Biblioteca del CERVANTES de BRUSELAS, repletas de literatura de memoria/democrática -sobre la guerra civil- al menos hasta hace años. Cuando dejé de ir
La Academia contra el Cervantes. Y viceversa. La guerra cultural (sic), que no socio/cultural -en francés "sociétal"- sigue -a determinados niveles- dando coletazos. De lo que uno de sus primeros botones de muestra -los más llamativos- lo fueron la figura y la obra de Francisco UMBRAL, premio Cervantes 2000 después de haber intentado y (no sé cuantas veces) reintentado -en vano- su entrada en la Academia. En unos intentos de patetismo creciente, sin verse coronados por el éxito como digo, sobre todo en su tramo final marcado por una agria y desagradabilísima polémica, y fue por el veto tenaz que le opuso -en nombre de la defensa de la Historia- , el académico e historiador Ricardo de la CIERVA ("Don CIERVA" le llamaba aquél, por sistema). "No nos robarán la Historia", se titulaba una retahíla en serie de errores (de bulto) en materia de Historia que el historiador fue detectando en los escritos periodísticos del autor de "Mortal y Rosa", tachándole a guisa de conclusión de ignorante total, de alguien que aficionaba dar lecciones -el Profesor (o el Depurador) le llama-, siendo profundamente inculto (sic) Como un eco de lo que escribían o decían de ël otros colaboradores de los medios, como Jaime CAMPMANY, que le llamaba -refiriéndose a él- el Autodidacta (por sistema). En un telón de fondo trágico y doloroso todos esos fundados y no atinados reproches (y denuestos), si se tiene en cuenta el drama rayano -o sin rayar- en lo trágico de sus orígenes familiares -victima como lo fue de una denegación (tenaz) de paternidad -y no propiamente, o no solamente como se focaliza generalmente escribiendo sobre ël, "un hijo de madre soltera". Tal como lo sacaría a luz Ana CABALLÉ en su "no autorizada" biografía. UMBRAL era de formación autodidacta, cierto, pero perfectamente atípica y sin el menor parangón con la de otros escritores autodidactas -por ejemplo los de la bohemia-, que él compensaba con una sorprendente erudición, una (prodigiosa) memoria familiar e individual particularmente visual -y en especial sobre la guerra civil- y una innegable profundidad filosófica como lo ilustra la obra (ensayística) que le valió el premio CERVANTES, "Ser de lejanías".
Como sea, y con la visión retrospectiva que nos da el tiempo transcurrido, es hoy más que evidente que los académicos no acertaron -o escogieron mal- prefiriéndole, para un sillón vacante de la RAE a José Luis SAMPEDRO -que fue mi profesor de Estructura Económica" en la Complutense-, de escasísima producción narrativa (prácticamente desconocida) . Lo que dio (fatalmente) lugar a una corriente crítica, disidente dentro de la institución que representaría a los ojos del mundo el posteriormente ganador del Nobel de Literatura Camilo José CELA. Estarán de acuerdo en lo que afirmo los académicos. Una anomalía (sic) en todo caso como la que representó el ganador del Premio Goncourt (y tampoco académico) , Marcel PROUST, en la Literatura francesa. Y frente a Ella, frente a La que "fija, brilla y da esplendor" se acabarían posicionando los Institutos Cervantes, -dependientes nota bene del ministro de la Cultura (es su momento Cesar Antonio MOLINA, socialista, que me rogó de sopetón, en una conferencia y en el turno de preguntas y respuestas que no le tutease -como vi que hacían otros con él-, de manera abrupta) Propagadores y divulgadores eficacísimos, fuera de nuestras fronteras de la literatura -o sub/literatura -- de la Memoria (democrática) de la guerra civil (del 36) Como yo lo puedo atestiguar in visu de mis visitas al Cervantes de Bruselas. Hasta un momento, cuando decidí no volver (hasta ahora) Y ahí de trasfondo o de telón de fondo. de este enfrentamiento entre las dos instituciones mas importantes en el ámbito cultural -de la Lengua española-- lo viene a ser ese otro mundo de la lengua y literatura hispánica o panhispánica, léase no/española. Frente a lo qu UMBRAL (otra vez) se posicionó él solo, como acostumbraba, por su cuenta. Cargado de argumentos y de sanos reflejos, frente a lo que el veía como un fenómeno invasivo (sic) en señal de amenaza de nuestra identidad cultural y lingúistica, lo que le valdría (hasta hoy)-doy fe-sordos y tenaces rencores del otro lado del Atlántico. y ciro solo el nombre de Emir RODRIGUEZ MONEGAL, critico literario uruguayo de renombre, y de innegable repercusión -su trabajo critico en Europa-, que despreciaba abiertamente y ninguneaba -de forma casi obscena- al autor de Mortal y Rosa.
Una barrera o foso semi insalvable, en ciertos campos como el de la Lexicología, o de la Ortografía como el uso y abuso de neologismos -como el de la tilde (acento ortográfico, o sea) -a modo de bandera (lingüística) Y en esta agria polémica a la que dedico mi entrada -como ya algunos le habrán echado de menos- falta Arturo PEREZ REVERTE a la cita, el autor más leído y vendido hoy por hoy de nuestras letras. No entro en polémicas ya digo, ni con ël, ni sobre ël. Me quito el sombrero no obstate de su gusto y profundo conocimiento de nuestra literatura del Siglo de Oro -que me gustaría equiparar en mí (confiteor) con el gusto y afición que desde hace mucho reservé a la literatura francesa -en gran parte derivado de mi pas (como ya aquí lo señalé) por el seminario tradicionalista de Ecòne-, a la par que su conocimiento y erudicion en materia historica. Como sea su imagen -de escritor anti-UMBRAl o anti-umbraliano que le labraron otros o que él mismo se labró a pulso, hacían imprescindible su presencia aquí en torno a este debate en torno a la Academia
Arturo PÉREZ REVERTE, el anti-UMBRAL. prolífico escritor y veterano corresponsal de guerra (s) Autor el más vendido y más leido de la literatura española actual. Y defensor a ultrnza de una institución -la RAE- puesta por algunos
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