lunes, octubre 06, 2025

ALIANZA ISRAELÍ (MI EXPLICACIÓN)


Bachir GEMAYEL (pronunciado en árabe y en trascripción, ISCHMAÏL) hijo de Pierre GEMAYEL, fundador de las Falanges libanesas (KATAEB) tras su vuelta de los Juegos Olímpicos de BERLÍN (1936), cómo él mismo lo declararía siempre después. GEMAYEL hijo, fue asesinado en un atentado islamista en junio 1982, como yo lo supe, preso en la cárcel portuguesa, tras mi gesto de Fátima de semanas antes (13 de mayo del 82)  Figura emblemática de una alianza israelí, que algunos nos sentimos obligados de reintentar  (que es lo que paso a explicar aquí)

El salvaje asesinato (a manos de un yihadista) del sacristán de una iglesia en el centro de  Algeciras, impacta, más que por su salvajismo incluso, por todo lo aciago y lo distópico del horizonte de futuro que nos anuncia y pone en foco. Ahí mismo, del otro lado del Estrecho, o como quien dice, a la vuelta de la esquina. Y cuando me pongo a darle a la tecla en este asunto -con ocasión de la apertura del juicio oral contra el presunto autor de atentado aquel- me detengo unos instantes, el tiempo de echar un rápido vistazo al contexto de la crónica de actualidad más próxima y rabiosa, y es a la extraña coincidencia -como por arte de magia- de esta (cruel) noticia de página de sucesos, con otra del mismo tenor de estos últimos días: la apertura de juicio -del que nos encontramos justo en vísperas-, con gran revuelo en los medios y polvareda de protestas incluso en sectores -en nombre del derecho (constitucional) a la libertad de expresión- de la Magistratura. Y es contra un sacerdote de Badalona -el padre Custodio BALLESTER- al que la Fiscalía de Málaga -¡lagarto, lagarto!- acusa de un delito de odio contra el Islam, en base a las acusaciones en contra de aquél -sacerdote catalán- que lanzó -en marzo del 2017, hace ocho años y medio- la Asociación Musulmanes contra la Islamofobia (que no olvida) (...) Coincidente todo ello además con el (interminable) culebrón de las cuitas y desventuras de la flotilla española (pro/palestina) rumbo a Gaza, que habrá terminado como muchos se imaginaban. ¡Y qué se esperaban, ilusos! ¿El que en un país en guerra se les iba a tratar en liberadores? ¡Mejor  (mucho) mejor desde luego de como me trataron a mí en las cárceles portuguesas! (...) Mención de omisión inexcusable a la vez lo es aquí también la revuelta de los jóvenes marroquíes -generación Z (la de una infancia entre móviles y el Internet)-, contra el Sultán alauí, y monarca absoluto de aquel reino, que devuelve y convierte todas o casi todas las posturas que hemos venido abiertamente defendiendo aquí a cuento de la inmigración, -así en una primera impresión o golpe de vista-, en perfectamente obsoletas. ¡Y ojalá que no me equivoque en mi apuesta! Y no puedo obviar -tampoco esta vez- ese otro bárbaro suceso comparable al que aquí nos tiene atentos, y es el degollamiento ritual por las calles de Ámsterdam, de Theo VAN GOGH, de la familia del célebre pintor, de las manos de un marroquí fanático musulmán, en venganza, acusado de burlarse del Profeta. Mezcla o cóctel explosivo, dicho así en una glosa de urgencia: de la sed de sangre de infieles/cristianos que leí que confesaba un líder islamista en Egipto, en una obra que cayó en mis manos (preso), sobre el integrismo musulmán) Y es de esa sed de sangre pues y del odio (sic) ancestral contra Europa y en particular contra España y los países europeos que llevan bien dentro, desde el vientre materno -por razón pues de fuerza mayor y sin ánimo (dicho sea) de generalizar- los inmigrantes -los más jóvenes sobre todo- que están invadiendo silenciosamente el odiado continente -y que la encantadora Gloria ESTEFAN diga lo que quiera o, más bien que se meta en sus cosas-, de brazos cruzados (nosotros), y sin rechistar. Y ante una situación humanamente desesperada en la que nos encontramos, qué de extrañar que motivaciones debidas a las circunstancias y por cuenta de una estrategia de lo más elemental oteemos un poco el paisaje enfrente nuestra, en busca de aliados con quien poder contar. Los enemigos de mis enemigos son mis amigos, igual sólo que al revés de la máxima evangélica los amigos de mis amigos son mis amigo. Igual. Y me estoy refiriendo, aquí todos ya lo han adivinado al Estado de ISRAEL, que parece que haya que ser español y maestro consumado a la vez en el arte (difícil) de crearse enemigos, como está ocurriendo en GAZA, y se merece ahí (de nuevo) mi aplauso Isabel AYUSO. Que anteriormente (:confiteor) , a modo de orientación en el laberinto inextricable que era  y sigue siendo para occidentales -y para españoles muy en particular-, el polvorín del Oriente en llamas, de una guerra del fin del mundo alli que se pierde -a la hora de datar sus orígenes y antecedentes-, en la noche de los tiempos, no nos quedaba más flecha de orientación, como digo,  que la que señalaba en dirección de la Sás alternativa como digo, que la laianz israeliria de Bachar-el-ASSAD, y junto a ella, del Otro Islam, amigo de occidentales que a nuestros ojos encarnaban el régimen laico de aquél, y su alianza rusa en el plano militar. Pero todo eso se vino abajo como un castillo de naipes -sin hasta hoy saber exactamente bien por qué (aunque -, ante el mutismo de los medios de la prensa mainstream, me lo huela o me lo sospeche (*) (...)-, como antes se había venido abajo en el Líbano, la causa de los falangistas (sic) -cristianos maronitas- tras los acuerdos de TAIF, Arabia saudita  (22 octubre 1989) Y no nos queda mas opción contra la hegemonía islamista en aquella región, y el aumento de la presión inmigrante y la agravación pari passu de la amenaza -a medias ya consumada- de invasión musulmana de Europa, otra alternativa pues que la alianza israelí. Como la que ensayó en el Líbano -sin éxito-, el partido de las Falanges (KATAEB)

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