüelles que sus responsables pusieron amablemente a mi disposición. Hubo una veintena (larga) de asistentes, más que en mi anterior presentación el pasado mes de abril. En su gran mayoría jóvenes, posgraduados o universitarios.
Hablé más de una hora y dije lo que quise, sin tapujos ni cortapisa alguna, glosando primero los dos títulos míos no hace mucho publicados, seguido de una presentación a modo de anticipo del nuevo libro que proyecto –para ser publicado en breve (dada la urgencia que le imprime la materia abordada)- sobre tema catalán y sobre la evolución de la situación en curso en Cataluña.
A lo que se siguió un debate animado –y en un ambiente de escrupuloso respeto mutuo-, que se centró en particular en uno de los temas (particularmente delicado) que abordé en la última fase de mi exposición, a saber el aspecto lingüístico –de agente del primer orden- en el conflicto al que asistimos en la región catalana.


Reconozco de entrada –como ya lo hice saber a algunos de mis interlocutores- lo delicado y melindrosos del tema, no es óbice que me parece ver de una claridad diamantina en ese asunto. El habla catalana –en vías de extinción- está llamada fatalmente a desparecer, y sólo se salvaría al precio de infligir una herida mortal al castellano y de la Unidad de España y de nuestra integridad colectiva y de individuos considerados individualmente uno por uno todos los españoles, y las españolas.

Esa es la realidad sangrante –y de un patetismo extremo- a la que hacemos frente las horas que corren, mis queridos amigos y me dirijo en particular (desde aquí) a aquellos de los asistentes que parecían ver el tema desde un ángulo (grosso modo) radicalmente opuesto al mío.

Riqueza o no, es obvio que el bilingüismo –fomentado por los poderes e instituciones del Estado- no ha sido en más de cuarenta años capaz de yugular ni de frenar ni un ápice siquiera el proceso de desmembramiento (desgarrador) al que asistimos.

Yo lo veo así, queridos amigos y camaradas, y no me arrepiento de habéroslo hecho así saber. Sin trampa ni cartón. En el respeto y la comprensión y el afecto mutuos

3 comentarios:

Anónimo dijo...

los idiomas mueren si mueren las personas que lo hablan.
Si siguen entrando musulmanes en Catalunya/Cataluña/ Catalonia...etc
el idioma seria el ÄRABE.

En Alemania ya piden que se traduzca el texto de la Ley Fundamentas de la RFA (la Constitución) a la lengua árabe. En "Andalucia" (llamada hasta el siglo XVIII, "Novisima Castilla") también piden que el árabe sea lengua oficial...
Si se quiere que el idioma catalán no desaparezca... los cataloparlantes deberian tener más hijos.

restituto dijo...

Creo que han elegido mala fecha para las elecciones catalanas, pues el asunto tendrá poco eco. Acaba de empezar la Liga de fútbol -con partidos cada dos por tres- y es lo que interesa. Ando por Pontevedra y ayer por la tarde estaban los bares a tope con el partido Celta de Vigo-Barcelona, con ambiente bastante anticatalán por estos pagos, habiéndose desquitado ayer con el triunfo del Celta.
Saludos

Juan Fernandez Krohn dijo...

No sé el eco que puedan tener las elecciones catalanas en Pontevedra, en toda Galicia en León o en todo el Noroeste de España, Restituto.

Lo que sí te puedo certificar es el que ha tenido –de tan enorme- la manifestación de la Meridiana del día de la Diada en la prensa extranjera y en particular aquí en Bélgica, en los medios y cabe suponer que en el conjunto de la opinión pública, como lo dan a entender las reacciones que me han llegado de los belgas que conozco, sorprendidos o inquietos y alarmados, más bien esto último, acosándome a preguntas, porque a los que no son separatistas –ni del lado valón ni del lado flamenco- se les podría sin duda aplicar aquello de cuando las barbas del vecino veas pelar etcétera, etcétera (…)

No hay que olvidar que el pro catalanismo es una tradición secular hondo arraigada del Estado belga independiente desde su fundación el primer tercio del siglo XIX que es cuando nació aquél, puesta no obstante bajo sordina después de la Segunda Guerra Mundial por culpa del nacionalismo flamenco, comprometido (a fondo) con la colaboración durante la ocupación alemana de vocación separatista.

Bélgica fue además refugio predilecto de separatistas catalanes, con Maciá y con un tal Federico Escofet del que leí una vez una reseña biográfica en la Biblioteca Nacional (léase « Royal ») de Bruselas donde constaba que se había ganado (honradamente habrá que suponer) la vida durante su exilio belga dando clases de lengua y literatura española, como tantos catalanes fuera de España.

Hay mucho de montaje y de manipulación en esas fotos y manifestaciones, estamos de acuerdo, pero el sin novedad señora baronesa de rigor, somos ya muchos lo que lo dejamos de lado hace un rato, Restituto, forzados por la archa y el cariz que van cobrando los acontecimientos. Y en el caso además del que esto escribe, por una trayectoria tan atípica como habrá sido la mía con lo que comporta de experiencia –algo que De Maistre ponía al mismo nivel que la Historia en materia de ciencia y sabiduría políticas-, propia e intransferible.

Y no oculto que los años (ya casi treinta) vividos en Bélgica me habrán servido de fuente de reflexión del primer orden sobre el problema catalán y la problemática lingüística en Cataluña, con lo que habré venido a escarmentar no poco en cabeza ajena, en mis antiguas ilusiones lingüísticas (bilingües) por ejemplo, en relación con el habla catalana.

Como fue el caso de los franceses –en el problema social tan agudo que arrastraban desde la Revolución-, con la guerra civil española.

Saludos