miércoles, septiembre 23, 2015

Sueño Loco y Sincero (poesía en domingo)

Qué dias tan gratos e intensos,
Castilla honda ¡Qué encuentro
me tenía marcado el destino
por las rutas del recuerdo !
¡España eterna (en el tiempo)!

Viajando al cabo de la noche
bajando hasta el pozo (en secreto),
el alma serena y fuerte y tersa
¡Tierra de Campos al viento !

Poesía al aire, en mi mente
de vuelta (yendo y viniendo)
en los espacios de mi vida
y de mi otro tiempo (interno)
en este verano tardío
que no me esperé ¡Créedlo !

Poesía que promete, sí,
en prosa aun más que en verso
en la reunion de improviso,
en el ambiente allí dentro
¡Juventud! ¡Qué mundo en flor!
Qué irrupción de vida y sueños
que me hacia renacer
¡Más joven aún yo que ellos !

Soldadito y marinero,
poeta y soñador (despierto),
así me vi, así me siento
hablando a calzon quita-o
entre hilos de alambre ¡Nervio!

El corazón en la mano
¡Comiendose el aire atentos !
sorbiéndose mis palabras
¡Ahí va un angel! !Todos quietos !

¡Y ahi va una mujer bella!
¡Qué chica grande (un respeto)!
Que llenaba la sala inmensa
al pasar de su aire fiero
los ojos en mí clavados
de un semblante triste y serio

¿Por qué estás triste princesa ?
¿Qué nubla tus ojos bellos ?
¿Malas suertes, un amor muerto
o soy yo el que echas de menos ?

Y me quedo soñándote
princesa, mientras te pierdo
de vista ¿para siempre jamás?
¿te veré otra vez si vuelvo
o acaso ese mirar sea prenda
segura de mi regreso?

¿Te quiero reina o es sólo un sueño ?
¡Un sueño loco y sincero
que aqui te ofrezco (aún cuerdo)! Un beso


De vuelta del frío ¡ay !
lampo por verte ¡Qué miedo!
Mujer, tengo miedo de tí
de verte en lo hondo del espejo,
del espejo de mi vida
y de mi destino incierto

¿Miedo de tenerte enfrente?
No, de equivocar el sueño
que soñé contigo, mujer,
¡Cuanta fiebre, cuanto tiempo!

De interpretarlo del revés,
sin atender a consejos
ni a pistas ni a señales
que no tengo y no espero

Miedo de que no me perdones
lo mucho ¡amor! que te debo,
de todo lo que me diste
(tuyo) los años aquellos,
tu risa inocente aquella
tu adolescencia (¡oh misterio
de fragancia, de tu encanto
demasiado puro y fresco !)

Para ese que yo era entonces,
aquel espíritu adormecido
por los líos, los problemas,
que hacían de mí un fugitivo
un paria (casi) « internacional »
¿O no era más que un tímido
timido con la niña/mujer
-como un ángel de Murillo-
que eso eras para mi, reina
(como tu padre adpotivo)

Miedo de que te escurras
de mi vista, de mis besos,
que te esfumes, que te eclipses
como un espíritu puro

Que entrases de golpe en mi vida
y te alejes de improviso,
sin decir siquiera el por qué,
sin dejar rastro (en sigilo)

Tuviste miedo acaso de mí
de mi suerte, de mi sino
de la leyenda que oiste
(de mí) en labios sibilinos

¿O era solo en tí un paripé,
fingimientos femeninos
con tu aire de niña inocente
que me absorbió (amor) el juicio?

¡Linda diabla, en rubio!

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