Premio PLANETA 2025. Historia de amor? Y de lucha de clases también, el interminable culebrón. ¿Síntesis dialéctica o antinomia fatal e insoslayable (como un oximorön) ? Lo segundo más bien (me temo) , como clave certera de explicación de su éxito editorial y de su galardón en la España 8polarizada9 que nos toca vivir. Así, de un primer vistazo (de urgencia) a los comentarios sobre ella de los medios. Sin haberla leído ni echado tan siquiera. Pero la leeré, lo prometo
No conozco al autor (novel) -y tertuliano omnipresente en los medios (por lo que leo)ganador del Premio Planeta, nunca leí nada de él, ni tampoco -sin duda por razón de fuerza mayor-, seguí ninguna de las tertulias en las que él participó. Y no es óbice (todo ello) de las ganas irresistibles de escribir aquí de él y del libro que le habrá merecido el Premio Planeta en una nube de criticas y de protestas, de la que sin haberle siquiera echado un vistazo encima, creo -a tenor de la temática de la obra que los medios nos anuncia-, haber dado con la clave de explicación. Veamos pues de que se trata. De una historia de amor ,de una mujer de la alta sociedad sevillana casada con un marqués (sic), que acaba -por amor- contrayendo una relación extraconyugal con un hombre de extracción humilde, léase de clase social inferior. y a la mente, a la mía y a la de algunos tal vez que aquí me leen, vienen ipso facto un nombre de un autor y el de obra que le hizo celebre de una temática consagrada -como un topos- en la historia de la literatura universal, y no es otra que la de "Rojo y Negro" (Rouge et Noir) del autor francés, STENDAHL, de un trasfondo histórico y sociológico que nos transporta fatalmente (mutatis mutandis) al de la España de hoy, y al contexto sociológico y político que nos marca la hora o sea, desde la Moncloa. Y así queda claro lo que aquí quiero decir. ¿Amor mas allá de la lucha de clases? Amor travestido en lucha de clases más bien, y esta última disfrazado en lo otro a su vez (...) Lo que (fatalmente nos retrotrae a los términos de la antinomia, que en la letra como en el espíritu surgen omnipresente -como mis lectores se habrán ya dado cuenta- en estas entradas una detrás de otra. Amor con mayúsculas y en el pleno sentido de la palabra, léase, amor espiritual y físico -léase sexual y corporal, a la vez-, que el cristianismo -hay que rendirse a la evidencia- escindió o partió en dos, léase, que separó y enajenó "ad vitam aeternam" Y la otra parte del díptico que encierra el trasfondo de esa obra, lo es su vertiente histórica, desde la que no nos es difícil divisar e postulado (marxista) que como un principio rector -en la historiografía dominante- rige y dirige en su desarrollo y evolución aquella. La lucha de clases, el otro polo o extremo de la dicha antinomia o sea. Perceptible en la intriga de la obra comparable a la otra de autor español que estamos comentando aquí. Y era en tiempos de la Restauración (francesa) -primer tercio del antepasado s. XIX- la de los amores de una mujer de alta nobleza del aristocrático barrio parisino Faubourg de Saint-Germain, con el joven protagonista, del servicio doméstico de aquella, que acaba dando muerte al marido de su amante, basado todo ello en un suceso de la mayor repercusión en la crónica de actualidad de la época aquella. Un joven idealista, Julien SOREL rechazado en el medio social aquel por su condición subalterna y su extracción social inferior. Un huérfano (orphelin) de la Revolución, así se lo oí yo evocar de mis propios oídos al abogado ("del diablo") francés, Jacques Vergès, en la conferencia -"La Belleza del crimen"- que dio en un auditorio universitario lleno hasta abarrotar, mis primero tiempos en Bélgica, que se sirvió de aquella obra y de su intriga -con el contexto acompañando de rabiosa actualidad entonces de la revolución rumana y de la caída de CEAUSESCU- de hilo conductor de su disertación. Y todo ello es perfectamente transportable a la España de hoy, y a esta hora marcada por la polarización (sic) guerra civilista que irradia desde la Moncloa el gobierno actual, a la que calza o cuadra perfectamente, la intriga o argumento de la novela premiada con "el Planeta" que estamos comentando aquí. ¿Suficiente ello para emitir un juicio de descalificación? Ya digo que no leí (aún) la obra -que leeré (mi palabra)- pero hay un pequeño detalle que me retiene de un juicio o dictamen precipitado. Y es la evocación (repetida) en recientes declaraciones del autor galardonado a Francisco UMBRAL -e indisociable de él- al Café GIJON- como una coartada a pedir de boca en el autor Premio Planeta (2025) en nombre o por cuenta de un autor atípico e inclasificable por definición, que él (UMBRAL) lo mismo que no llegó a entrar en la Academia, no obtuvo nunca -aunque sí el CERVANTES o el NADAL- el premio aquél. La literatura española -de España- como sea -y como lo muestra el súbito interés que la actualidad literaria le merece a la opinión pública española y al público de hoy-., vive y revive como sea, y goza de buena salud. La noticia -como lo glosaría NIETZSCHE- más extraordinaria de nuestra época. De revolución informática y digital. Y de globalización
Arturo PEREZ-REVERTE, junto a FELIPE VI. Insoslayable en la actualidad literaria española. Y a retener su comentario sobre el Premio PLANETA. Del que acaba de decir. No es un premio que se gane o se pierda. Es el lanzamiento comercial de un libro que se pretende vender mucho. Bajo su exclusiva responsabilidad, of course


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